Con una alta proporción de suelos sin limitaciones en el centro del país, el desafío de la agricultura es gestionar el recurso agua y minimizar el impacto de los cultivos sobre el balance de carbono en el suelo.
El trigo inicia la campaña 2021 con una intención de siembra de 6,5 millones de hectáreas y buenas perspectivas en la Argentina, a pesar de la falta de agua en regiones del sur agrícola, según especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
“La campaña de trigo arranca con muy buena expectativa” por los buenos precios, el pronóstico de fin de “la niña” y las últimas lluvias que recargaron los perfiles de suelo en la mayoría de las regiones trigueras, aseguró Fernando Giménez, especialista en cultivos de invierno y coordinador del Programa Nacional Cereales y Oleaginosas del INTA.
Para Carlos Ghida Daza, referente en análisis de márgenes económicos del INTA, el cultivo de trigo presenta un positivo panorama en la proyección del nuevo ciclo, en un contexto de mercado de granos favorable para la mayoría de las producciones pampeanas extensivas, consignó INTA Informa.
“En el caso de Córdoba, la opción de doble cultivo con soja de segunda brinda al cereal una interesante alternativa para la gestión en la empresa”, señaló Ghida Daza en el informe Resultados económicos esperados para la campaña de trigo 2021/2022.
“La zona núcleo presenta una adecuada provisión de agua para iniciar la campaña de invierno y con pronóstico de año neutro para el nuevo ciclo”, adelantó Ghida Daza y afirmó: “La incorporación de cereales en la rotación de cultivos aporta de manera positiva a los balances de nutrientes, comparado con el monocultivo de soja”.
Los profesionales y productores de Córdoba, Santa Fe y norte de Buenos Aires -región triguera central-norte- ya iniciaron las consultas sobre las “novedades en tecnología para el cultivo para encarar la nueva campaña”, señaló Jorge Fraschina, especialista en cultivos y referente del INTA Marcos Juárez.
Fraschina explicó que “para obtener buenos resultados es fundamental planificar el cultivo de acuerdo a la cantidad de agua útil en el suelo y a la disponibilidad de nutrientes en cada caso”. Con una alta proporción de suelos sin limitaciones en la región central del país, el desafío de la agricultura es gestionar adecuadamente el recurso agua por parte de la agricultura y también minimizar el impacto de los cultivos sobre el balance de carbono en el suelo.
El trigo es el cultivo de invierno más importante de la Argentina: Cultivado en gran parte del territorio nacional, para obtener buenos resultados es necesario tener en cuenta algunos factores, como: elección de cultivares de acuerdo al ambiente de producción, usar semilla de calidad con tratamiento adecuado para evitar la difusión de enfermedades, corregir el déficit de nutrientes en el suelo y un adecuado control de malezas, enfermedades y plagas.
“Para este nuevo ciclo, la intención de siembra es alta; las consultas de profesionales y productores sobre variedades y recomendaciones comenzaron a llegar más temprano, en comparación con años anteriores”, indicó Lucrecia Gieco, especialista en mejoramiento vegetal y referente en trigo del INTA Paraná -Entre Ríos-.