Incluir cultivos de servicio (CS) en el barbecho de poroto mejora propiedades del suelo y logra resultados productivos exitosos.
La inclusión de cultivos de servicio (CS) ecosistémicos es una alternativa eficaz en la restauración de suelos degradados, lo que contribuye a la sostenibilidad del sistema agrícola a mediano y largo plazo.
En la actualidad, los sistemas de labranza y la falta de prácticas conservacionistas enfocadas en la restauración de servicios ecosistémicos han llevado a que los suelos presentan signos de degradación. Esto genera una mayor necesidad de insumos externos para alcanzar los rendimientos esperados, lo que conlleva a una menor sostenibilidad de los sistemas agrícolas. La utilización de cultivos de servicio se propone como estrategia de manejo para la mitigación de diversas problemáticas, observándose mejoras en parámetros tanto físicos, químicos y microbiológicos del suelo, los cuales impactan positivamente en el rendimiento de los cultivos de renta que se siembran posteriormente.
Más precisamente, en el Valle de Lerma el poroto es un cultivo habitual en el entramado agroproductivo de la región. Se lo siembra en el ciclo estivo-otoñal, quedando previamente el lote bajo barbecho; según palabras de la ingeniera agrónoma Antonella Ducci, becaria doctoral INTA-Conicet del grupo de Innovación en Sistemas Agrícolas, “este manejo podría ser reemplazado con la implementación de cultivos de servicios”.
Por ello, a partir de la campaña 2019-2020 y desde INTA Salta, se está llevando a cabo un ensayo con el objetivo de evaluar el efecto de diferentes cultivos de servicio en indicadores de suelo y en el rendimiento de una especie de poroto, el Phaseolus vulgaris. Así, se implantaron cuatro cultivos de servicio: Avena sativa, Tricosecale, Melilotus alba y Vicia villosa, en el período otoño-invernal. El testigo utilizado fue poroto/barbecho.
“Podemos decir que, en tan breve tiempo, los resultados obtenidos son más que satisfactorios. El rendimiento del poroto fue 4800 kg/ha cuando se utilizó como cultivos de servicio Melilotus, seguido por Vicia (4500 kg/ha) y Avena (4365 kg/ha). Melilotus, Vicia y Avena se diferenciaron significativamente entre sí como así también con el testigo”, destacó la investigadora.
Los cultivos de servicio permiten mejorar los rendimientos debido a que su inclusión en sistemas productivos de monocultivos permite mejorar los balances de agua y nutrientes, controlar malezas, e incrementar la biodiversidad de microorganismos benéficos.
Indicadores de suelo mejorados
La materia orgánica es lo que sostiene todos los procesos biológicos, químicos y físicos del suelo. Esta materia es alimento para todos los microorganismos, es lo que articula las partículas de arcilla-limo-arena y eso mejora la estructura del suelo como ser su porosidad y aireación. Los restos vegetales, como los de los cultivos de servicio, que componen la materia orgánica liberan nutrientes que alimentan al suelo y eso queda disponible tanto para las plantas como para los microorganismos.
Precisamente, uno de los indicadores de suelo investigados en el ensayo anteriormente mencionado fue la materia orgánica particulada, que constituye la fracción de la materia orgánica que frecuentemente responde más rápido a los cambios en el manejo del sistema productivo.
En el marco de la investigación, las profundidades seleccionadas para evaluar los parámetros físicos del suelo fueron: 0-5; 5-10; 10-20 y 20-40 cm. “En relación a la materia orgánica particulada, los mayores valores se observaron en el rango de profundidad 5-10 cm, siendo 1 % (promedio de los cultivos de servicio) mayor en los cultivos de servicio que el testigo” afirmó la especialista.
La ingeniera Ducci destaca que el rápido progreso que se logró con esta práctica de manejo podría estar asociado al alto grado de degradación que estos suelos poseen.
Otro indicador de suelo evaluado fue la estabilidad de los agregados del suelo que, como el caso de la materia orgánica particulada, presentó una rápida evolución positiva por la utilización de los cultivos de servicio, incrementando sus valores en torno al 15-20 % respecto al testigo.
“Se observó que el uso de cultivos de servicio es una práctica de manejo que muestra prometedores resultados que alientan su adopción en la región, permitiendo un manejo más sustentable”, concluyó la investigadora.
La nota fue elaborada por Pedro Guglielmone en base al trabajo realizado por Antonella Ducci y Martín M. Acreche -EEA INTA Salta-.