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Nuevas normativas para el registro e inscripción de productos biológicos

El Senasa incorpora dos herramientas diferenciadas para los distintos productos de origen biológico.

El Senasa incorporó dos nuevas normativas, una para el registro de bioinsumos mediante su Resolución 1004/2023, que tienen un desarrollo industrial, y otra para la inscripción de biopreparados comerciales de escala artesanal a través de su Resolución 1003/2023, que se realizan en el ámbito de la agricultura familiar o micro pymes y están destinados al uso agrícola, la cual se publicó el jueves. Ambas, establecen los requisitos para el registro e inscripción de estos productos, evaluando su eficacia y el cuidado del ambiente, la salud humana y animal.

En este sentido, el organismo sanitario avanza en la creación de dos herramientas diferenciadas atendiendo las particularidades de los distintos tipos de productos, a través de dos resoluciones que permiten actualizar y profundizar el procedimiento de registro de bioinsumos destinados a la protección vegetal y nutrición de los cultivos, por un lado, garantizando los estándares de inocuidad y efectividad de esta categoría. Y, por el otro, se establece el procedimiento para la aprobación de protocolos para la inscripción de biopreparados.

Asimismo se fortalece su formalización, contemplando las condiciones de seguridad e inocuidad en la elaboración y uso de este tipo de insumos agrícolas, para aquellos productos elaborados principalmente por cooperativas y pymes, muchas veces con el apoyo de instituciones nacionales y provinciales, y que se comercializan en el mercado interno.

“Ambas normativas surgen de la necesidad concreta del sector y de los usuarios y usuarias y están enfocadas a la sustentabilidad de la producción agrícola en sus distintas escalas, periurbana, familiar y extensiva, y al cuidado de la salud pública”, expresó la presidenta del Senasa, Diana Guillén.

Por su parte, el director nacional de Protección Vegetal del Senasa, Diego Quiroga explicó: “Estas dos nuevas normativas son un nuevo paso que damos para el cuidado del ambiente, de la salud humana y animal”, y agregó: “Dando respuesta a las demandas del sector agrícola, para fortalecer el uso de productos biológicos que viene creciendo año a año y complementa la utilización de productos de síntesis química. Ambas normativas son el resultado de un trabajo interinstitucional de los sectores público y privado”.

Elaboración participativa

Desde el Senasa destacaron que antes de su publicación, ambos proyectos de norma tuvieron su etapa de consulta pública donde se recibieron más de 100 aportes, comentarios y sugerencias, de las cuales muchas se tomaron para nutrir las mismas. Sumado a esto, se recibieron distintos mensajes de apoyo a estas propuestas normativas del organismo que estuvieron en consulta pública durante 60 dias, sobre bioinsumos y biopreparados.

“En ese sentido, las nuevas normas surgieron para dar respuestas a la necesidad concreta del sector productor de insumos y de sus usuarios, y están enfocadas a la sustentabilidad de la producción agrícola en sus distintas escalas incluida la agricultura familiar. Consideran aspectos nutricionales, fitosanitarios y de sustratos entre otras categorías como complemento o remplazo de productos de síntesis química”, dijo el Senasa.

Biopreparados

La resolución referente a biopreparados establece la creación de un inventario de protocolos autorizados por el Senasa, que será de acceso y dominio público, y de una Comisión asesora interinstitucional con participación del Senasa, el INTA, la Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación, el Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Inafci), representantes de universidades, del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, y de todas aquellas instituciones que la autoridad de aplicación considere pertinente, a fin de analizar propuestas y proponer protocolos dando apoyo técnico a la autoridad de aplicación para su aprobación e incorporación en el inventario.

“La utilización de biopreparados es una realidad, se elaboran y se comercializan. Estos productos se aplican en cultivos que luego son alimentos, por lo que la conservación de la inocuidad es el principal aspecto a abordar”, señaló la coordinadora de Agricultura Familiar del Senasa, Lucía González Espinoza.

Bioinsumos

Sobre bioinsumos, la nueva normativa establece y actualiza el procedimiento de registro de dichos productos destinados a la protección vegetal y nutrición de los cultivos y, en ese sentido, establece las obligaciones y requisitos técnicos para tal fin.

El objetivo es evaluar los estándares de inocuidad y efectividad de ésta categoría que comprende a cualquier producto que consista o haya sido producido por microorganismos o macroorganismos de origen animal o vegetal, extractos o compuestos bioactivos obtenidos a partir de ellos, y estén destinados a ser aplicados como insumos en la producción agrícola, con fines nutricionales, estimulación vegetal, enmiendas, sustratos, protectores de origen biológico o para la protección del cultivo.

Los bioinsumos constituyen una alternativa y un complemento al empleo de productos fitosanitarios y fertilizantes de síntesis química, que vienen evidenciando una creciente demanda en el mercado para el manejo de plagas y fertilidad de los cultivos, estimada en alrededor de un 15% anual, desde hace una década.