Compatibilizar la producción agropecuaria con la conservación es posible mediante el ajuste de las prácticas de manejo y la definición de espacios que pudieran funcionar como refugios para distintos grupos de organismos.
La misión y visión de la red CREA incluye a la sostenibilidad como eje central de trabajo de las empresas agropecuarias desde los inicios de la institución. En ese marco, el Área de Ambiente de la Unidad de Investigación y Desarrollo de CREA viene emprendiendo diferentes iniciativas, una de las cuales es InBioAgro, un proyecto que nace en 2021 y que está orientado a promover la conservación de la biodiversidad en establecimientos productivos. Esta iniciativa comenzó en la macro región Chaqueña con el financiamiento de Land Innovation Fund, como parte del Proyecto de Soja Sostenible impulsado entre CREA y Acsoja.
“Existe una tendencia global creciente sobre la necesidad de implementar manejos agropecuarios eficientes, que permitan producir alimentos preservando la salud del ambiente. Desde InBioAgro creemos que las alianzas entre los sectores interesados y la co-construcción de estrategias entre productores y especialistas en biodiversidad, son la clave para afrontar el desafío de desarrollar sistemas productivos más sostenibles”, comentó la Lic. Mayra Varela Ituarte, técnica de implementación del proyecto en las regiones CREA del Gran Chaco Argentino.
Con el fin de generar una línea de base, durante los meses de noviembre y diciembre se están llevando a cabo monitoreos de biodiversidad en 12 establecimientos productivos pertenecientes a las regiones CREA Chaco Santiagueño, NOA y Córdoba Norte (localizados en las provincias de Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba). El Protocolo de Monitoreo fue desarrollado por un grupo de investigadores de Tucumán pertenecientes al Instituto de Ecología Regional (IER-Conicet) y fue puesto a prueba por biólogos y técnicos especializados.
Los monitoreos se extienden durante dos días en cada uno de los establecimientos, y abordan la identificación de especies de aves, vegetación, insectos polinizadores, macro y meso fauna del suelo, y también el relevamiento de mamíferos mediante el uso de cámaras de monitoreo de fauna. Durante la jornada, los productores y sus equipos de trabajo acompañan a los técnicos para capacitarse sobre las distintas técnicas de muestreo e intercambiar conocimiento.
Marianela Colla, perteneciente a una empresa del Grupo CREA Sierras Chicas de la región Córdoba Norte, luego de haber participado del monitoreo en su campo, sostuvo: “Fue super positiva la visita. Por un lado, me sentí como si estuviera de vacaciones en mi propio campo, lo estuvimos recorriendo con personas que no conocía (por los técnicos expertos), hablando de temas diferentes a los habituales para mi, y sobre todo observando al campo de una manera totalmente distinta a la habitual. Y por otro, creo que la información que va a salir de todas las mediciones va a ser super interesante para conocer la biodiversidad que tenemos en el campo”.
Según compartió Federico Fritz, coordinador del proyecto InBioAgro, la definición de la línea base es el cuarto paso de una metodología para llevar adelante la gestión de la biodiversidad en agroecosistemas, que nos permitirá evaluar en sucesivas campañas las estrategias de mejora implementadas.
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