Un proyecto busca contribuir a la evaluación de riesgo y toma de decisiones en el manejo y control de la plaga en América del Sur.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) participó de la presentación del proyecto piloto “Sistema Regional de Monitoreo, Gestión y Alertas por Langostas” que busca innovar en la materia, contribuyendo de manera digitalizada con los procesos para evaluación del riesgo y toma de decisiones respecto de la prevención y manejo de esta plaga en la región sur del continente americano.
La presentación tuvo lugar durante el Seminario virtual “Acción de Cooperación Técnica sobre Inteligencia Fitosanitaria Prospectiva” organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola (IICA) y el Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur (Cosave).
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Caio Rocha, representante en Argentina y coordinador de la Región Sur del IICA, y de Josué Carrasco, actual presidente del Cosave.
Durante el encuentro se destacó que el sistema piloto presentado ha sido construido en forma colaborativa por los países pertenecientes al Comité. También se compartieron los logros en el fortalecimiento de capacidades para respuesta a emergencias.
Participaron por el Senasa, Diego Quiroga, director nacional de Protección Vegetal y Héctor Medina, coordinador del Programa Nacional de Langostas y Tucuras, quien además estuvo a cargo de coordinar el desarrollo del mencionado proyecto piloto regional. En tanto por el IICA, estuvieron presentes la especialista internacional en Sanidad Agropecuaria e Inocuidad, Lourdes Fonalleras y el director de Cooperación Técnica, Federico Villarreal, quienes hicieron hincapié en la importancia de la cooperación técnica y la integración regional.
Este piloto recoge la preocupación del IICA en contribuir con la digitalización de la agricultura y el impulso de la inteligencia fitosanitaria por parte del Cosave, que lo incluyó en su Plan Estratégico.
El Sistema
El sistema de alertas por langostas incrementa la capacidad de anticipación y respuesta, sistematizando información de monitoreo a través de una aplicación móvil que captura la información directamente desde el campo en los diversos países y pone a disposición dicha información de forma rápida.
En ese sentido, para Quiroga “la alerta para prevenir, para no llegar tarde al control de la plaga y para la toma de decisiones, es fundamental y tener este tipo de herramientas posibilita tener un mejor uso de los recursos y una mayor eficiencia.”
El carácter regional del sistema permite que esto ocurra en forma simultánea en los países de la región, facilitando y agilizando los procesos de análisis de riesgo de plagas en tiempo cercano al real en los diversos países, sin tener que esperar a la decisión y acción humana de comunicar que, en ocasiones, toma tiempo.
El envío de alertas o notificaciones automáticas, ante la detección de la plaga, mejora la comunicación entre las Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitaria (ONPF) y permite alertar al sector privado sobre la situación de la plaga en tiempo real. Los especialistas de las ONPF accederán a una única plataforma para la visualización de la información de monitoreo y gestión de la información (SIG Langostas), todo lo cual facilita la toma de decisiones e implementación de medidas fitosanitarias.
Las langostas
Son plagas migratorias y transfronterizas por lo cual su manejo debe realizarse con la implementación de estrategias internacionales y escala regional.
En la región Cosave, se encuentran distribuidas tres especies de langostas: Schistocerca interrita, Schistocerca piceifrons peruviana y Schistocerca cancellata
La langosta sudamericana S. cancellata, la especie más relevante de la región por el nivel de daño ha tenido un resurgimiento en 2015, luego de 60 años de calma, afectando a Argentina, Bolivia y Paraguay, y amenazando a Brasil y Uruguay durante el año 2020.
La dispersión de la plaga obligó a los países a declarar emergencias nacionales, afianzar los vínculos, mejorar la comunicación y redoblar esfuerzos para poder contener la plaga, evitando así daños a la producción agropecuaria, las reservas naturales y contribuyendo a la seguridad alimentaria de los países. No obstante, con el uso de tecnología y aplicando Inteligencia Fitosanitaria se puede mejorar ampliamente la capacidad de respuesta ante brotes de langostas que sufren los países.
Por ello, este proyecto es clave. “En Argentina, la emergencia por langosta de los últimos años nos llevó a preocuparnos y ocuparnos, pero al ser una plaga migratoria y transfronteriza, no alcanza con lo que se hace a nivel nacional, hay que mirar más allá de las fronteras y esto lo tenemos claro los países de la región” concluyó Medina.