Pese al calor y las plagas, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires espera una cosecha de 56,5 millones de toneladas.
Las recientes lluvias registradas en el centro y norte y oeste del área agrícola nacional mejoraron la condición hídrica de los planteos tardíos de maíz con destino a grano comercial.
“El efecto de la ola de calor sobre fechas de siembra de mediados y fines de noviembre ha impactado en el rendimiento potencial” aclararon especialistas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y añadieron que “en lo que respecta a siembras de mediados y fines de diciembre, en gran parte de los casos han superado el período de estrés hídrico y altas temperaturas sin mermas importantes de potencial”.
Además, los técnicos de la BCBA advirtieron que “la presencia de la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis) ha infectado lotes tanto con Spiroplasma kunkelli como con virus del rayado fino generando pérdidas de variada intensidad en planteos tardíos del centro y norte de Córdoba y Santa Fe, Núcleo Norte y Entre Ríos”. De cualquier manera, los profesionales mantuvieron la proyección de producción en 56,5 millones de toneladas.