Desde BASF señalan las enfermedades que perjudican el rendimiento del cultivo y plantean las herramientas más recomendadas hacer frente a esta situación.
Garantizar una óptima calidad de los cultivos y mejorar los rendimientos en cada campaña es cada año más importante para los productores.
A medida que la soja se acerca a los momentos del año de mayor susceptibilidad, hay ciertas plagas y hongos y errores de monitoreo, manejo y control que pueden afectar el rendimiento del cultivo.
La afectación de plagas, como orugas, chinches, coleópteros, entre otros, puede ocurrir desde el comienzo del desarrollo del cultivo, ya que algunos insectos migran de cultivos anteriores o de servicio. En este caso, el tratamiento de semillas y las inspecciones en el cultivo debe ser constante mediante el uso de recursos que indiquen la infestación de la zona de plagas. Luego, se puede definir si es necesario el uso de insecticidas. En este sentido, BASF cuenta con la Unidad Anti Plagas, un paquete integrado por tres insecticidas que actúan de forma complementaria e integrada para controlar las plagas y darle una solución efectiva al productor rural.
Es importante que los productores estén atentos a las alternativas químicas existentes para el control de plagas. Fastac Duo, Pirate y Nomolt son los 3 insecticidas que componen la Unidad Anti Plagas. El primero actúa en todas las fases de desarrollo del insecto, con acción sistémica y de contacto. El segundo amplio espectro, rápido control y presenta un nuevo modo de acción ideal para el manejo anti-resistencia. El último es ideal para el control integrado de plagas, con gran persistencia que ofrece control en los primeros estadios larvales. Estas 3 soluciones robustecen el portfolio de soluciones integrales que ofrece BASF al productor agropecuario.
Sumado a un monitoreo frecuente del campo, la aplicación de un fungicida eficaz es fundamental para garantizar la alta productividad y evitar pérdidas en los lotes. Para esto BASF cuenta con Priaxor, el nuevo fungicida para soja que brinda la última tecnología con más días de protección, contundente control de enfermedades y que refleja un mayor rendimiento por hectárea al mejor costo. Esta solución brinda un efecto preventivo, curativo y de acción prolongada para el control de Enfermedades de Fin de Ciclo (EFC) y Roya de la Soja al mejor costo.
Las enfermedades de fin de ciclo se denominan así porque los síntomas y signos se hacen visibles cuando el cultivo entra en su etapa final. Suelen iniciarse en el último período del cultivo, a partir de tres factores: el cultivo de soja, los patógenos presentes en el cultivo tanto como latentes en el rastrojo, y las condiciones ambientales como lluvias frecuentes, horas de mojado foliar y temperaturas medias.
La Mancha marrón, Tizón de la hoja y Mancha ojo de rana, entre otras son enfermedades con períodos de latencias largo. La colonización de la planta por el patógeno se da en estadios tempranos del cultivo, pero la sintomatología que indica su presencia se manifiesta mucho después. En el caso de Priaxor, la aplicación debe realizarse a partir de los períodos reproductivos, en etapa de formación de vainas, previo a la aparición de los primeros síntomas.
“Es importante que los ingenieros agrónomos y expertos monitoreen la soja desde el inicio de la siembra para que eso permita aplicar mejor el funguicida llegada la instancia. La clave del monitoreo es prevenir las mismas, siendo aquí donde BASF ofrece la solución con productos útiles para mitigar los riesgos de enfermedades y malezas”, concluye Aimar Pena, Gerente de Cultivos de BASF.