El pasado jueves comenzó una imprevista mejora de las condiciones climáticas en EE UU a partir de la llegada de abundantes lluvias que desterraron las previsiones de sequía que complicaban las cosechas de granos.
Los precios de los granos iniciaron la semana con bajas en el mercado de Chicago, lideradas por la soja que marcó un retroceso superior a los US$ 13, debido principalmente a un rotundo cambio de los pronósticos climáticos para las zonas productoras de Estados Unidos.
De esta manera, en términos generales los granos continuaron a la baja en línea con los resultados adversos del viernes pasado, en un contexto en el que la soja, en particular, acumuló su quinta jornada consecutiva con números negativos.
El contrato de julio de la oleaginosa cayó 2,40% (US$ 13,32) y finalizó en los US$ 540,96 la tonelada, mientras que la posición agosto bajó 2,78% (US$ 15,16) y se posicionó en US$ 529,57 la tonelada.
En tanto, el maíz retrocedió 3,68% (US$ 9,94) y cerró a US$ 259,53 la tonelada, y el trigo marcó una merma de 0,91% (US$ 2,30) y concluyó la jornada a US$ 247,84.
El responsable de Análisis de Mercados de la consultora Grassi, Ariel Tejera, explicó que “en esta época del año, el clima en Estados Unidos suele tener un rol protagónico como driver del mercado”.
El pasado jueves comenzó una imprevista mejora de las condiciones climáticas en los Estados Unidos a partir de la llegada de abundantes lluvias que desterraron las previsiones de sequía que estaban complicando las cosechas de los granos.
Para entender la volatilidad de los precios ocurrida en los últimos días, a esta situación en el país del norte deben agregarse las condiciones climáticas adversas que están ocurriendo en Brasil.
El economista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Guido D’Angelo, indicó que “de proseguir estas dos sequías, los precios hubieran seguido incrementándose porque los rindes productivos estaban a la baja”.
“Lo que se empezó a ver desde el jueves es un frente lluvioso completamente inesperado en Estados Unidos y los pronósticos de las próximas semanas muestran que hay un panorama bastante más húmedo del que se esperaba. Eso está llevando los precios a la baja porque se espera más producción”, agregó D´Angelo al explicar el cambio de tendencia.
Sin embargo, Tejera estimó que “de cara al nuevo ciclo, salvo alguna sorpresa en materia de superficie, aun con clima a favor la producción podría ser insuficiente para cubrir niveles de demanda similares a los de la campaña actual en soja”.
Teniendo en cuenta los recientes reportes del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), “aquel país no contaría con margen por el lado de la oferta como para enfrentar una mala campaña”, ya que “finaliza el ciclo 2020/21 con bajas existencias de stocks en soja, y poco holgados en el caso del maíz”, adicionó el analista de Grassi.
A pesar de los resultados negativos de las últimas jornadas, los precios de los granos prosiguen en valores elevados, con la soja por encima de los US$ 540 por tonelada y el maíz sobre los US$ 259, montos por encima de los registrados entre los años 2013 y 2019. No obstante, de cara al próximo mes y medio, Tejera señaló que “no hay que descartar la posibilidad de continuar transitando en un mercado sinuoso, con marcada volatilidad, de la mano de la evolución del clima en Estados Unidos”.
Por su parte, D´Angelo apuntó que la situación actual “puede afectar un panorama de mediano plazo en tanto sea sostenida” y precisó que en los próximos meses se verá “si este clima húmedo ayudó a mejorar los rindes o no”, pero “las condiciones climáticas estadounidenses por sí solas no van a modificar la curva de precios”, sostuvo.
Sobre el impacto que la novedad puede tener sobre Argentina, el analista de la BCR reflexionó que “cualquier dinámica bajista de precios internacionales le complica a nuestro país el ingreso de divisas y los ingresos fiscales vía cobro de retenciones”.
No obstante, el economista reseñó que “ya en estos primeros 5 meses del año, el país se aseguró US$ 10 mil millones completamente inesperados que llegaron por el rally alcista de precios que arrancó el año pasado”.