Las precipitaciones del fin de semana trajeron un respiro necesario para la mayoría de los cultivos, aunque el maíz temprano enfrenta dificultades debido a la alta humedad residual en los granos
Las lluvias del fin de semana en la región núcleo trajeron un alivio esperado y necesario. Según informaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) se registraron precipitaciones significativas que varían en intensidad a lo largo de la región, destacándose especialmente en el sur de Santa Fe y el noreste de Buenos Aires.
En localidades como Maggiolo y Chovet, los milímetros acumulados alcanzaron los 106 y 84 respectivamente, mostrando el impacto positivo de estas lluvias en áreas donde las reservas de agua venían siendo regulares.
Según explicó Marina Barletta desde la Guía Estratégica para el Agro (GEA), estas lluvias llegan en un momento crítico para el desarrollo de los cultivos, permitiendo el llenado y formación de granos en las cosechas de segunda y completando este proceso en las de primera, que presentaban cierto retraso. Asimismo, los maíces tardíos se beneficiarán significativamente de estas precipitaciones, mejorando las expectativas para la cosecha.
Sin embargo, no todas las noticias son positivas. El maíz temprano, listo para la cosecha, enfrenta desafíos debido a la alta humedad residual en los granos y las continuas lluvias, que dificultan su secado final y pueden complicar la recolección.
La previsión para los próximos días indica que la inestabilidad climática persistirá hasta el viernes por la mañana, con posibilidades de lluvias intermitentes. A pesar de esto, se esperan mejoras temporales con algunos momentos de sol, lo que podría ofrecer un respiro en el proceso de secado de los cultivos más avanzados.