Esta edición estuvo dedicada a estuvo dedicada a la industria de alimentos y bebidas, uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina.
El Centro Argentino de Ingenieros realizó su tradicional Semana de la Ingeniería (SI), un evento con 85 años de trayectoria, pensada para compartir experiencias y oportunidades que contribuyan al desarrollo de la Argentina. Bajo el lema “Argentina: de granero del mundo a las góndolas internacionales”, la SI 2024 estuvo dedicada a la industria de alimentos y bebidas, uno de los sectores más dinámicos de la economía. El evento, contó con seis paneles y puedo seguirse también vía streaming.
Javier Goñi, CEO de Ledesma y presidente de la Semana de la Ingeniería 2024, señaló que “detrás de cada alimento que consumimos hay un montón de ingeniería, talento y procesos que muchas veces no se tienen en cuenta” y remarcó la agenda de sustentabilidad que se aplica en toda la industria: “El concepto de economía circular está presente desde los orígenes en la industria de alimentos y bebidas porque se trata de conservar recursos para seguir creando valor agregado”.
Bajo la consigna de “El Desafío de Alimentar al Mundo”, Goñi destacó la palabra “desafío”, porque “eso nos enseñan a los ingenieros, a tomar los desafíos y encontrarles soluciones superadoras e innovadoras en distintos escenarios”, explicó Goñi.
El CEO de Ledesma, recordó que cuando se conformaron las primeras industrias en la Argentina durante el siglo XX, estas trajeron progreso, desarrollo, profesionales, empleos y se conformaron ciudades. La industria de la alimentación fue una de las primeras, y la más federal de todas porque se establece en donde están las materias primas. En el caso de Ledesma, que nació en Jujuy hace 116 años. Su primer trapiche llegó en barco desde Europa, luego fue en tren a Tucumán y finalmente en carretas a lomo de burro hasta Libertador General San Martín.
La SI 2024 contó con la presencia de varios referentes de la industria, entre ellos, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) y empresas como Arcor, Nestlé, Mondelez, Salentein, Danone, Grupo Bimbo y Georgalos y Quilmes, entre otras. Además, estuvo presente el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella.
Los líderes de las principales empresas de la industria alimenticia se reunieron para abordar los desafíos del sector y explorar nuevas formas de innovar y contribuir al desarrollo argentino.
Los ejes temáticos de esta edición incluyeron: Ingeniería en la Industria de Alimentos, Sustentabilidad, Biotecnología e Innovación, Economías Regionales, Talento, Mercados Externos y Comercio Exterior.
En el panel de Sustentabilidad se reflexionó sobre el escenario para los próximos años y el impacto de los sistemas alimentarios en el planeta. Hoy la producción de alimentos implica ¼ de las emisiones de gases de efecto invernadero que podrían aumentar hasta el 50% para el 2050. Además, el 70% del agua dulce extraída, la mitad de la tierra habitable y el 70% de la deforestación global están afectadas a la producción de alimentos. El desafío sistémico es como ser más sostenibles en un mundo donde un tercio de los alimentos se pierden o se vencen.
En línea con el desafío de alimentar a un mundo, la biotecnología y la innovación son claves. En el panel sobre estos temas se proyectó que hacia 2050 la población mundial va a superar las 10 mil millones de personas, y vamos a necesitar un 70% más de alimentos. El modo actual de producción no es suficiente y, por eso, hay que buscar formas alternativas de producir alimentos. No se trata solamente de producir más con menos, sino también pensar en cómo redirigir la producción actual para hacer un uso más eficiente de la materias primas disponibles que implique redirigirlas a otros usos.
Las economías regionales son importantes generadoras de divisas y empleo en todo el país. No obstante, los participantes coincidieron en la necesidad de mejorar la competitividad y, sobre todo, en la necesidad de que el Estado invierta en infraestructura para ofrecer mejoras en la logística y reducir también los costos, que hoy duplican a los de los países vecinos.
En el panel de Talentos, se planteó que la formación y retención de talentos es fundamental como vector de desarrollo de la industria. Los ingenieros y profesionales argentinos son reconocidos por su liderazgo, capacidad y formación y las industrias locales son polos de formación de profesionales que luego son requeridos en el exterior. En este marco, en los últimos años se trabajó para reducir la brecha de género y hoy hay mujeres líderes en todas las ramas de la industria de la alimentación y en su cadena de valor.
El último de los paneles se tituló “Mercados y Comercio Exterior” y estuvo centrado en debatir y conversar sobre la posibilidad de aumentar las exportaciones, generar nuevos mercados y sumar valor en nuestros envíos al exterior. Los panelistas coincidieron en que es fundamental eliminar la incertidumbre regulatoria y avanzar en una agenda desregulatoria articulada entre los sectores público y privado. Hoy no alcanza con estabilizar la macro: hay que ganar nuevos mercados trabajando en conjunto con el Estado, incentivar el crédito y trabajar en la tecnificación de la industria, que es una de las grandes deudas pendientes en un sector donde el 80% de las industrias son Pymes.