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Las lluvias tempranas impactarán en la planificación agrícola

El cambio climático previsto por el INTA trae lluvias inesperadas que aceleran el inicio de la temporada, brindando una recarga temprana de agua en el suelo.

Climáticamente, septiembre suele ser el primer mes del periodo cálido, momento en el que comienzan a desarrollarse las primeras tormentas en la región pampeana. Por esto, se trata de un momento clave para planificar y evaluar el agua disponible ante las decisiones de siembra de cultivo de gruesa y para los trigos implantados.

Luego de varios inicios de primavera con escasez de precipitaciones y, tal como anticipó el INTA en julio, las perspectivas indicarían que, durante los primeros días de septiembre, se presentarían condiciones atmosféricas propicias para el desarrollo de lluvias y tormentas en amplias zonas productivas del centro y el litoral del país.

“Esta situación es muy beneficiosa porque permite una temprana recarga del agua el suelo para los lotes destinados a cultivos de gruesa y para las necesidades de trigos macollados”, destacó Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA. Y agregó: “que se proyecte una campaña con mejor regularidad en las lluvias es muy bueno para la planificación agropecuaria y la rotación de cultivos”.

De acuerdo con Mercuri, estas lluvias “ayudarían a recomponer el agua en zonas que aún no salieron de la situación deficitaria, luego de los casi 4 años de sequía, como el oeste y noroeste de Buenos Aires, amplias áreas de Córdoba, La Pampa, sur y norte de Santa Fe, el litoral mesopotámico y provincias del norte del país”.

Por otra parte, Natalia Gattinoni, meteoróloga del Instituto de Clima y Agua, indicó: “Estamos iniciando la campaña 2023-24 con lotes en condiciones límites de agua disponible. En este contexto la expectativa de lluvias a corto plazo se vuelve de importancia por parte de los productores del área agrícola centro, pero también norte del país”.

“Dejamos atrás al fenómeno climático La Niña, para comenzar a transitar El Niño, en un momento en el que éste fenómeno tiende a comenzar a influir en las lluvias que pueden renovar las reservas de agua, tanto en la capa superficial como en profundidad, y resulta un aporte para los cultivos ya implantados”, explicó Gattinoni.

En esa línea, Mercuri recomendó “conocer y evaluar el agua disponible en el suelo en diferentes ambientes en los lotes agrícolas, no solo en el horizonte superficial, sino también en profundidad, sobre todo para las decisiones de siembras temprana”. Así también, “es muy importante toda practica de conservación de agua en el suelo, recarga y almacenamiento de agua para aguadas para ganadería”.

De acuerdo con el último informe semanal del Instituto de Clima y Agua, para los próximos 6 días se registrarían lluvias y tormentas de variada intensidad sobre el NEA, Buenos Aires (norte y este), Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán. Algunas podrían ser muy intensas con abundante caída de agua, ráfagas y ocasional caída de granizo, especialmente sobre las provincias del NEA. A su vez, se prevén probables lluvias y nevadas de variada intensidad sobre zonas cordilleranas de la Patagonia y de Mendoza. De este modo, las precipitaciones serían superiores a lo normal en el NEA, el NOA (sur), Bs. As. (centro) y la Patagonia (oeste).

A partir del 5 de septiembre, el pronóstico indicaría lluvias y tormentas de variada intensidad sobre el NEA, Cuyo (sur) y región Pampeana (oeste y sur). Habría lluvias y nevadas de variada intensidad sobre la mayor parte de la Patagonia, especialmente sobre zonas cordilleranas. De esta manera, las precipitaciones pronosticadas resultarían superiores a las normales sobre el NEA, áreas de Cuyo y de la Patagonia.

La tendencia trimestral

Las condiciones climáticas estacionales que regirá durante la campaña de gruesa estarán marcadas por el evento El Niño y otros forzantes oceánicos que proyectan una tendencia de lluvias normales o superiores a lo normal, en especial avanzada la primavera y durante el inicio del verano.

“Las dos herramientas con las que contamos para informarnos sobre el factor climático -uno de los componentes del riesgo agrícola presente en una campaña- son los pronósticos a corto y largo plazo, que nos permiten tomar decisiones para reducir este riesgo”, puntualizó Gattinoni.

En cuanto a los pronósticos a largo plazo, la especialista puntualizó que “se actualizan una vez por mes y su información incluye los pronósticos climáticos estacionales como el seguimiento del desarrollo del fenómeno de El Niño Oscilación del Sur”.

Según la actualización de los modelos internacionales, a partir de este trimestre, las perspectivas de precipitaciones entre normales a superiores a las normales tienden a aumentar a partir de este trimestre en particular sobre las áreas agrícolas del centro y este del país.