Durante un taller en Catamarca, especialistas de Argentina y países vecinos actualizaron protocolos, realizaron prácticas de campo y adoptaron nuevas tecnologías como el sistema ULV para enfrentar potenciales brotes.
Con la mira en el fortalecimiento de la cooperación regional y el entrenamiento en nuevas tecnologías el Senasa y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), realizaron en Catamarca un Taller de actualización del Programa Nacional de Langostas y Tucuras con la asistencia de expertos internacionales y especialistas del sector público y privado, de Argentina y de la región.
En el encuentro, realizado del 25 al 28 de noviembre en las instalaciones del INTA Catamarca los profesionales del Senasa aportaron su experiencia como referente nacional e internacional en el manejo de esta plaga.
Durante las jornadas se abordaron conceptos técnicos, se realizaron prácticas de campo además de una recorrida por la zona de cría permanente de la plaga; se fortalecieron mecanismos de cooperación regional para la atención de potenciales brotes de langosta y se efectuó un entrenamiento en el uso de nuevas tecnologías, para nuestra región como: la Ultra Bajo Volumen (ULV por sus siglas en inglés), un método de control sustentable, eficaz, rápido y con bajo requerimiento de agua, especialmente útil en zonas áridas donde el recurso es limitado, el cual es utilizado por la FAO desde hace 35 años en África y Asia.
Durante el acto de entrega de equipamiento ULV por parte de la FAO, la presidente del Senasa, María Beatriz “Pilu” Giraudo Gaviglio destacó que el Taller fortalece la acción coordinada entre gobiernos nacionales, locales, organismos públicos y privados necesaria para controlar la plaga.
Este evento se suma al desarrollado en abril del 2025, impulsado por FAO y Senasa que tuvo lugar en Tucumán y Catamarca, luego de la declaración de la emergencia fitosanitaria por esta plaga.
La langosta sudamericana es una plaga migratoria capaz de formar mangas desplazándose a grandes distancias. Puede generar daños significativos en cultivos y pastizales. Es por ello que el fortalecimiento regional, mediante la articulación de acciones estratégicas, el fortalecimiento de las capacidades y la aplicación de nuevas tecnologías, resultan indispensables para la prevención de esta plaga en pos de la protección vegetal.





