Nicolás Pino, titular de la Sociedad Rural Argentina, describió las dificultades económicas de los productores agropecuarios.
“Espero que no. Pasaron muchos años, y pasamos muchas circunstancias y realmente volver a una situación así después de 14 años parece lamentable” respondió Nicolás Pino, titular de la Sociedad Rural Argentina, ante la consulta por la política agropecuaria nacional y su parecido con las del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en 2008.
En una entrevista publicada por el diario Perfil, el dirigente explicó que “la Mesa de Enlace decidió hacer una jornada federal de demanda, prevista para el 13 de julio, debido a la falta de fertilizantes y gasoil”.
¿Hay una oportunidad única para la Argentina para la fabricación de fertilizantes en esta situación mundial?
Yo creo que sí. Hablábamos con un técnico de la Sociedad Rural de que tenemos la posibilidad de crecer hasta un 40%, y la verdad se determinó otra situación. La palabra aprovechar queda fea, pero nosotros como país productor de alimentos tendríamos que asumir nuestra responsabilidad y producir más. Pero todo eso se ve limitado porque no están dadas las condiciones, por ejemplo, la falta del gasoil o el doble tipo de cambio que no nos llegue a gastar y quedemos en rojo nosotros. Y esto no se da porque seamos malos produciendo, sino porque la situación es mala. Tan difícil es que probablemente cuando termine la siembra del trigo, estamos sembrando en menos hectáreas que el año pasado.
¿Cómo explicarías esta situación donde el trigo fue el grano que más subió de precio mundialmente y se va a plantar menos?
La situación difícil de la macroeconomía del país hace que el productor tome esas medidas. Justamente porque al no tener certezas en un mercado manipulado, el productor siembra hoy pero no sabe en diciembre cuando va a cosechar, o qué es lo que va a pasar con el trigo. Y al poner el precio nos cuestionamos si vamos a poder venderlo o no. Esa incertidumbre en el productor hace que piense qué hacer con su siembra. No nos olvidemos que los insumos, desde la campaña de siembra pasada de trigo a hoy, han subido los costos enormemente.
El fertilizante ahora está bajando, pero en el momento de compra muchos productores hemos pagado hasta 1.400 dólares la tonelada contra 600 del año pasado. Está muy fino el número. Con todos los aumentos de precios, de todas maneras, el número quedó fino y la lluvia nos juega también una mala pasada.
Y en ese número menor de hectáreas respecto del año pasado, ¿ahora en qué ocupa su campo?
Muchos se han decidido por cebada, que es un cultivo con múltiples propósitos también. Algunos lo utilizan para el pastoreo, otros como cultivo de grano para volcárselo al alimento bovino, para el engorde. Y otro punto importante es el no intervencionismo en ese cultivo, porque sino muchos dirían que, ante la imposibilidad de sembrar, la falta de lluvias, y otras problemáticas, esas hectáreas se deben destinar a alguien que quizás pueda cultivar soja.