La palticultura vive un nuevo auge en el norte argentino de la mano de la tecnología, sanidad y capacitación. Además, suma una variedad: la jujeña Carumbé.
El cultivo de palta atraviesa un nuevo ciclo de crecimiento en el NOA. Tras años de altibajos, marcados por períodos de fuerte expansión y otros de retracción, hoy la actividad vuelve a mostrar signos de recuperación y dinamismo impulsada por una demanda sostenida, mejoras tecnológicas y una mayor estabilidad sanitaria.
“El cultivo de palta ha tenido un auge hace un tiempo, luego decayó, pero desde hace un par de años está en un activo crecimiento en superficie. Los precios han acompañado y las producciones han superado las expectativas que teníamos”, sostuvo Ceferino Flores, coordinador de Investigación del INTA Yuto, en diálogo con Claves del Campo (AM 840 Radio Salta), quien analizó el presente y las proyecciones de la palticultura en la región.

Según explicó el especialista del INTA, la actividad está experimentando un nuevo impulso en el NOA, sostenido por un enfoque técnico más sólido y planificado, que comienza a mostrar resultados concretos. Uno de los avances más relevantes se observa en la sanidad de las plantaciones: años atrás, el cultivo de palta enfrentaba enfermedades que provocaban una alta mortalidad de plantas, mientras que hoy ese problema prácticamente no se registra. La incorporación de tecnología, manejos ajustados al ambiente y una mayor capacitación de los productores permitieron estabilizar el cultivo y sentar las bases para continuar expandiendo la superficie de manera sustentable.
El auge del consumo también acompaña este escenario: la palta se ha convertido en un alimento cotidiano dentro de la dieta de los argentinos, en sintonía con las tendencias globales que asocian su consumo a una alimentación saludable. Flores explicó que es una tendencia mundial y, en Argentina también se está instalano. “Hace un tiempo el consumo per cápita era de apenas 200 gramos por persona, hoy ronda los 900 gramos, pero el techo es mucho más alto, considerando que en México alcanza los 16 kilos por habitante”. En este contexto, el especialista destacó que la palta no sólo aporta nutrientes valiosos, sino que además se ha vuelto un producto de uso masivo en restaurantes, cafés, en el clásico avocado toast e incluso en la elaboración de guacamole en nuestro país.
El guacamole argentino ya es una realidad

En ese sentido, Flores reveló una novedad: “Por primera vez en nuestra historia, se está haciendo guacamole en Argentina. Esa pasta típica mexicana, que combina cebolla, tomate y palta, comenzó a producirse con excelentes resultados. Selenza, -una marca argentina de productos gourmet, con sede en Buenos Aires-, recorrió nuestra zona productiva el año pasado, realizó un estudio de cinco años y decidió producir guacamole localmente”, dijo.
Luego, explicó que el secreto para conservar el producto sin que se oxide está en el agregado de ácidos y el hipercongelado a muy bajas temperaturas.
“Se vende en packs de 200 gramos y es de excelente calidad. La cadena de frío es crítica, por eso se produce en Buenos Aires, donde se concentra el mayor consumo, pero el producto se elabora con materia prima argentina”, señaló.
El potencial económico versus las exigencias agronómicas
Respecto a los desafíos que enfrenta el sector, Flores advirtió que la palticultura exige precisión en la selección del sitio de implantación. “El cultivo es extremadamente exigente en condiciones climáticas y de suelo. Ese es el principal cuello de botella. Si el productor no estudia bien el terreno, después de unos años las plantas pueden morir o enfermarse, porque el suelo no era adecuado o las temperaturas eran demasiado elevadas”, explicó. También mencionó la necesidad de ampliar la base genética: “Tenemos variedades como Hass y Torres, y pronto Carumbé, pero debemos explorar más materiales para utilizar como pie de injerto. El manejo es sencillo, pero requiere equilibrio: demasiada agua mata la planta, poca agua reduce el rendimiento. Es un cultivo exigente, pero también altamente promisorio por sus precios”.
“A esto se suma la competencia de la palta importada, que es un tema a trabajar, porque genera distorsiones en el mercado interno, aunque confiamos en la fortaleza del producto nacional”, contó Flores.
Carumbé, una variedad jujeña con identidad
“Carumbé” significa ‘tortuga’ en guaraní, en referencia a su cáscara dura, firme y coriácea, similar al caparazón de ese animal. Es una variedad nacida en tierras jujeñas, en la Quebrada de Río Piedra, desarrollada por los hermanos Javier y Oscar Jiménez. La iniciativa surgió de un hallazgo accidental: la identificaron en una planta silvestre a la orilla del río Piedra, en una época inusual para la palta, noviembre. En un primer momento no le prestaron demasiada atención, pero luego observaron diferencias en el tamaño, el color, la forma y la textura del fruto. A partir de allí decidieron injertarla y cultivarla, lo que despertó interés entre especialistas nacionales e internacionales.
Sobre sus atributos, se destaca que tiene un color negro brillante muy buscado por los mercados, y es una palta tardía que cubre un momento del año en el que no hay oferta. Su sabor también es particular: deja un gusto anisado, con textura cremosa y un nivel de aceite que le aporta un carácter distintivo.
El desarrollo de Carumbé es fruto del trabajo conjunto entre los productores jujeños y el INTA Salta–Jujuy. “Nosotros apoyamos plenamente a los hermanos Jiménez para que los pequeños productores de la Quebrada sean los guardianes de esta variedad. Queremos demostrar que la palta no se trata sólo de dinero, sino de compromiso y de una forma de vida. Por eso sentimos que Carumbé es parte del alma productiva de nuestro norte”, subrayó Flores.

El material se encuentra actualmente en proceso de registro en el Inase. El año pasado se realizó una primera etapa de marketing comercial para medir la aceptación del consumidor, con resultados muy alentadores. “Estamos trabajando con el Inase para garantizar la propiedad de los descubridores y proteger la variedad. Carumbé es de los hermanos Jiménez, es de Argentina, y alrededor de ella se ha conformado una red de productores e investigadores comprometidos”, señaló.
Jornada clave para el avance de la palticultura del NOA
El próximo 13 de noviembre, en Jujuy, se realizará la Jornada de Actualización Técnica en Producción de Palta, organizada por el INTA Yuto, donde disertará junto a destacados especialistas. Entre ellos, estará el investigador israelí Roberto Nathán, quien abordará la importancia de los pies adaptados a suelos duros y salinos, mientras que la ingeniera Carina Armella, -referente de frutales tropicales del INTA-, presentará estrategias de manejo, producción de plantines y distancias de plantación. Flores, por su parte, expondrá sobre las líneas de investigación que viene desarrollando desde hace más de quince años y presentará oficialmente la nueva variedad “Carumbé”.
Finalmente, Flores invitó a participar de la jornada técnica que se desarrollará el 13 de noviembre por la mañana en el INTA Yuto. “Queremos que los productores, técnicos e ingenieros agrónomos se sumen, porque no se trata sólo de palta. Buscamos transformar el norte argentino en el norte tropical de Argentina, bajo el concepto de Tropicultura. La meta es que nuestra región provea frutas tropicales a todo el país y que estas se integren a la dieta diaria de los argentinos, desde una papaya o un mango hasta un maracuyá”.
El coordinador de Investigación del INTA remarcó la necesidad de consolidar este proceso con la participación de todos los actores. “Es una iniciativa traccionada por productores, técnicos y empresas. El INTA ha sido un actor fundamental, a pesar de las dificultades, para impulsar esta visión. Tenemos todos los ingredientes, solo falta el clic final”, sostuvo. En ese sentido, mencionó proyectos en marcha como la producción de aceite de palta en Tucumán y el hipercongelado de frutas tropicales a cargo de empresas nacionales. “La fruticultura tropical puede transformar la mesa argentina. Si logramos fortalecer el mercado interno, la exportación vendrá sola. Esa es mi visión: primero atender bien a nuestro país, con calidad suprema; el resto llegará por añadidura”, concluyó.
 
		

