Julián Alí, gerente Técnico de San Cristóbal Seguros, afirma que la industria aseguradora se posiciona como un aliado del sector agropecuario a través de productos diseñados para acompañar y resguardarla.
Si bien el campo suele tener una identidad atada a la tradición, hoy es una de las industrias más innovadoras del país y el mundo. Una creciente adopción tecnológica ha permitido potenciar la producción, lograr procesos más eficientes, prevenir problemáticas recurrentes, resguardar las inversiones realizadas y aumentar la rentabilidad. La industria aseguradora se ha convertido en un aliado esencial para su desarrollo, evolucionando a la par para acompañar y resguardar al campo en los distintos puntos de la cadena productiva.
Actualmente, Riesgos Agropecuarios y Forestales es el 6to ramo en producción dentro del universo asegurador, con el 2,75% de la emisión total de la industria. En 2021, la prima emitida para este sector alcanzó los $28,4 mil millones, evidenciando un incremento del 75,3% respecto de los $16,2 mil millones emitidos durante el ejercicio anterior de 2020.
Hoy se asegura aproximadamente el 50% de la superficie sembrada de cultivos extensivos de una campaña, siendo la cobertura por granizo una de las más presentes. Si bien es uno de los factores principales que atentan contra los cultivos, cada vez hay más demanda de coberturas multirriesgo, que cubren la pérdida de rendimiento del productor por cualquier motivo climático.
En la última campaña se vivieron hitos que afectaron en gran medida a productores de todo el país. Uno de los eventos más relevantes fueron las tormentas ocurridas el 30 de noviembre que afectaron a varias zonas de Córdoba y Santa Fe. Lo mismo ocurrió el 12 de diciembre en la localidad de San Jorge. Posteriormente, el 14 de diciembre, Villa Cañás sufrió la caída de granizo con daños importantes que alcanzaron el 100% en algunos casos.
Por su parte, las silobolsas han ganado un protagonismo importante en la industria. En apenas unos años pasaron de ser una herramienta para guardar forraje a convertirse en una solución integral que mejora el almacenamiento, la logística y la comercialización de granos. Sin embargo, con esta creciente adopción también ha aumentado una problemática común en los campos de todo el país: el vandalismo a las bolsas.
Lamentablemente, los ataques contra silobolsas han estado cada vez más presentes en nuestro territorio. En los últimos dos años se destruyeron más de 250 bolsones, lo que representa pérdidas multimillonarias para los productores locales, para la industria y para el país. Esto se suma a las problemáticas climáticas tradicionales y a los accidentes productivos para resaltar el valor de proteger un activo tan preciado.
Contar con un seguro adecuado puede amparar los daños ocasionados exclusivamente a los granos almacenados en silobolsas como consecuencia de múltiples factores como el vandalismo y la malevolencia, así como por incendio, rayo, explosión, huelga, lock out, impacto de aeronaves o vehículos terrestres y humo. También se consideran adicionales como vendaval, tornado, ciclón, huracán, granizo y combustión espontánea, para una cobertura 360°.
Lograr una producción agrícola exitosa conlleva un enorme trabajo y la conjugación de múltiples factores climáticos y humanos para hacerlo posible. Más que nunca, la industria aseguradora se posiciona como un aliado natural a través de productos diseñados para acompañar y resguardar al sector agropecuario – ya sean productores, contratistas rurales, cooperativistas y pooles de siembra, agentes y proveedores de logística de insumos, distribución y almacenamiento, entre otros – en cada uno de los distintos puntos de la cadena productiva.
Por: Julián Alí, gerente Técnico de San Cristóbal Seguros