La razas Braford, Brahman, Brangus y Limangus coronaron a sus grandes campeones en la pista central de la Exposición Rural de Palermo.
Con la presencia de 136 reproductores en la pista central, la raza Braford vivió una de las juras más convocantes del lunes. Carlos Ojea Rullán, referente de la genética bovina en Argentina, estuvo a cargo de la evaluación.
El Gran Campeón Macho fue un toro de dos años de la Cabaña Santa Irene, de Ganagrin SAAG, con base en Gualeguaychú, Entre Ríos. “Alejo”, fue definido por Ojea como “una verdadera máquina de producir carne”, resaltando su volumen, profundidad, línea inferior limpia y gran pigmentación.
En hembras, la Gran Campeona fue “Martina”, una vaquillona intermedia de El Amargo, establecimiento de Eduardo Martínez Ferrario, en Santa Fe. El jurado ponderó su estructura, musculatura, clase y funcionalidad.
Antes de finalizar la jura de los machos, Ojea Rullán invitó al público a apreciar la fila final. “Vean estas culatas, es impresionante ver esto, vale la pena verlo, cuánta carne que hay en la raza, desde los terneros hasta los toros mayores, es realmente impresionante la raza Braford. Realmente una máquina de producir carne”, dijo.
Juan Manuel Alberro, presidente de la Asociación Braford Argentina, destacó la evolución de la raza: “Vemos un biotipo carnicero definido, animales equilibrados, adaptados al medio, con buena cobertura y datos objetivos que respaldan lo visual. Esta línea es la que nos va a consolidar en el mercado interno y en la exportación”.
Además, señaló el esfuerzo realizado en incorporar herramientas como los DEPs (Diferencias Esperadas en la Progenie) como elementos clave para responder a los mercados más exigentes. “En base a esa información podemos seguir mejorando, pero estamos realmente para hablar de calidad codo a codo con las razas británicas tradicionales y con un animal que se adapta a regiones extremas”, dijo Alberro.
Brahman
La raza Brahman también dijo presente en Palermo el lunes, con una muestra de animales adaptados, rústicos y con gran volumen carnicero, y mostrando un número mayor de reproductores en pista que en los últimos años.
El Gran Campeón Hembra Brahman fue para Cabaña Achalay de Labranza S.A., en tanto que Cabaña Marcaojo de Estancia La Pelada se quedó con el premio al Gran Campeón Macho.
“Nuestro Brahman ha llegado hoy con la calidad genética, como se ha venido trabajando, las mejoras que hemos obtenido a nivel de calidad de carnes, a nivel de lo que es la terneza, la precocidad, y estamos dándole al norte no solamente la necesaria adaptación que necesita, sino que le estamos dando una gran oportunidad para mejorar carnes, que es a partir de estas líneas que vimos hoy en pista”, le comentó a El Tribuno Campo Eduardo Saint Martin, gerente Comecial de La Pelada.
La genética Brahman en Palermo se destacó con animales bien pigmentados, con líneas superiores fuertes, prepucios corregidos y buenas circunferencias escrotales.
Limangus
También el lunes, la raza Limangus tuvo una jura con proyección global. El sudafricano PJ Budler, reconocido jurado internacional, estuvo al frente del proceso de evaluación. Budler ha jurado razas bovinas en Estados Unidos, Escocia, Uruguay, Dinamarca, Rusia y otras naciones, y su presencia en Palermo dio realce al evento.
El Gran Campeón Macho fue un ejemplar de Cabaña Los Pirulos de Leonardo Hernández, mientras que la Gran Campeona Hembra fue presentada por la Cabaña La Elisa de Fernando Luis. Ambos animales fueron valorados por su tamaño moderado, buen área de ojo de bife, excelente profundidad de costilla y correcta conformación de carcasa.
Al finalizar la jura de Palermo, Budler explicó las razones de su elección de ganadores: “Tanto el campeón macho como hembra tienen tamaños muy moderados, ambos tienen muy buena conformación de carcasa, buen área ojo de bife, buena profundidad de costilla y también son muy buenos en sus pezuñas, aplomos y andar”. Al entrar a detallar por género, precisó que “la vaca era muy femenina, con una buena ubre, y el macho muy masculino con buenos testículos, y los dos de un mismo tipo de conformación. Creo que representan muy bien a la raza”, y en lo que se refiere a la totalidad de los animales expuestos, ponderó que “a lo largo de toda la exhibición vi buena conformación y cierta uniformidad”.
En cuanto a lo que se puede esperar del desarrollo de la raza en Argentina destacó que “la versatilidad de estos animales les da mucho futuro, porque pueden jugar para distintos mercados, tanto doméstico como externo. Además, hay que valorar que mantienen su actitud maternal, la calidad carnicera y la plasticidad de terminación de los animales”.
Desde la Asociación de Criadores Limangus Argentinos destacaron la importancia de contar con una mirada internacional y celebraron el avance genético logrado en los últimos años.
Este año estamos con casi 16 cabañas, es algo inédito para esta raza, que viene creciendo y estamos muy contentos cómo se está difundiendo la raza en todo el país”, manifestó Gonzalo Villegas, presidente de Proliar.
Brangus
El martes fue el turno de la raza Brangus, que deslumbró por la cantidad y calidad de ejemplares en pista. Alejandro Lauret eligió Gran Campeón Macho a un toro de Cabaña El Porvenir, de Walter Orodá, ubicada en Quilino en el norte cordobés. El animal, de gran estructura y excelente desarrollo muscular, se impuso por sobre una numerosa fila, destacándose por su equilibrio y funcionalidad. Lauret elogió su conformación carnicera, aplomos y expresión racial.
En hembras, la Gran Campeona fue una vaquillona de la cabaña Corral de Guardia de Bellamar Estancias. El jurado subrayó su armonía, feminidad, desplazamiento y capacidad productiva.
Mauricio Groppo, presidente de la Asociación Argentina de Brangus, celebró el nivel alcanzado: “Fue una jura histórica. La cantidad de animales presentados y el profesionalismo de los cabañeros hablan de un trabajo sostenido y federal. Brangus está mostrando lo mejor del norte argentino, pero también de zonas templadas donde se adapta con excelentes resultados”.
El paso de estas razas, herramientas estratégicas para la producción pecuaria en zonas extra pampeanas, volvió a confirmar que la genética bovina argentina está a la altura de los mejores estándares mundiales. Más allá de los premios, los jurados coincidieron en tres aspectos clave:
Homogeneidad: los animales finalistas mostraron una calidad muy pareja, lo que obligó a decisiones técnicas finas.
Funcionalidad productiva: se priorizó a los animales con buen desplazamiento, estructuras sólidas y adaptabilidad a distintos sistemas.
Base de datos objetiva: el uso de DEPs y genómica ya es una constante.
Desde las asociaciones, se resaltó el trabajo a largo plazo y la creciente incorporación de tecnología en los programas de mejoramiento genético.
Palermo es la gran vidriera del campo argentino y cada jura deja tendencias. En esta edición 2025, quedó en evidencia que las razas sintéticas consolidan su presencia con animales equilibrados, rústicos y productivos; que la adaptación al cambio climático es una prioridad, y las como el Brahman aportan soluciones; y que la demanda de mercados internacionales exige genética con respaldo técnico, trazabilidad y calidad.
Por: Belisario Saravia Olmos, El Tribuno Campo, editor
Fuente: El Tribuno Campo