Diferentes soluciones y combinación de tecnologías ofrecen la posibilidad de que el cultivo aproveche todos los recursos ambientales que aseguren el máximo rendimiento bajo un ciclo Niña.
La nueva campaña de siembra de soja tiene por delante 16,7 millones de hectáreas, de acuerdo a los datos presentados por la Bolsa de Cereales porteña, en su última estimación. Sin embargo, la concreción de esta superficie quedará mayormente supedita a la presencia de lluvias a tiempo, rompiendo el patrón climático dominante dado por el tercer evento La Niña consecutivo.
Bajo este contexto productivo, de lluvias erráticas y escasas, las labores agrícolas, así como el crecimiento y el desarrollo del cultivo, será “por pulsos” copiando las heterogéneas precipitaciones, por ende, para esos momentos el cultivo deberá contar con todos los recursos disponibles.
En resumen, el desafío de este ciclo es un ajuste de optimización al máximo.
La ingeniera agrónoma Josefina Mackern, del equipo técnico de Fertiglobal, detalla aspectos y soluciones clave para que la soja aproveche eficientemente cada una de esas ventanas de crecimiento.
Considerando la importancia de aprovechar cada milímetro de lluvias para establecer el cultivo y consolidar el mejor stand de plantas, Mackern indica que, inicialmente, el crecimiento de las raíces asegura que la planta aumente su exploración del suelo.
Entonces, la asesora recomienda el tratamiento de semilla hecho a base de “GALLE”, un complejo nutricional balanceado y equilibrado (a base de nitrógeno, azufre, zinc, hierro y manganeso) para favorecer crecimiento y enraizamiento, y que también tiene efecto bioestimulante, que se puede aplicar vía foliar o al suelo. Además, este producto, especifica Mackern, cuenta con tecnología “Eco-Shield”, un escudo protector para patógenos del suelo.
A este buen establecimiento y óptima nodulación de raíces, hay que sostenerlo en las primeras etapas y nutrirlo a lo largo de todo el ciclo. Como parte de la tecnología FertiGlobal Folimac, “Aureo” ofrece micro y macronutrientes que pueden aplicarse a partir de la segunda a tercera hoja del cultivo. Esta solución fortalece la masa aérea vegetativa, la estructura básica que será fuente para el llenado de granos a partir de período reproductivo.
“Bajo situaciones puntuales, durante los primeros estadíos, también puede optarse por la tecnología FertiGlobal Folikel Manganeso, gracias a que la solución aporta microelementos quelatados, de acción sistémica se promueve la translocación de los elementos en toda la planta. Además, se puede mezclar y dosificar con otros productos, como herbicidas, que favorecen la eficiencia de control”, detalla.
“Los quelatos son sustancias que neutralizan cargas de moléculas y ello ayuda a que el ingreso de un nutriente sea más rápido a la planta”, detalla.
Etapa reproductiva
De aplicación en estado reproductivos, “Rumis”, dentro de las opciones de las tecnologías Fertiglobal “Foliflo”, aporta micronutrientes durante las etapas R1-R3 (inicio de floración hasta formación de vainas) como boro, zinc y los beneficios del alga Ecklonia maxima, que favorece la división celular y mayor cantidad de granos por vaina.
“El alga Ecklonia Máxima es promotora de la fabricación de hormonas vegetales, como auxinas, citoquininas y giberelinas, favorecen el metamobilismo de los carbohidratos”, explica la técnica.
A partir de R3 (inicio de formación de vainas), la solución “OK”, de la tecnología Fertiglobal “Foliarel”, aumento el flujo de asimilados hacia el llenado de granos (más cantidad y más pesados) y también se comporta con un factor corrector de la deficiencia de ciertos nutrientes.
Finalmente, Mackern recomienda dos herramientas dentro de la innovadora tecnología “EnNuVI”, la cual tiene la capacidad de capturar los radicales libres dentro de la planta estresada (antioxidante), los neutraliza y consecuentemente sostiene la formación del rendimiento.
Al momento del llenado de granos, la soja puede estar atravesando diferentes estreses, como hídrico, térmico o de radiación, con lo cual las dos tecnologías de EnNuVi, “Tesan” -polifenoles manganeso- y “Laza” -polifenoles zinc- aumentan las defensas contra el estrés abiótico, concluyendo el ciclo con una planta más sana y fuerte.
Fuente: Fertiglobal