El Gobierno habilitó el ingreso de algunos cortes con hueso a la Patagonia después de más de 20 años. El Senasa impone estrictas condiciones sanitarias y limita su distribución al consumo interno regional.
El Gobierno nacional autorizó por primera vez en más de 20 años el ingreso de carne con hueso a la región patagónica. A través de la resolución 460/2025 del Senasa, publicada este jueves en el Boletín Oficial, se habilitó el traslado de ciertos cortes planos –como el asado, el costillar y el esternón– desde zonas del país libres de fiebre aftosa con vacunación.
La decisión, de alto impacto político y sanitario, había sido anticipada semanas atrás por autoridades nacionales, pero generaba dudas por el rechazo que expresaron varios gobernadores patagónicos y productores ganaderos de la región.
Cambio con condiciones
La norma establece que solo se permitirá el ingreso de carne fresca, refrigerada, proveniente de animales nacidos, criados y faenados en establecimientos autorizados por el Senasa. Los cortes deben ser sometidos a un proceso de maduración mínima de 24 horas, con pH menor a 6, y cumplir con estrictas condiciones de empaque, trazabilidad y transporte.
Quedan excluidos otros productos como carne congelada, medias reses, huesos largos (como el osobuco o el lomo con hueso) y animales enteros. Además, la carne sólo podrá comercializarse dentro del territorio patagónico: está prohibida su reexportación a otras regiones o países.
Reacciones encontradas
El objetivo oficial es ampliar la oferta de carne en la región y favorecer una baja de precios al consumidor. Sin embargo, la medida fue cuestionada por gobernadores como los de Río Negro y Neuquén, que temen un retroceso en el estatus sanitario diferencial de la Patagonia, reconocida como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación.
Desde el sector ganadero local advirtieron que la habilitación podría afectar la competitividad exportadora de la región y romper un esquema sanitario que demandó años de trabajo y consenso.
Se rompe una barrera histórica
La resolución pone fin, al menos de forma parcial, a una de las barreras sanitarias más simbólicas del país. Hasta ahora, el sur del río Colorado marcaba una frontera infranqueable para los cortes con hueso provenientes del resto del país. Si bien Senasa aclaró que la medida no implica un cambio en el estatus sanitario general de la Patagonia, el debate quedó abierto.
Con este nuevo esquema, el Gobierno busca combinar dos objetivos: responder a una demanda de consumidores por una carne más accesible y mantener los estándares sanitarios que hoy posicionan a la Patagonia como un enclave estratégico para exportaciones.
