Martín Beaudeant, gerente de Producción de Chacraservicios, fue entrevistado en el programa Claves del Campo en Radio Salta AM840 y explicó los detalles de lo que fue la campaña 2024 para la producción de camelina. Escuche la entrevista.
La cosecha de la Camelina sativa prácticamente ha concluido a fines de noviembre en el país y desde la empresa Chacraservicios mencionan que esta campaña ha superado las expectativas y se ha incrementado la superficie cultivada en comparación con años anteriores.
El gerente de Producción de Chacraservicios, Martín Beaudeant detalló que este éxito en la producción se debe a la adquisición de Chacraservicios por parte de Bunge y Chevron. “Esta alianza estratégica ha brindado mayor visibilidad al cultivo y ha permitido acceder a nuevos recursos y conocimientos. La incorporación de Chevron, -una empresa petrolera-, al mundo de los biocombustibles es una muestra de la creciente importancia de las energías renovables”.
Actualmente, Chacraervicios tiene como objetivo expandir el cultivo de camelina a nuevas regiones del país, como el NOA, NEA y la Patagonia. Para ello, se están realizando ensayos con diferentes variedades para evaluar su adaptación a distintas condiciones climáticas y de suelo. La idea es demostrar que este cultivo es viable en diversas zonas de Argentina y así fomentar su adopción por parte de los productores.
“La introducción de la camelina en la rotación de cultivos ha presentado desafíos, principalmente relacionados con la adopción por parte de los productores. Sin embargo, gracias a un fuerte compromiso, con el acompañamiento técnico y la demostración de resultados positivos, se ha logrado un crecimiento constante en la superficie cultivada. El objetivo es seguir incrementando las hectáreas y consolidar la base de productores”, relató Beaudeant.
Asimismo, el gerente contó que los resultados obtenidos en la última campaña han sido muy satisfactorios, con rendimientos promedio de 800 kilos por hectárea y picos de hasta 2.000 kilos. “Estos resultados demuestran el potencial del cultivo de camelina y su viabilidad económica”, dijo.
Certificación y sostenibilidad
Sin embargo, uno de los requisitos que necesita el productor a la hora de apostar por el cultivo es la certificación -que no provenga de zonas deforestadas-. “La producción de camelina es fundamental para garantizar su uso en la producción de biocombustibles sostenibles”, mencionó el experto y aseguró que desde la empresa se compromete a cumplir con los estándares de deforestación cero y a reducir las emisiones de carbono: “la trazabilidad del aceite de camelina es clave para asegurar que cumple con los requisitos de las empresas compradoras como Chevron y Bunge”.
“El cultivo de camelina se destaca por su bajo impacto ambiental. Gracias a prácticas agrícolas sencillas y sostenibles, como la siembra directa y la reducción en el uso de agroquímicos, se minimiza la huella de carbono del cultivo. Además, se están implementando estrategias para reducir el impacto del transporte, buscando ubicar las plantas de acopio más cerca de las zonas de producción”, narró.
En ese marco, además de aportar sustentabilidad, el cultivo de la camelina aporta numerosos beneficios al suelo, mejorando su estructura y facilitando la infiltración del agua. Esto se traduce en mayores rendimientos en los cultivos sucesivos, como la soja y el maíz. Al utilizar el agua de manera eficiente y mantener el suelo vivo, la camelina se convierte en una herramienta clave para la intensificación sostenible de los sistemas productivos.
Modelo de comercialización y precios
Por otra parte, el gerente de Chacraservicio contó que la comercialización de la camelina se realiza a través de un contrato de compraventa previo a la siembra, lo que brinda seguridad al productor al garantizarle la compra de toda su producción. “El precio se establece en función de un índice internacional, como el de la soja, más un diferencial fijo. En la última campaña, el precio promedio de la tonelada de camelina fue de 438 dólares, entregada en Vicentín Rosario”, describió y agregó que ese modelo de comercialización ha demostrado ser exitoso, generando confianza en los productores y asegurando la estabilidad del mercado.
A modo de cierre, Beaudeant comentó que se está explorando la posibilidad de expandir el cultivo a las provincias del NOA, donde ya se han realizado ensayos con resultados prometedores. Sin embargo, se requieren ajustes en las variedades y en la fecha de siembra para adaptarse a las condiciones climáticas de la región. A pesar de los desafíos, se vislumbra un futuro promisorio para la camelina en el norte del país, siempre y cuando se completen los ensayos necesarios y se garantice la logística de transporte.