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La batalla contra las malezas se redefine

Con nacimientos más tempranos y un banco de semillas más activo, asesores recomiendan diversificar activos y reforzar el monitoreo. Los nuevos coformulados de UPL apuntan a simplificar el manejo y sostener la eficacia en la campaña.

Con la llegada de un ciclo agrícola con perfiles hídricos más cargados que en años anteriores, especialistas de distintas regiones del país coinciden en que las malezas siguen ganando terreno y complejidad en Argentina y podrían tener una presencia más temprana en esta campaña. El Amaranthus continúa liderando el ranking de problemáticas, acompañado por gramíneas como Eleusine y Echinochloa, y especies emergentes como Commelina o Parietaria. La recomendación común: no perder de vista el monitoreo, reforzar estrategias preventivas con preemergentes y hacer un manejo integrado.

En el centro del país, Julio Gallo, especialista en investigación y desarrollo radicado en Villa María (Córdoba), observa un escenario desafiante: “Además del Amaranthus, tenemos un complejo de gramíneas muy frecuente. Entre ellas, Eleusine es la más complicada, porque nace en un momento en el que los residuales ya no son efectivos porque se gastaron con nacimientos anteriores”, comentó.

En el sur de Santa Fe, Mauricio Durani (Agro Advise) advierte sobre un patrón similar: “Nuestra maleza driver sigue siendo Amaranthus hybridus y las gramíneas de verano como Echinochloa, Eleusine y Digitaria. Y nos preocupa mucho la Commelina, una maleza que la vemos como una amenaza por su gran capacidad de dispersión y porque todos los años está un poquitito más dentro de los lotes, es una maleza para hacerle foco”, destacó.

Más al sur, en la provincia de Buenos Aires, el consultor y capacitador Ramón Gigón describe un panorama donde las malezas invernales dominan: “Raigrás es la número uno, y ya vemos resistencia a Cletodim y a graminicidas de postemergencia en trigo y cebada. También enfrentamos nabo con múltiples mecanismos de resistencia, rama negra, quenopodiáceas y un crecimiento preocupante de gramíneas de verano como capín y Echinochloa”, explicó.

Los especialistas coinciden en que las recientes precipitaciones podrían anticipar nacimientos y obligar a adelantar controles. “En comparación con años secos, las lluvias de los últimos días pueden generar malezas mucho antes de lo previsto. Habrá que monitorear de cerca y quizás intervenir lotes en momentos en los que antes no lo hacíamos”, advierte Gallo.

Durani suma una recomendación clave: “Este año vamos a tener una activación más rápida del banco de semillas. Hay que pensar muy bien los residuales que vamos a usar, sin perder de vista malezas secundarias que luego nos obligan a rescates poco eficientes”.

Manejo integrado y preemergentes como aliados

Para Gigón, una de las claves para esta campaña será diversificar activos: “No usar un solo principio activo como preemergente, sino mezclar para atacar por distintos modos de acción. En crucíferas, productos como Metribuzin, Diflufenican o triacinas en preemergencia están dando buenos resultados, aunque todavía falta una adopción más masiva. En rama negra, el control temprano y el uso de herramientas como Enlist son claves para evitar escapes”, comentó. También señaló avances para girasol, cultivo con pocas alternativas para malezas difíciles: “La mezcla de diflufenican con piroxasulfone que tiene UPL puede ser una herramienta interesante para amaranthus, crucíferas y gramíneas de verano”.

Para Durani una de las claves es no perderle pisada: “Tenemos que estar muy arriba de los lotes y pensar muy bien los herbicidas residuales que vamos a usar para afrontar la problemática”. También destacó que más allá de la maleza driver de su zona, no hay que perder foco “de otras malezas que hoy no le estamos prestando atención y después nos hacen tener ingresos al lote y hacer tratamientos de rescate con eficiencia en el control que no son del todo buenas”. En este sentido, destacó un caso puntual: “La Parietaria es complicada de manejar, pero con Metribuzin se controla bien. Un producto como Shutdown Ultra, que combina Metribuzin, Sulfentrazone y S-Metolaclor, puede ser una opción que además genere residualidad para futuras camadas”.

Pablo Angeletti, gerente de herbicidas y fungicidas de UPL Argentina, señaló que el foco este año de la empresa está puesto en brindar soluciones listas para usar: “Hoy el productor tiene menos herramientas para el control postemergente de gramíneas, por eso uno de los lanzamientos de este año es Lifeline SYNC, que combina glufosinato y S-Metolaclor para un excelente poder quemante y residualidad, pensado para presiembra de maíz y con eficacia también sobre amarantos y coniza” comentó.

Otra novedad es Shutdown Ultra, una triple mezcla de Sulfentrazone, Metribuzin y S-Metolaclor “para presiembra de soja, con un espectro más amplio y pensado para mitigar la resistencia, incluyendo problemáticas emergentes como Parietaria y crucíferas. Su formulación de concentrado emulsionable aporta además un efecto posemergente”, explicó Angeletti.

Para Gigón, este tipo de desarrollos ayudan a resolver un problema habitual en Argentina: “Las mezclas caseras, muchas veces con agua de mala calidad, pueden cortar la eficacia y promover alguna resistencia metabólica al tener una subdosis de ese producto porque lo estamos antagonizando. Con estos lanzamientos de UPL que incluyen dos o tres productos ya coformulados el productor no va a tener ese riesgo de corte, de mezcla o de que empiece a bajar la eficacia de algún producto”. Para el especialista, un coformulado asegura compatibilidad, evita antagonismos y ataca las malezas por distintos modos de acción, retrasando la resistencia.