La Alianza Global de Cooperación de Lucha contra el Fusarium R4T fijó sus prioridades para el 2022.
La coalición de lucha contra la R4T -plaga que amenaza la producción mundial de banano y, con ello, la seguridad alimentaria y nutricional de millones de familias- rindió cuentas de sus logros alcanzados y estableció prioridades para el 2022.
La Alianza Global de Cooperación de Lucha contra el Fusarium R4T mantuvo una reunión en la que se mostraron las fortalezas de su trabajo, a pesar del difícil escenario planteado por la COVID-19 y el impacto del conflicto bélico en el este de Europa.
Aunque se originó en Asia, la R4T se ha ido desplazando hacia el oeste y en 2019 fue detectada en Colombia, lo que encendió la alarma en las zonas tropicales de América Latina y el Caribe, cuyos países están entre los mayores productores y exportadores de banano del mundo. En 2021 se detectó un brote en Perú.
Los actores de la Alianza comenzaron a trabajar en enero de 2020 con el foco en la prevención de la propagación, el desarrollo genético y la educación de los consumidores. La coalición fue constituida formalmente un año más tarde, con el primer objetivo de contener el avance de la considerada “pandemia del banano” y, en el mediano y largo plazo, investigar y desarrollar soluciones de mejoramiento genético.
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) ejerce la secretaría de la Alianza, cuyo comité ejecutivo está integrado por el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA), la Corporación Bananera Nacional (Corbana) de Costa Rica, las compañías Bayer y Chiquita Brands International, la Red Solidaridad y la Universidad de Wageningen de Países Bajos.
“En distintas instituciones de investigación se avanzó mucho en edición génica, con el fin de lograr un banano resistente a la enfermedad, pero sabemos que esa tarea podría llevar de 5 a 7 años. Por eso hoy el manejo agronómico es fundamental para que la plaga no se expanda”, explicó Gabriel Rodríguez, secretario del Comité Ejecutivo de la Alianza y representante del IICA en Paraguay.
Este año la coalición pretende avanzar en investigación científica, ya que la enfermedad actualmente no tiene cura y pone en riesgo la cadena de valor de la fruta, desde los pequeños productores, hasta las empresas comercializadoras y los países con grandes volúmenes de exportaciones.
También se acordó poner foco en consolidar una estrategia de comunicación destinada a productores y consumidores, y a posibles donantes internacionales que puedan colaborar con una tarea imprescindible para asegurar la continuidad del cultivo del banano tal como lo conocemos hoy en día.
“Continuamos esforzándonos por avanzar en nuestra agenda. Hoy es un momento crucial en el que debemos tomar decisiones y para eso contamos con una propuesta de programas y proyectos, que incluyen el esfuerzo de investigación para lograr un banano que atenúe los efectos del Fusarium y una amplia estrategia de comunicación que involucra a toda la cadena del banano”, dijo el director General del IICA, Manuel Otero, y alertó que se necesita “fortalecer aún más la Alianza para salvar al banano, que se encuentra entre los 10 principales alimentos del mundo, por lo que está en juego la seguridad alimentaria y la suerte de productores y consumidores”.