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Invertir para frenar la pérdida y desperdicio de alimentos

En un evento especial se conmemoró el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos 2025.

Para conmemorar el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos 2025, celebrado el pasado 29 de septiembre, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destacó que reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos genera numerosos beneficios socioeconómicos y ambientales y pidió inversiones específicas en toda la cadena de valor agroalimentaria.

“Al tomar medidas para prevenir y reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, podemos lograr un triple beneficio: mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición, brindar beneficios económicos a los productores primarios, las empresas y los consumidores, y reducir el impacto ambiental y climático, protegiendo al mismo tiempo la biodiversidad y reduciendo la contaminación”, afirmó QU Dongyu, director General de la FAO, en un mensaje de video en un evento coorganizado con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) en la sede de la FAO en Roma.

Qu señaló que para aprovechar plenamente estos beneficios es necesaria una gama diversa de inversiones específicas a lo largo de toda la cadena de valor, en particular en los países de ingresos bajos y medios, donde la inseguridad alimentaria y la malnutrición son más frecuentes.

Las áreas clave de inversión incluyen: i) desarrollo de infraestructura para minimizar las pérdidas de alimentos; ii) tecnologías innovadoras para rastrear y reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos; iii) implementación de enfoques de economía circular que maximicen la utilización de los alimentos; y iv) mejorar la capacidad de las partes interesadas para reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos y educar a los consumidores para reducir eficazmente el desperdicio de alimentos.

Se estima que el 13,2 % de los alimentos (1.250 millones de toneladas) se pierde tras la cosecha y antes de llegar al comercio minorista. En 2022, se desperdiciaron más de 1.000 millones de toneladas (19 %) de alimentos en hogares, servicios de alimentación y comercios minoristas. Al mismo tiempo, se estima que el 8,2 % de la población mundial, o unos 673 millones de personas, padeció hambre en 2024, y 2.600 millones no pudieron costear una dieta saludable.

Innovación y colaboración

Qu anunció, además del lanzamiento el año pasado de la Food Loss App (Flapp), la creación de Optiwaste, una aplicación digital que facilita el registro y análisis del desperdicio de alimentos en las escuelas, sirviendo como base para mejorar la calidad nutricional de las comidas escolares y reducir el desperdicio de alimentos.

También enfatizó que abordar la pérdida y el desperdicio de alimentos es un desafío sistémico que requiere la colaboración de todos los sectores.

“Las alianzas sólidas con el sector privado son particularmente importantes para impulsar las inversiones y fortalecer la capacidad necesaria para posibilitar la adopción de nuevas tecnologías e innovaciones”, afirmó.

“Acelerar las acciones para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos es ahora una cuestión urgente y prioritaria para garantizar un futuro sostenible y con seguridad alimentaria para todos”.

El evento, que conmemoró el VI Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, presentó acciones concretas y estudios de caso de Etiopía, Tailandia, Argentina y República Dominicana que buscan reducir significativamente la pérdida y el desperdicio de alimentos. Una mesa redonda destacó los logros de instituciones públicas y privadas en la lucha eficaz contra estos problemas.