En el 29° Congreso Aapresid, Augusto Casmuz de la Eeaoc abordó los efectos de la tecnología Intacta en la producción de soja en el noroeste argentino.
El ingeniero agrónomo Augusto Casmuz, de la Sección Zoología Agrícola de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), disertó en el 29° Congreso Aapresid “Siempre Vivo, Siempre Diverso”, sobre “La adopción de soja Intacta en el NOA: su impacto en la biodiversidad: estado actual y perspectivas”.
Casmuz describió que el área de producción de granos del NOA involucra a unas 1.750.000 hectáreas, donde se cultiva soja, maíz, poroto y garbanzo. En el caso de la soja, que es muy importante en el sistema productivo de esta región, ha llegado a ocupar el 66 % de la superficie en la campaña 2011/2012; en la 2019/2020 fue del 36 % y en la 2020/2021 alcanzó 41 %.
Las plagas que enfrenta el cultivo son las orugas -bolillera y desfoliadora-, picudos y chinches, todas ocasionando perjuicios de magnitud según la etapa en la que se manifiestan, agregó el especialista.
“Para la producción de soja es necesario hacer el manejo adecuado para minimizar el impacto de las plagas. Se han verificado pérdidas de hasta 30 % de productividad por orugas desfoliadoras y han debido hacerse dos aplicaciones para lograr un control satisfactorio; cuando se agregó oruga bolillera la merma fue de 58 % y cuando se presentan de manera intensa se llegan a hacer cinco aplicaciones. En caso de que la soja también sea atacada por picudos y chinches se llega a la pérdida total. Cuando el complejo de plagas ataca masivamente se requiere de siete aplicaciones”, dijo Cazmuz.
Manejo de plagas
Para el manejo de plagas se adopta la modalidad de tratamiento de semilla y aplicaciones foliares, cada una en su debido tiempo. También se hacen con rotación de gramíneas, como maíz o sorgo. Y, obviamente, con la soja BT con tecnología que le confiere acción insecticida a través de toxinas.
“La incorporación de esta tecnología produjo cambios significativos en la productividad de soja”, señaló Casmuz, y añadió añadiendo que hubo impacto sobre la biodiversidad del cultivo. Según datos de CREA la adopción de Intacta en el NOA llega al 84 %, y con datos de la EEAOC tomados en la zona granera de Tucumán, parte de Catamarca y de Santiago del Estero, la adopción de soja intacta es de 65 %.
Hay otros datos comparativos de soja RR1 con soja Intacta, donde la última incrementó hasta un 5 %. También pudo verse el efecto de la tecnología Intacta en la biodiversidad.
La presencia de picudos comienza a notarse menos en lotes donde se hace rotación de cultivos con gramíneas y no por la utilización de la soja Intacta. Las chinches también aumentaron con el uso de Intacta, apareciendo en etapas más tempranas del cultivo.
La presencia de orugas spodoptera ha crecido con la adopción de tecnología Intacta.
“Intacta controla algunas especies de lepidópteros, pero deja vacío el nicho para que otras especies comiencen a explorar”, advirtió Casmuz.
Los grupos benéficos, que contribuyen al control de las especies dañinas, se han reducido con la soja Intacta. “Es producto de que en Intacta los insectos benéficos tienen menor cantidad de presas, a diferencia de la soja RR1 que tiene las orugas con las que se alimentan los benéficos”, apuntó el técnico de la Eeaoc.
“La diferencia real en cuanto al comportamiento en número de los insectos benéficos se dan cuando se hace aplicación de insecticida: mayor aplicación, menor cantidad de insectos benéficos”, dijo Casmuz, y sugirió que “debe hacerse un manejo criterioso e integral de la tecnología Intacta para trata de que el manejo de las plagas tenga el menor impacto. También las estrategias que se adopten deben tener menor impacto en el ambiente”.
A modo de conclusión apuntó: “La adopción de la soja Intacta fue incrementándose con el correr de las campañas. Es una importante herramienta para el manejo de algunas especies de lepidópteros difíciles de controlar en la soja. Tendrá impacto en el sistema productivo del NOA y el manejo responsable será clave en la sustentabilidad”.