Recomiendan el monitoreo temprano del complejo de insectos del suelo para lograr el éxito en la implantación de los cultivos.
Ante un escenario climático que se presenta como favorable para la campaña de granos gruesos, los productores se alistan para la siembra de los cultivos de verano. Pero, dada la arquitectura de implantación de estos cultivos, los mismos son dependientes de la densidad de las plantas logradas y, en este sentido, los insectos de suelo, como la oruga cortadora y la chinche de los cuernos, son los principales reductores de este factor, haciendo que el cultivo pierda densidad, sanidad y vigor.
Para cuidar el potencial del cultivo hay que hacerlo desde la siembra y, en este contexto, resulta de vital importancia el cuidado y la protección del cultivo respecto al complejo de insectos de suelo el que se encuentra formado por larvas de coleópteros, lepidópteros y chinches como la de los cuernos, ya que son altamente nocivos para el crecimiento y desarrollo de cada una de las plantas y pueden producir una merma considerable en el rendimiento de la cosecha, tanto en cantidad como en calidad.
“Las plagas de insectos del suelo son un gran problema al que nos enfrentamos siempre, su monitoreo no es sencillo y, en algunos casos, hay que salir a hacer recuento de rastrojo o incluso realizar excavaciones para ver la presencia de los insectos dentro de lote”, explica Matías Moreno, gerente de Producto Insecticidas y Herbicidas de FMC.
El técnico recomienda realiza el monitoreo previo a la siembra, para poder darnos una idea del tipo de plagas que hay en el lote. Para el caso de cortadoras, que están más sobre la superficie, el recuento de rastrojo alcanza, pero para los gusanos blancos o gusanos alambre, que se encuentran dentro del suelo, hay que hacer excavaciones cada cierta cantidad de metros, ya que buscar el insecto dentro del suelo que es lo más complejo. “En el caso de estas especies, como sabemos su tendencia a las gramíneas -por ejemplo, maíz o trigo- lo más recomendable es quizás modificar el cultivo, o sea rotar”, dice.
“La rotación y el conocimiento de los lotes siempre aporta una cierta tranquilidad, a lo largo de los años el productor va a encontrarse con diferentes realidades y situaciones, y eso hace que esté más tranquilo o un poco más preocupado con respecto de cada lote”, comenta Moreno.
Una vez realizado el monitoreo, que sí o sí debe realizarse, y para eliminar las plagas del suelo, FMC recomienda Mustang 20 EW, un insecticida compuesto de Zetametrina EW, que específico para el control este tipo de insecto. “Se trata del único producto en el mercado registrado para chinches de los cuernos y resulta una herramienta fundamental para evitar el gran impacto negativo de estos insectos en los cultivos. El portfolio de la empresa también cuenta con Archer Plus, un piretroide micro encapsulado de última generación, que actúa por contacto y posee registro para orugas cortadoras”, apuntan desde la compañía.
“En el caso de cortadoras recomendamos nuestro insecticida preventivo, el Mustang, que tiene una cualidad que es su formulación, que es una emulsión de aceite en agua que es muy soluble, lo que permite que el producto ingrese dentro del rastrojo, haciendo que esté disponible para controlar cualquier plaga que necesitemos”, comenta Moreno, y agrega que estamos en un año en el que tenemos que cuidar los cultivos de maíz, soja y girasol, y que la inversión para hacerlo es muy baja y nos aseguramos una buena emergencia y no tener ningún ruido con este tipo de plagas.
El técnico de la empresa informa que Mustang se aplica con el pre emergente en la aplicación terrestre, lo que asegura poder controlar todos los insectos que se encuentran en la superficie del suelo; y agrega que no detectaron incompatibilidad con ningún herbicida.
La dosis que recomienda la empresa para orugas cortadoras en maíz es de entre 80 y 100 centímetros cúbicos por hectárea, y para chinche de los cuernos entre 250 y 300 centímetros cúbicos por hectárea.
Con Mustang 20 EW, dice Moreno, no se encontró restricción con ningún cultivo y aclara que está registrado para soja, girasol maíz y algodón.
Para concluir, el técnico aconseja para el maíz que, una vez emergido el cultivo y dependiendo de la tecnología que tenga la semilla, prestar mucha atención en el monitoreo a Spodoptera, para lo cual recomienda Coragen para su control, utilizando hasta 10 centímetro cúbicos por hectárea.
Por: Belisario Saravia Olmos, El Tribuno Campo, editor
Fuente: El Tribuno Campo