Si la oposición no logra destrabar la prórroga, el Gobierno impondrá una nueva ley. Legisladores salteños aclararon su posición frente a la incertidumbre del sector.
Anoche, las bancadas opositoras de Juntos por el Cambio y el Interbloque Federal arañaban el quórum en la Cámara de Diputados de la Nación, sin asegurar el número necesario para poder aprobar hoy la prórroga de la ley de combustibles.
La suerte de la sesión especial, con el bloque del Frente de Todos encolumnado tras un proyecto, que recortaría la participación de los biocombustibles en los surtidores, es por estas horas tan incierta como el futuro de un complejo agroindustrial que sostiene más de 300.000 empleos directos e indirectos en diez provincias.
Solo en Salta, Jujuy y Tucumán, la producción de bioetanol asegura en el sector sucroalcoholero 61.000 puestos directos y 156.000 indirectos, los que lo convierten en el mayor pilar del empleo privado en el NOA. La relevancia que alcanzó el bioetanol en la economía regional, de la mano de la ley que promueve la producción de biocombustibles desde 2006 y que vencerá en mayo, fue remarcada ayer por la diputada nacional Virginia Cornejo y sus pares salteños Martín Grande y Miguel Nanni.
El pasado lunes, desde la bancada de Juntos por el Cambio, Cornejo, Grande y Nanni volvieron a reclamar al presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, que destrabe el tratamiento de la prórroga que el Senado sancionó por unanimidad en octubre de 2020.
“El oficialismo se niega a prorrogar la ley de promoción a los biocombustibles, sin medir las graves consecuencias que traerá a las empresas que hoy producen y generan trabajo, cuidado del ambiente y aportes al Estado”, manifestó Cornejo, tras sostener que “el Gobierno pretende avanzar con una nueva ley sin debate, haciendo lobby a las petroleras, para reducir los cortes que incentivaron la producción de biocombustibles en todos estos años”.
Grande, por su parte, recalcó que “tratar la prórroga de la ley de biocombustibles es fundamental” para devolver la certidumbre y previsibilidad que necesita un sector que invirtió 3.000 millones de dólares en 54 plantas industriales y evita, cada año, importaciones de combustibles por cerca de US$ 1.450 millones.
“El Gobierno está preparando de apuro una nueva ley que está plagada de imperfecciones. Es importante legislar con tiempo para que puedan entrar en el debate no solo diputados y senadores, sino también referentes del entidades empresarias de la actividad y de las comunidades que se verían afectadas por una norma inconsulta”, acotó Grande.
Nanni, a su vez, aclaro que “nosotros no solo insistimos por la prórroga de la ley de biocombustibles, sino también por una nueva norma que amplíe los cortes del bioetanol y el biodiésel en las naftas y el gasoil. El Gobierno, sin embargo, se rehúsa a destrabar el camino más razonable, hizo todo lo posible para dejar sin quórum la sesión especial de este jueves y llegó hasta el absurdo de convocar una sesión para el próximo sábado, en un hecho inédito en la historia del Congreso. Espero que desista de las artimañas, que ponen en evidencia las presiones del lobby petrolero, porque una actividad que agrega valor sostiene empleos y contribuye a cuidar el medio ambiente vive momentos de incertidumbre con plantas paralizadas y puestos de trabajo suspendidos en diez provincias”.
Andrés Zottos, diputado salteño del Interbloque Federal, remarcó que la ley de biocombustibles marcó desde 2006 el rumbo de una política de Estado que debería seguir estando “más allá de las banderías políticas. “El Senado sancionó la prórroga en octubre de 2020 por unanimidad, y desde entonces insistimos ante las autoridades de la Cámara para que destrabaran su tratamiento en Diputados, pero el debate lleva cinco meses empantanado y ahora pretenden sancionar con apuro otra ley a menos de dos meses del vencimiento de la prórroga”, cuestionó.
Zottos subrayó que en los últimos 15 años Argentina se mostró ante el mundo como modelo a seguir con su régimen de fomento a la producción de biocombustibles. “Ahora, en un contexto realmente incomprensible, el país está a punto de caer en un retroceso que lo alejará de los compromisos que asumió en el Acuerdo de París en torno a emisión de gases con efecto invernadero y el cambio climático”, advirtió.
Lucas Godoy, diputado salteño del bloque del Frente de Todos, señalo que “claramente, desde nuestra región necesitamos generar condiciones de previsibilidad para el desarrollo del biocombustible, no solo por su impacto ambiental sino por los miles de puestos de trabajo que genera en la provincia”.
El legislador sostuvo que esos objetivos se lograrían, para el corto plazo, mediante la prórroga de la ley vigente, o con una nueva ley superadora que fije las condiciones para los próximos años. “En lo particular cofirmé un proyecto de ley para prorrogar la actual Ley 26.093 de biocombustibles, en consonancia con lo realizado por el Senado de la Nación, pero en paralelo todos los sectores involucrados en esta actividad, tanto el Estado como el sector privado, consideran necesaria una nueva ley de biocombustibles”, afirmó. “El martes pasado el secretario de Energía de la Nación hizo una primera aproximación al nuevo proyecto que se propone para debatir. El mismo sostiene el corte y los beneficios para el bioetanol de caña de azúcar, brindando seguridad y previsibilidad al sector azucarero, que genera decenas de miles de puestos de trabajo en la región”, aseguró.
Voces de distintos bloques
Virginia Cornejo, diputada nacional PRO: “El oficialismo se niega a prorrogar la ley de promoción a los biocombustibles, sin medir las graves consecuencias que traerá a las empresas que hoy producen y generan trabajo, cuidado del ambiente y aportes al Estado. El gobierno pretende avanzar con una nueva ley sin debate, haciendo lobby a las petroleras, para reducir los cortes que incentivaron la producción. Una nueva ley exige consenso y conocimiento de lo que significa producir en el país y la problemática de los distintos biocombustibles”.
Lucas Godoy, diputado nacional Frente de Todos: La nueva ley debe ser discutida con amplia participación y el mayor consenso posible. Es voluntad de nuestro bloque brindarla de esa manera en el plazo inmediato. En el caso de que ese debate no pueda darse en el corto plazo, puede que lo óptimo sea aprobar la prórroga de la ley 26.093 y continuar concomitantemente con la discusión de una nueva ley. La propuesta sostiene el corte y los beneficios para el bioetanol de caña, brindando seguridad y previsibilidad al sector azucarero, que genera miles de puestos de trabajo en la región.
Miguel Nanni, diputado nacional UCR: “Nosotros no solo insistimos por la prórroga de la ley de biocombustibles, sino también por una nueva norma que amplíe los cortes. El Gobierno se rehúsa a destrabar el camino más razonable, hizo todo lo posible para dejar sin quórum la sesión especial de este jueves y llegó hasta el absurdo de convocar una sesión para el próximo sábado. Espero que desista de las artimañas que ponen en evidencia las presiones del lobby petrolero en perjuicio de una actividad que agrega valor, sostiene empleos y contribuye a cuidar el ambiente”.
Martín Grande, diputado nacional PRO: “Tratar la prórroga de la ley de biocombustibles es fundamental para devolver la certidumbre y previsibilidad a la actividad. “El Gobierno está preparando de apuro una nueva ley que está plagada de imperfecciones. Es importante legislar con tiempo para que puedan entrar en el debate no solo diputados y senadores, sino también referentes del sector empresario y de las comunidades que se verían afectadas. Es tiempo de que legisladores de todos los bloques entiendan que lo importante no es obedecer a un jefe, sino a quienes los votaron”.
Fuente: El Tribuno