Inicio Economías Regionales “Hace 40 años que trabajo y termino diciendo ¿para qué?”

“Hace 40 años que trabajo y termino diciendo ¿para qué?”

En “Claves del Campo” por AM840 Radio Salta, Salvador Muñoz, titular de “Salvita”, lamentó las dificultades que tiene para importar insumos para producir mientras el gobierno beneficia a los importadores de bananas.

A propósito del nuevo “dólar banana”, mediante el cual la Secretaría de Comercio reducirá a 30 días el plazo para entregar los dólares a los importadores (en lugar de los 60 a 180 días) a cambio de que el precio de la caja de 20 kilos no supere los $5.035, el productor agropecuario Salvador Muñoz criticó la falta de apoyo oficial que reciben los empresarios agroindustriales argentinos.

En el programa “Claves del Campo” de AM840 Radio Salta, el productor y empresario de la zona de Embarcación, en el norte salteño, lamentó las dificultades que tiene para importar insumos destinados a la producción de bananas mientras el Gobierno nacional beneficia a los importadores de la fruta. “Hace 3 o 4 meses venimos golpeando puertas para poder importar un insumo (bolsas que protegen los racimos de bananas) que no se produce en el país y que nosotros utilizamos para producir y sustituir importaciones y no nos dan esa posibilidad”, aseguró y aclaró que “no estoy en contra de la importación de bananas, porque es un negocio que debe existir ya que Argentina no se abastece de esa fruta, pero estoy muy molesto e impotente como productor, como empresario, como inversor, que hizo todo lo que el Gobierno le pidió que haga: me pidió inversiones y puse 15 millones de dólares, me pidió trabajo y generé 500 puestos de trabajo, me pidió sustitución de importaciones y sustituí importaciones, pero evidentemente este es el país del revés y esta medida es una locura”.

Finalmente, el titular de la compañía “Salvita” recordó que “desde siempre mi familia tuvo vocación de hacer cosas y de invertir y reinvertir en Embarcación, en Salta” y lamentó que “estas cosas te ponen mal y te hacen replantear hasta dónde vale la pena: tengo 60 años, hace 40 años que trabajo y me pasé toda la vida esperando y esperando el momento y termino diciendo ¿hasta cuándo?, ¿para qué?, ya está”.