Ganaderos y frigoríficos aguardaban novedades oficiales esta semana sobre las restricciones a las exportaciones de carne, que vencen el 31 de agosto próximo.
Los integrantes de la cadena de la carne vacuna esperaban un llamado oficial para saber qué ocurrirá con el decreto que redujo al 50% el cupo de ventas al exterior.
De acuerdo con el decreto 408, oficializado el 23 de junio pasado, hasta el 31 de agosto próximo las ventas al exterior de carne vacuna no pueden superar el 50% de lo que exportado en el mismo mes del 2020.
Fueron exceptuadas las cuotas asignadas al país para Europa y los Estados Unidos y, hace 10 días, el Gobierno, tras críticas de Israel, abrió 3.500 toneladas por mes para ese mercado de carne kosher.
La incertidumbre del sector se basa en que el decreto señala que, vencido el plazo, el Gobierno podría prorrogarlo hasta el 31 de diciembre próximo. Para esto es necesario que haya una resolución conjunta de los ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura.
Por otra parte, independientemente del cupo del 50%, hasta fin de año no se pueden colocar en el exterior asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío.
Hasta ahora, las únicas señales en ese sentido que dio el ministro de Agricultura, Luis Basterra, fueron declaraciones en las que habló sobre la posibilidad de una reapertura mayor de las exportaciones.
“Nuestro deseo es cuanto antes incrementar el cupo de las exportaciones de carne, pero sin desequilibrar los precios en el consumo interno”, dijo el funcionario.
La industria frigorífica, consignatarios, matarifes y la Mesa de Enlace, entre otros integrantes del sector, firmaron un documento en el cual advirtieron que todos los sectores están siendo perjudicados por la medida.
Quien define sobre el futuro de las exportaciones es Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, ya que su cartera viene siguiendo de cerca la evolución de los precios internos.
El mercado ganadero Rosgan indicó que en los primeros siete meses del año el precio de la hacienda en términos reales cayó 20%, mientras que, medido a valores corrientes, subió 6%.
“Esta moderación de los valores corrientes de la hacienda aún no se expresa en los precios al mostrador, como tampoco se expresado plenamente en momentos de suba”, señaló.
El informe señaló que el precio de la carne “sigue caro en términos corrientes, y mucho más caro aún en términos del poder adquisitivo del consumidor”.
El sábado último, dirigentes y productores de la cadena de la carne reclamaron el fin del cese a la exportación en una reunión en la Sociedad Rural de Olavarría.
Fue en una convocatoria de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), que también reunió a integrantes del sector frigorífico, empleados de la actividad y consignatarios de ganado.
Carbap no resolvió medidas de fuerza, pero decidió “continuar en estado de alerta y movilización hasta que se normalice la exportación de carnes”.