Según el OCLA, en 2024 la producción de leche fue de 10.585 millones de litros, un 6,5% menos que en 2023.
Finalmente, la producción láctea argentina registró una caída menor a la proyectada inicialmente, meses atrás: el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina calculó en junio una caída interanual de la producción de leche del 8,5% para 2024, pero al final la producción fue de 10.585 millones de litros o un 6,5% menos que en 2023.
“Aunque el dato es demoledor y marca que la producción lechera sigue en su eterno estancamiento, desde hace casi 3 décadas que los volúmenes de leche son los mismos, no se puede echar culpas esta vez a la política doméstica, que siempre fue tan errática y contraproducente y que volvió a pegar un giro de 180 grados con el primer año de gestión de Javier Milei” señaló el portal web Bichos de Campo y consignó que “la mayor explicación de este retroceso hay que buscarla en la sequía: el 2024 arranca con el arrastre de la seca de 2023, el cese de actividad de algo más del 4% de los tambos y venta de vacas en torno al 6% y a esto se suma que el año presentó en sus inicios índices de temperatura y humedad muy altos y un importante desfinanciamiento en la mayoría de las unidades productivas, la sumatoria de estos factores confluyeron en una caída de producción que acumuló a abril un 14,5% de baja interanual”.
De cualquier modo, fue la peor temporada en 5 años y la producción cayó por debajo de los 11.000 millones de litros de leche. “La buena noticia es que esta curva de descenso productivo comenzó a revertirse y que para los próximos meses se espera una recuperación: el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos proyecta un repunte sustancial en la producción de leche para 2025 estimado en 11.351 toneladas métricas o 11.020 millones de litros de leche” concluyó la publicación.