CAME insiste en que los productores mencionan que el temor a perder los planes sociales le quita incentivo a las tareas que requieren las economías regionales.
Las economías regionales carecen de mano de obra para encarar las cosechas, porque los potenciales trabajadores temen perder los planes sociales si son contratados, advirtió la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Esta situación ya comenzó a ocasionar la pérdida de cosechas en distintos puntos del país. La entidad le había solicitado una audiencia al ministro de Agricultura, Luis Basterra, para plantearle la situación, pero dijo que “no fue atendida pese a la gravedad del problema”.
“Al momento, la falta de trabajadores rurales ocasionó que producciones como la cereza, las frutas de carozo, el ajo, el tabaco, la vid, los cítricos, las pomáceas, el té y el olivo, entre otras, hayan sufrido una baja en la productividad, una elevación de costos e, inevitablemente, una disminución de rentabilidad”, alertó.
Las economías regionales emplean cerca del 70% de la mano de obra rural, con unos 625.000 trabajadores temporarios en cosecha, número que es inferior en esta temporada. “Los pequeños y medianos empresarios agropecuarios aseguran que los planes y programas de asistencia social desincentivan a los beneficiarios a aceptar un empleo registrado, ya que el blanqueo implica la baja automática de los beneficios”, dijo la CAME.
Agregó que el Plan Empalme jamás funcionó, entonces, “tras finalizar la relación de dependencia, pueden pasar dos o tres meses hasta que vuelven a cobrar la asistencia social”.
La entidad remarcó que no cuestiona las ayudas del Estado, pero advirtió que no deberían ser un “escollo” para el desempeño de la actividad. “Los trabajadores nos transmiten su miedo a perder la ayuda estatal si los registramos y prefieren no asumir el riesgo, ya que es la única fuente de ingresos que tienen”, manifestó el presidente de Economías Regionales de CAME, Eduardo Rodríguez. Y señaló que necesitan “mano de obra, y por eso solicitamos compatibilizar los planes y programas sociales con el empleo registrado, de forma tal que puedan seguir cobrándolos pese a estar en blanco”.
Rodríguez, como lo hizo a mediados de enero, reclamó una intervención del Estado. “Es paradójico que, por un lado, el Gobierno quiera combatir la evasión y la informalidad, y por el otro, nos coloque en esta encrucijada”, sostuvo.
La entidad señaló que “los productores deben decidir entre perder parte de la cosecha o bien contratar trabajadores en negro, fomentando la industria del juicio y arriesgándose a recibir una sanción por empleo no registrado.
Sea cual sea la opción elegida, los riesgos son altos”. “Es fundamental que los beneficiarios de planes de asistencia, nacionales o provinciales, puedan ser contratados sin que se les dé de baja el plan que reciben”, dijo Rodríguez.
Fuentes de la Confederación enfatizaron sobre la necesidad de alcanzar una pronto solución integral sobre este problema que afecta a todas las regiones productivas.