El estrés por fríos causa importantes pérdidas económicas, ya que impacta directamente en el rendimiento y la calidad de los cultivos.
A fines de junio, las bajas temperaturas afectaron los cultivos en las zonas de Orán, Pichanal, Embarcación, Colonia Santa Rosa, General Pizarro, Apolinario Saravia, Yuto y Fraile Pintado. El estrés por frío influye directamente en la calidad de las plantas y sus frutos.
Salta y Jujuy se destacan por ser productoras de cultivos hortícolas de primicia y fruticultura de alto valor como naranjo, pomelo, limón, mango, papaya, banano, pimiento verde, tomate, sandía, zapallo o melón entre otros. Esta producción abastece al mercado nacional en época invernal. Sin embargo, estas zonas, a pesar de tener un clima subtropical, están siendo afectadas por heladas y bajas temperaturas.
Inversión en prevención
El 50 % del rendimiento de un cultivo depende del ambiente en el que se encuentra: es decir, de variables tales como temperatura, humedad en el aire, amplitud térmica, suelo y cantidad y calidad del agua.
Se considera estrés a cualquier factor ambiental que altere las condiciones óptimas de los cultivos, afectando su respuesta bioquímica y fisiológica.
Previo al momento de helada, los productores aplican algunas medidas culturales para mitigar el daño del frío con el uso de mantas térmicas, calefactores en invernaderos, riego; etc., pero se ven limitados a la hora de querer recuperar el daño que se produce en la planta. Esos métodos, cuando se trata de muy bajas temperaturas, no son infalibles.
Desde Mochec, empresa dedicada a la prevención y solución del estrés vegetal, recomiendan un paquete tecnológico para fortalecer a las plantas de manera previa o para la recuperación luego de un episodio de estrés por bajas temperaturas.
El ingeniero agrónomo Gastón Gutiérrez, responsable del área de investigación y desarrollo de Mochec, resalta la importancia que tiene la prevención. “Las plantas deben adaptarse a situaciones adversas y lo hacen a través de su sistema metabólico. A lo largo de su desarrollo, la planta posee diferentes requerimientos nutricionales y si esos requerimientos son satisfechos en buena medida, la planta va a generar mejor mecanismo de defensa ante situaciones desfavorables”, dice y subraya que la nutrición es un factor determinante.
Técnicas de manejo
Lo primero que se debe tener en cuenta es la salud del suelo. Se deben mantener activas las raíces para poder salir del estrés. La raíz es el cerebro de la planta y cualquier daño o manejo inadecuado afectará a la planta en su totalidad. Gutiérrez detalla una serie de puntos a tener en cuenta:
• La raíz debe estar muy activa en los primeros 20 centímetros de suelo.
• La temperatura mínima de absorción de nutrientes es de 15 °C.
• Los pelos radicales, encargados de la nutrición, se inactivan a los 7 °C.
• La temperatura óptima del suelo para la actividad microbiológica es de 15 a 35 °C.
• Fertirrigación: se debe regar en horas de mayor temperatura, porque el agua está fría y enfriará aún más el suelo.
• Se recomienda la utilización de bioestimulación y antioxidantes:
- Fosfitos, que promueven las fitoalexinas y quitinasa, y refuerzan las defensas de las plantas y activa el sistema antioxidante.
- Ácido salicílico, que desencadena la síntesis de compuestos antioxidantes.
- Silicio, que fortalece el follaje, ayuda a la asimilación de fotosíntesis y es una defensa contra patógenos. Además, colabora con la síntesis de hormonas relacionadas con la floración y fructificación y brinda fertilidad al polen.
- Ácido cítrico, que estimula la síntesis de compuestos nutracéuticos que funcionan como antioxidantes, entre los cuales se encuentran los compuestos fenólicos y flavonoide.
- Extracto de algas y aminoácidos, que activan el metabolismo de compuestos antioxidantes, fundamentales para el funcionamiento inorgánico de la planta.
- Acido húmicos y fúlvicos, que permiten mejorar las condiciones físicas, químicas y biológicas del suelo.
Nutrición y defensa
Como empresa especializada en la prevención del estrés vegetal, Mochec cuenta con la tecnología nutricional y de defensa, para poder enfrentar este tipo de situaciones. Para la zona radicular, cuenta con un paquete tecnológico abocado a la protección de la raíz (Root Protect) y para la parte aérea con tecnología foliar para proteger la planta en su conjunto (Foliar Protect).
Gutiérrez concluye que para evitar el estrés vegetal de los cultivos “lo más importante es la prevención, si queremos que las plantas no sufran, las debemos preparar para afrontar situaciones adversas, ya sea por factores bióticos, como lo es el caso del frío, o abióticos, como plagas y enfermedades”.
Fuente: El Tribuno Campo