En el ámbito de la Jefatura de Gabinete de la Nación se analizaron los alcances de 21 proyectos que incrementarán la superficie agrícola irrigada.
El vicejefe de Gabinete de la Nación, Jorge Neme, evaluó junto a representantes del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el Banco de la Nación Argentina (BNA), el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), el Ministerio de Agricultura y la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Nación las distintas posibilidades de financiamiento e inversión en proyectos de ampliación de la superficie agrícola irrigada en el país.
“Se tratan de 21 proyectos de riego presentados, inicialmente, por 12 provincias para ampliar su capacidad de riego, una herramienta efectiva para intensificar una producción sostenible, articuladora de inversiones y generadora de exportaciones”, explicó Neme al finalizar el encuentro, llevado a cabo en el Salón Norte de la Casa de Gobierno.
El vicejefe de Gabinete destacó, además, que los proyectos bajo análisis, y a los que podrían sumarse otros de provincias que no estaban incluidas originalmente en el programa de inversiones, serán generadores de mano de obra y reactivarán las economías regionales.
“Entendemos que el aumento de la superficie irrigada para la producción agrícola generará un impacto positivo sobre los volúmenes de alimentos, el valor y la calidad de los mismos, además de mejorar las condiciones y oportunidades de desarrollo rural en distintas regiones del país”, agregó Neme.
El proyecto “Inversiones e impacto del incremento de la producción a partir de la ampliación de la superficie agrícola irrigada” identificó 21 sistemas de riego existentes o a desarrollar a nivel federal y analizó las posibilidades de producción en dichas zonas.
Estas regiones tienen un potencial del orden de las 340.000 hectáreas de riego, lo que ofrece la oportunidad de generar más de 22.000 empleos directos y alrededor de 30.000 indirectos en los sectores frutícola, hortícola, de frutos secos, aromáticas, cultivos industriales, cereales y forrajeras para la producción de proteínas de origen animal como carne vacuna, porcina, exóticas, aves y huevos, entre otros.
“Fortalecer la competitividad de las economías regionales y promover la reconstrucción del tejido productivo de las diferentes cadenas de valor deben ser factores centrales de las políticas públicas nacionales”, sostuvo Neme.
Fuente: Jefatura de Gabinete de la Nación