El titular de la Sociedad Rural Salteña, Carlos Segón, criticó la política agropecuaria nacional y advirtió que la actividad “viene complicada”.
En la previa de la exposición anual de la Sociedad Rural Salteña, su presidente, Carlos Segón, advirtió que la actividad agropecuaria “viene complicada”.
“En esta época de pandemia pudimos seguir trabajando y se demostró la esencialidad que tiene el sector porque debe producir alimentos y también demostró que es la fuente de divisas que tiene hoy el país” explicó y añadió que “a pesar de eso, estamos recibiendo garrotazos del gobierno nacional con la medida de la prohibición de la exportación de carne”.
“Acá en Salta estamos un poco complicados con el tema de las lluvias del verano pasado porque fueron escasas y hoy el sector ganadero está sintiendo la falta de forraje para la hacienda. Entre la falta de lluvia, las medidas económicas y la falta de incentivos, Salta perdió 70 mil cabezas y el stock que había aumentado hasta casi 1,4 millones de cabezas en diciembre de 2020, que es una baja de producción bastante importante para un stock ganadero que venía creciendo muy por arriba del nacional” afirmó.
En declaraciones al diario El Tribuno, Segón consideró que la situación de descontento se debe fundamentalmente a las medidas que tomó el gobierno nacional ya que el mercado internacional “hoy favorece al sector agropecuario porque tienen buenos precios las commodities y hay una demanda importante de carne”. “Cualquier productor de Uruguay o Paraguay recibe $90 mil por una tonelada de soja mientras que el productor local en el puerto recibe $33 mil y en el caso de Salta aparte hay que restarle unos $4 mil o $5 mil de flete” aclaró y añadió que “en el tema de la carne, Argentina hoy el 80% de lo que exporta es carne que acá no se consume, que es la vaca vieja que se pasó a llamar la vaca china que tenía muy buen precio y eso ayudaba al productor sobre todo al chico a sacar todas las vacas que ya producen poco en el campo a muy buen precio, pero la prohibición de exportar esa mercadería hizo que el precio caiga cerca de un 30%”.
Finalmente, el ruralista advirtió que “cuando el sector ve que hay restricciones para poder vender se van las ganas de seguir invirtiendo por la falta de previsibilidad y de expectativas de que lo que va a pasar a futuro” y concluyó que “gracias a que el precio internacional (de los granos) fue muy alto, los productores quedaron en una situación de equilibrio ya que el 70% de lo que gana un productor queda en manos del Estado”.