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Enfermedad de Glässer, una vacuna permitirá reducir costos de producción

Con esta vacuna se logra inmunizar a los cerdos de recría y hembras gestantes, protegiéndolos frente a los signos clínicos de la patología y, asimismo, reducir la mortalidad y los signos clínicos de la progenie.

Para hacer frente al incremento de la prevalencia que ha registrado en los últimos años la enfermedad de Glässer, además del impacto económico que representa para el sector, la compañía biofarmacéutica MSD Salud Animal incorporó recientemente a su portafolio en Argentina la vacuna Porcilis Glässer, que permite inmunizar a los cerdos de recría y hembras gestantes, protegiéndolos frente a los signos clínicos de la enfermedad, causada por la bacteria llamada Glaesserella parasuis –con diferentes serotipos– y reducir la mortalidad y los signos clínicos asociados.

“Con la incorporación de esta vacuna en nuestro portafolio de productos para Argentina, esperamos contribuir significativamente con los productores nacionales a disminuir signos y mortalidad asociada a Glaesserella parasuis, logrando mejorar los parámetros productivos y reducir los costos de producción” indicó Felipe Ibáñez, director de la Unidad de Porcicultura de MSD Salud Animal Región Sur.

“Desde MSD Salud Animal apostamos por la prevención mediante el uso de vacunas para controlar las patologías más importantes que afectan la producción porcina. Esta es una medida clave en la estrategia para reducir el uso de antibióticos y mejorar la sanidad de nuestros productores en Argentina, al igual que su productividad y rentabilidad”, concluyó el ejecutivo.

Hallazgos clínicos

Los signos clínicos de la enfermedad de Glässer se observan principalmente en cerdos de 4 a 8 semanas, aunque la edad de los animales afectados puede variar según el nivel de inmunidad materna adquirido. La enfermedad hiperaguda tiene un curso corto y puede resultar en muerte súbita, sin presencia de lesiones. En estos casos, pueden verse petequias en algunos órganos, lo que indica septicemia.

También puede actuar como patógeno secundario a otras enfermedades, en particular, la neumonía enzoótica. La Glaesserella parasuis ataca las superficies serosas que recubren las articulaciones, el intestino, pulmones, corazón y cerebro, causando neumonía, infección del pericardio, peritonitis y pleuritis.

Entre los signos clínicos típicos de esta patología destacan: fiebre alta (41,5 °C), tos severa, respiración abdominal, articulaciones inflamadas y alteración del sistema nervioso central. Sin embargo, se han observado diversos síntomas dependiendo de la edad del cerdo. A no ser que hayan tenido contacto previo, es raro que las cerdas adultas presenten la enfermedad. En el caso de las primerizas, ocasionalmente se observa cojera/rigidez, ligera inflamación alrededor de las articulaciones y tendones, y muy ocasionalmente meningitis.

En los lechones lactantes, en tanto, la enfermedad de Glässer, en su forma aguda, provoca temperatura elevada, postración, artritis y cojera, con inapetencia en algunos animales y signos de depresión. Con frecuencia se produce muerte súbita de lechones lactantes con buena condición. Si la enfermedad es crónica, los cerdos están pálidos y crecen lentamente y, en algunos casos, también mueren.

En el período de transición y cebo, los cerdos con Glässer parecen deprimidos o pueden, sencillamente, ser encontrados ya muertos. Presentan temperatura elevada, dejan de comer, se mantienen postrados, muestran signos nerviosos, incluyendo meningitis y, a menudo, se observan lechones en mal estado, desmedrados y peludos.

Mientras tanto, en los cerdos jóvenes en crecimiento, donde la enfermedad se presenta con mayor frecuencia, los principales signos son fiebre, meningitis, artritis, cojera, neumonía, infección del pericardio, peritonitis y pleuresía.

Porcilis Glasser

Considerando el impacto que produce la enfermedad de Glässer en la producción porcina, en especial para los lechones en crecimiento y hembras de reposición, la administración oportuna de Porcilis Glasser es clave para asegurar la inmunidad de los animales. Se trata de una vacuna de muy fácil y efectiva administración. Consiste en una inyección intramuscular que se aplica en dos ocasiones en la tabla del cuello de los cerdos, a partir de las 5 semanas de edad, con un intervalo de dos semanas. En el caso de las cerdas también se puede suministrar dos veces, entre las 6 y8 semanas previas a la fecha de parto, cuidando que se cumpla el intervalo de cuatro semanas. Sólo se debe usar en animales sanos.