La falta de lluvias y el aumento de las temperaturas aceleró tanto el crecimiento como el desarrollo del cereal.
Especialistas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informaron que “la condición hídrica del trigo empeoró no solo debido a la falta de lluvias sino también por acción del aumento de las temperaturas, que a la vez aceleró tanto el crecimiento como el desarrollo del cereal e incrementó la demanda atmosférica”.
Además, precisaron que “fundamentalmente sobre el margen norte y oeste del área agrícola, donde se concentran los sectores más afectados por déficit hídrico y más adelantados en fenología, se informan las primeras pérdidas de área por lotes resignados y un aumento de los focos de plagas asociadas a condiciones de déficit hídrico” y concluyeron que “sin embargo, sobre los núcleos norte y sur y las provincias de Buenos Aires y La Pampa el cultivo mantiene condición ‘normal’ o ‘excelente’ en más del 80% del área, pero depende de la ocurrencia de las lluvias pronosticadas para sostener dicha condición”.