El 9 de septiembre, la jornada del INTA Yuto mostrará cómo los perros detectan plantas y al insecto vector de la enfermedad. La actividad está dirigida a productores, técnicos, empresas citrícolas y al público en general.
Este martes 9 de septiembre, a partir de las 10 de la mañana, en el predio de la Estación Experimental de Cultivos Tropicales del INTA Yuto, en Jujuy, se llevará a cabo una jornada demostrativa sobre el uso de perros adiestrados como herramienta complementaria en la prevención del ingreso del Huanglongbing (HLB), la enfermedad considerada la más destructiva de la citricultura a nivel mundial. La actividad está organizada por el INTA, el Senasa, la Asociación Fitosanitaria del Noroeste Argentino (Afinoa) y la Comisión Regional Fitosanitaria (Corenoa).
Ceferino Flores, coordinador de Investigación del INTA Yuto, indicó que este tipo de encuentros se repite gracias a la buena recepción que tuvieron las campañas anteriores. “El año pasado realizamos demostraciones similares en la estación experimental y la repercusión fue muy positiva. Los productores quieren ver nuevamente a los perros en acción, pero ya en modalidad de trabajo, cómo actuarían en la ruta y cómo se realizarían los operativos con estos animales adiestrados para prevenir el ingreso del HLB en el NOA y proteger la citricultura de la región”, señaló.
Flores detalló que el equipo técnico está trabajando en la definición de la modalidad operativa y que el plan de acción contempla dos etapas. La primera consiste en el adiestramiento de perros para la detección del insecto vector del HLB, la Diaphorina citri, así como de material vegetal cítrico. “El problema es que la enfermedad siempre ingresa a través de plantas. Así ocurrió en todos los países del mundo y creemos que puede repetirse en el NOA. Por eso es fundamental reforzar las barreras fitosanitarias y evitar el ingreso de cítricos ilegales. Los perros acompañarían a los técnicos en los puestos de control y, mediante el olfato, detectarían plantas, yemas o restos vegetales que podrían transportar la plaga”, explicó.
El mecanismo es simple pero efectivo: los animales olfatean los vehículos que pasan por los controles y, cuando perciben un aroma semejante al material buscado, dan una señal clara a su adiestrador. A partir de allí, el personal que custodia la barrera puede revisar el vehículo con mayor precisión. “Estamos diseñando una estrategia de mínima intervención, es decir, aprovechar al máximo la capacidad de olfato del perro sin necesidad de detener demasiado tiempo al vehículo. El rol del adiestrador es clave porque conoce las reacciones del animal y sabe interpretar la señal”, agregó Flores.
Acerca de la conformación del equipo, el especialista indicó que actualmente cuentan con 20 animales, bajo la coordinación del adiestrador Claudio Corbalán. Sin embargo, aclaró que el trabajo se desarrolla con recursos muy limitados. “Hasta ahora venimos acompañando, coordinando y formando con muy bajos recursos, pero con mucha predisposición del equipo porque creemos que es una herramienta de excelencia. La idea de esta demostración es empezar a brindar servicios y, en la medida que se confirme la efectividad de los perros, ampliar su implementación en los distintos controles del NOA”, indicó.
En ese sentido, Flores recordó que realizar este tipo de controles es fundamental debido a la cercanía con países limítrofes donde el HLB ya se ha expandido en las plantaciones citrícolas. “Brasil, siendo la principal potencia productora de cítricos en el mundo, reconoció el año pasado que está perdiendo la batalla contra el HLB”, señaló y destacó que, en la Argentina, el NOA aún se mantiene libre de la enfermedad. “Tenemos que reforzar la prevención para proteger la citricultura dulce y, sobre todo, la industrialización del limón, cuya industria más grande del mundo está en Tucumán. La Argentina es el octavo productor mundial de cítricos y de ahí la importancia de este trabajo”, remarcó.
El coordinador del INTA Yuto insistió también en que la lucha contra el HLB no es solo responsabilidad de las instituciones, sino de toda la sociedad. “Toda persona que viva en el NOA tiene que saber que debe proteger a la citricultura evitando el tráfico de plantas ilegales. Si alguien quiere poner un cítrico en su casa, debe asegurarse de que provenga de un vivero certificado y con garantía sanitaria. La única forma de colaborar con el sector es esa. Por eso, la comunicación y la educación son claves. Queremos que cada niño en la escuela sepa que forma parte de la defensa frente al HLB. Todos tenemos que estar involucrados”, subrayó.
Finalmente, Flores señaló que la jornada de este martes está dirigida a productores, técnicos, empresas citrícolas y al público interesado, con el objetivo de mostrar de manera concreta el trabajo de los equipos caninos y concientizar sobre la importancia de mantener libre de HLB al NOA.