El martes vence el decreto que fijó el cupo de 50%; creen que lo extenderán, pese a que aún no definieron el plazo. Según la visión oficial, aún falta un “reacomodamiento” de los precios.
El Gobierno se apronta a extender, todavía sin un plazo definido, el cepo a la exportación de carne impuesto con el objetivo de bajar los precios en el mostrador a los que accede el consumidor. Ese valor muestra elevadísimos aumentos desde fin del año pasado.
Fuentes oficiales confirmaron a La Nación que “es probable que se prorrogue” en la búsqueda de extender la estabilización que reflejan los precios minoristas de las últimas semanas, confirmados incluso en los indicadores oficiales.
El martes próximo vence el decreto que fijó un tope de 50% a las exportaciones. En la cadena cárnica esperaban expectantes una respuesta oficial antes de ese deadline.
“Vemos una estabilización, pero los precios mayoristas bajaron más que los minoristas. Todavía falta un reacomodamiento. Es probable que se prorrogue”, dijo a una La Nación fuente al tanto de las negociaciones con la industria frigorífica.
El decreto 408, del 23 de junio pasado, estableció las restricciones de ventas al exterior del 50% hasta el 31 del actual. Se exceptuaron las cuotas asignadas al país para Europa y Estados Unidos, y hace 10 días el Gobierno abrió una cuota de 3500 toneladas a Israel. Esa norma señalaba que, una vez vencido el plazo del cepo, podría extenderse hasta el 31 de diciembre. En el Gobierno, contaron a La Nación, estaban todavía “analizando” cuál podría ser el plazo de extensión. La prórroga, indicaron las fuentes oficiales, podría ser por un menor plazo. Esto implicaría, como pasó con Precios Máximos, un desmantelamiento de las restricciones a cuentagotas y en etapas.
Pocos eran los que esperaban que el Gobierno desarmara una política de contención de un precio interno, como el de la carne, en tiempos de elecciones legislativas. Sobre todo, teniendo en cuenta que el precio del asado casi se duplicó en doce meses. Por eso, sí es claro que se mantendrán fuera de las ventas al exterior hasta fin de año los siete cortes populares: asado, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío.
Durante el coloquio Experiencia Idea Agroindustria que se realizó ayer, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra se refirió también al cepo a las exportaciones de carne. “Ese tipo de problemas requieren esfuerzos compartidos”, dijo el funcionario.
“No puede haber un sector de la cadena que sea el responsable exclusivo de que determinados bienes, como los alimentos, lleguen a la mesa de los argentinos”, señaló el ministro, y agregó: “Hemos tenido experiencias interesantes: faltó maíz, paramos la pelota y en tres días se resolvió el encuentro de la oferta y la demanda y se superó la situación. Tuvimos una tensión en la carne, paramos la pelota, reabrimos las exportaciones, no en su totalidad, las volvimos a ampliar. Lo nuestro no es una obsesión de cerrar mercados, por el contrario. Necesitamos las exportaciones, necesitamos las divisas”.
“Ha habido ejercicios en los cuales hemos logrado definir productos que pueden ser accesibles para la población. Falta todavía más acuerdo para que podamos sostener el perfil exportador, incrementar el ingreso de divisas y a la vez satisfacer los aspecto nutricionales y culturales de determinado consumo de proteínas en la Argentina”, ratificó el ministro.
En el Gobierno afirmaron que en el campo hay sectores y dirigentes dialoguistas, y otros que “se emperran” en no trabajar nada con el oficialismo más allá del cepo, en clara alusión al Plan Ganadero oficial que presentó Alberto Fernández.
Un informe de Equilibra mostró en las últimas semanas la relación entre el asado y los ingresos. Según indicaron, con un salario medio se compran hoy 55 kilos menos de asado que en diciembre de 2019 y 70 kilos menos que a mediados de 2018.
El rubro “carnes y derivados” del IPC de julio reflejó un avance en el mes de 0,4% en GBA. “Alimentos y bebidas tuvo un comportamiento mixto a nivel rubro. Se destaca el menor incremento en los precios de carnes y derivados y pan y cereales”, celebró la cartera de Martín Guzmán.
Las alzas fueron mayores en otras regiones (alrededor del 1%) y llegaron hasta el 3,3% en la Patagonia. En el año, el rubro –siempre según el organismo– mostró un avance de 34%. En doce meses, en tanto, el aumento llega al 75,6%, más de 20 puntos porcentuales por encima del nivel general de inflación.
Un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra) de principios de mes indicó que el consumo por habitante en julio se ubicó en el equivalente a 50,8 kg/año, un 2,9% menor al registro de julio de 2020. Según Ciccra, pese a la caída del 4% del valor promedio de todas las categorías en Liniers, la carne en los mostradores minoristas retrocedió entre 0,9% y 2%.
Por: Francisco Jueguen
Fuente: La Nación
Para la Mesa de Enlace, habrá “una situación conflictiva”
Los ruralistas rechazan la postergación de las restricciones y advierten que, tras las PASO, se reanudarán las protestas
En el campo alertan que la posibilidad de que el Gobierno prorrogue el cepo a la exportación de carne vacuna podría generar una “situación conflictiva” con el sector, e incluso no se descarta una reanudación de las protestas luego de las PASO del 12 de septiembre.
“Nos oponemos a que se prorrogue. El martes próximo se tienen que reinstaurar las exportaciones porque el daño es cada día mayor. Las pérdidas y desaparición de productores van a seguir subiendo; eso es una desgracia”, señaló Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Y alertó: “No hace más que exacerbar el ánimo de los productores. El Gobierno lo único que hace es generar embates y llevarnos a una situación conflictiva”.
Hace unas semanas, productores autoconvocados pidieron en una asamblea en Bell Ville, Córdoba, un nuevo cese de comercialización contra el cepo a la carne, entre otros reclamos. Luego le transmitieron esa solicitud a la Mesa de Enlace, que no obstante decidió no avalar esa medida de fuerza a la espera del resultado de otras acciones y de que transcurran las PASO. En rigor, la semana pasada, la agrupación impulsó junto a frigoríficos, sindicatos y consignatarios de ganado un documento crítico para exigir el fin de la restricción para exportar, sin condicionantes.
Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), dijo a La Nación: “Todos los productores están enojados con el trato del Gobierno hacia nosotros”.
Dijo que luego de las PASO podría haber una “asamblea grande como la del 9 de julio”. Ese día se movilizaron 65.000 personas en San Nicolás en una marcha que fue multisectorial. “El reclamo dejó de ser solo del campo”, indicó Pino. Recordó que la semana pasada justamente la cadena de la carne se pronunció en el documento conjunto “para que se levante la restricción”.
El dirigente dijo que esperaba que el presidente cumpliera con la palabra empeñada cuando en junio pasado recibió al sector en la Casa Rosada. “Tenemos que ser respetuosos de la palabra del presidente. Me lo dijo mirándome a mí, que si el precio se estabilizaba en diez días ‘levanto el tema de la exportación’. Ante los hechos que pasaron, que la carne subió un poco y se estabilizó, ¿por qué vamos a dudar de la palabra de Alberto Fernández?”, reflexionó. Para Pino, “el presidente tiene que levantar (la restricción) y convocar al campo”.
Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), también manifestó su rechazo a cualquier prórroga del cepo a la exportación. “Sería un desacierto muy fuerte, porque con los antecedentes del pasado (el kirchnerismo ya cerró las exportaciones a la carne en 2006 y luego aplicó una política de cuotificación) y lo que se está perdimos todos”, indicó.
“Creemos que tienen que estar totalmente abiertas, con todas las posibilidades”, agregó el presidente de FAA sobre las exportaciones de carne vacuna. Achetoni consideró que el dinero perdido por las exportaciones podría haber servido justamente “para dar soluciones” ante la situación de los precios.
En tanto, Elbio Laucirica, presidente interino de Coninagro, remarcó que es “un disparate” continuar con la restricción a las exportaciones de carne vacuna. Dijo que con el freno a las ventas al exterior la carne “bajó unos centavos” y explicó que la carne que va a China, el principal comprador, es de una vaca que no se vende para que su producción termine en el mercado local.
Por: Fernando Bertello
Fuente: La Nación