La Sociedad Rural Salteña criticó los nuevos precios establecidos por el gobierno nacional para la carne.
Con publicaciones en sus redes sociales la Sociedad Rural Salteña criticó los nuevos precios para la carne establecidos por el gobierno nacional, frigoríficos exportadores y supermercados.
“Nuevamente los anuncios del gobierno nacional para bajar el precio de la carne dan cuenta de la inoperancia e irresponsabilidad de nuestros gobernantes que simplemente le toman el pelo a los argentinos bajo el falso concepto de equidad. Tanto el acuerdo de los precios de 15 mil toneladas mensuales por corte como el subsidio para productores que manden hasta 100 novillos a los feedlot son medidas nefastas: 15 mil toneladas mensuales es el equivalente al 8% del consumo total de habitante por año, en números redondos son 400 gramos por habitante, lo cual no tiene posibilidad alguna de tener éxito, otra forma de mofarse de la ciudadanía” expresó la entidad rural y advirtió que “la única forma posible de controlar los precios es frenando la inflación creciente y después aumentando la producción con incentivos reales y no palos en la rueda al sector productivo, estas medidas equívocas que se toman hace muchos años solo tiene un resultado posible y es el fracaso”.
Finalmente, concluyeron que “ante un gobierno sin rumbo en lo económico, la implementación de Precios Cuidados lo único que hace es distorsionar el cálculo de la inflación anual y de esa manera engañar a todos los argentinos”.
Los precios de la carne
También en redes sociales, la Sociedad Rural Salteña aportó algunos datos “reales” sobre los precios de las carnes:
En 1980 el consumo de carne era de 86,4 kilos, hoy se estima que el consumo per cápita es de 47,5 kilos al año.
En julio del 2011 el kilo de asado promedio era de $38,84 (salario mínimo, vital y móvil de $2.670) y en noviembre 2022, según el IPCVA, de $1.208 (salario mínimo, vital y móvil de $61.953), demostrando así lo atrasados que vienen los salarios en Argentina.
A ello le sumemos la situación climática, la sequía histórica que afecta todo el ganado, más bajos precios internacionales que pueden terminar con el precio del gordo, provocar el lógico reordenamiento de precio como también la escasez en la oferta.
En 2022 la hacienda se incrementó un 35% producto de la sobre oferta cómo consecuencia de la sequía, faltando hacienda para faena y produciéndose un un incremento de consumo por el bajo precio de la carne debido a la suba de productos alternativos.
Si bien el productor ganadero no es formador de precios, es una realidad que durante el 2022 la haciendo en pié aumentó un 45% quedando muy retrasada con respecto a una inflación que ascendió al 95% con alquileres, transporte y consumo diario difícil de alcanzar si consideramos los sueldos actuales.
“Los productores no intervienen en el valor de la hacienda, es decir, no son formadores de precios, ni siquiera del ganado vivo que producen: buscar en el campo a los culpables de la inflación es solo repetir la historia con medidas ineficientes para todos los argentinos” concluyeron en la Sociedad Rural Salteña.