Con semillas de Nidera y el acompañamiento técnico del RED.IN, Sebastián López superó los desafíos de un campo afectado por sales y logró 30 quintales con un promedio de 56% de materia grasa, en una zona inexplorada para el cultivo.
En Santiago Temple, al este de la provincia de Córdoba, no se siembra girasol. Sin embargo, Sebastián López, productor agropecuario con más de 25 años de trayectoria y socio de Tierra Norte S.R.L., decidió dar el paso en un campo salino donde otros cultivos no prosperaron.
“Sembramos girasol a fines de octubre y cosechamos entre el 25 y el 28 de febrero”, relata. Esta vez, los resultados superaron sus expectativas.

“A pesar de la sal en el suelo, la cosecha fue excelente. Cuando vi los números, no lo podía creer: logramos un rinde de 30 quintales por hectárea y, con la bonificación por materia grasa, el ingreso se comparaba con una soja de más de 40 quintales”, destaca. Una de las claves es que las semillas utilizadas fueron NS 1109 CL y NS 1113 CL, dos híbridos de alto potencial de rendimiento y calidad de materia grasa. En rigor, el promedio de grasa fue del 56%, un valor más que destacable.
En total, sembró 300 hectáreas en El Fuertecito y 75 en Santiago Temple, el campo más desafiante. “Ahora que veo los resultados, tendría que haber sembrado 200 hectáreas más”, bromea.
Las limitaciones del suelo hacen difícil lograr buenos cultivos. El campo de Temple está cerca de un canal, lo que provoca una alta salinidad. “En estos diez años que venimos alquilando, sembramos soja, maíz y sorgo, ya que el dueño del establecimiento me pide que lo siembre. Perdimos plata en todos. Este año, en cambio, fue muy positivo. El rinde de indiferencia estuvo en los 20 quintales por hectárea, así que ya definimos que la próxima campaña será rotación de maíz y girasol”, relata el productor.
“Si el precio del girasol se mantiene, es un cultivo para no dejarlo. En estos suelos se defiende muy bien. Ya reservé semillas para la campaña nueva”, anticipa López.
El resultado no se explica sólo por la genética: el trabajo conjunto con el RED.IN Agrosemillas fue clave. Con el servicio Recomendación Nidera, que se basa en una robusta base de datos con más de 35.000 ensayos en más de 2.000 localidades, definieron el híbrido más adecuado, la fecha de siembra y la densidad óptima por ambiente. Así, aplicaron dosis variables de 2.2, 2.5 y 2.8 plantas por metro, según las características de cada zona del lote.
Según los ensayos realizados por CREA en la región Córdoba Norte, en la campaña 24/25 el rinde por hectárea de girasol en esa zona fue de 26 quintales. El mismo informe destaca que el margen bruto por hectárea en esa zona fue de USD 170,2. En lo que respecta a materia grasa, los relevamientos de resultados del NS 1113 CL de Nidera en zonas como las de Jesús María, arrojaron un promedio de 57.6%, mientras que en zonas como Sacanta, el promedio de materia grasa fue del 56%. En la región, el mencionado híbrido de Nidera rondó entre los 30 y los 40 quintales por hectárea de rendimiento.
Desde 2016, Nidera Semillas cuenta con su Red Integrada Nidera (RED.IN), una red de distribuidores exclusivos presentes en todo el país que brindan un servicio de asesoramiento a clientes con gran valor agregado. Además de la especialización de los técnicos que la conforman, los RED.IN cuentan con una plataforma digital que se llama Experiencia Nidera y que les permite realizar recomendaciones de manejo específicas para cada situación productiva, acompañando a los clientes desde el barbecho hasta la cosecha, con un enfoque técnico, cercano y personalizado, que potencia al máximo el rendimiento de cada cultivo.