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El desafío de alcanzar a Brasil y EE. UU. en una década

Un informe de la BCR proyecta cuatro escenarios para el comercio exterior de granos de Argentina al 2035.

Argentina tiene la oportunidad de transformar su rol en el comercio internacional de granos y acercarse, en los próximos diez años, a los niveles de exportación de potencias agrícolas como Brasil y Estados Unidos. Así lo señala un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que analiza el desempeño del país entre las campañas 2015/16 y 2023/24, y proyecta distintos escenarios para 2035.

Hoy, el agro argentino ocupa posiciones de relevancia en varios mercados: lidera con el 35 % del comercio global de harina de soja, representa el 17 % de las exportaciones mundiales de maíz, y es un actor clave en cebada y sorgo. Sin embargo, su se vio limitado por factores estructurales y coyunturales que impidieron aprovechar todo su potencial.

Presente con contrastes

Mientras que Brasil duplicó su volumen exportado en los últimos 8 años -pasando de 90 a más de 170 millones de toneladas (Mt)-, Argentina permaneció estancada por debajo de las 100 Mt. En ese mismo período, EE. UU. sostuvo su liderazgo mundial con una producción cercana a las 600 Mt anuales, gracias a una cadena altamente integrada y una infraestructura eficiente.

En contraste, la producción argentina osciló entre las 120 y 140 Mt, con un fuerte retroceso en 2022/23 por la sequía. El atraso logístico, la presión impositiva sobre las exportaciones y la falta de una política productiva sostenida aparecen como los principales obstáculos que impiden al país escalar.

Caminos posibles al 2035

El equipo técnico de la BCR utilizó el modelo Agmemod-BCR para construir 4 escenarios prospectivos de acá a 2035. Cada uno plantea diferentes grados de intervención en infraestructura, política comercial y tecnología, con impactos muy distintos en el volumen exportado.

  1. Escenario base: si se mantienen las condiciones actuales, las exportaciones argentinas crecerían levemente hasta alcanzar unas 106 Mt. En cambio, Brasil escalaría a 239 Mt y Estados Unidos, a 176.
  2. Infraestructura mejorada: con inversiones en rutas, puertos y una hidrovía eficiente, el país podría alcanzar las 120 Mt exportadas.
  3. Infraestructura + eliminación de retenciones: este doble impulso permitiría llegar a 137 Mt, superando incluso la proyección de EE. UU.
  4. Escenario integral: sumando avances en infraestructura, política fiscal, tecnología de punta y estabilidad macroeconómica, Argentina podría exportar 175 Mt en 2035, acercándose a los niveles de Brasil y dejando atrás una brecha histórica.

Qué hace falta

El informe destaca 4 ejes estratégicos para que el agro argentino logre capitalizar esta década decisiva:

  • Infraestructura: mejorar caminos rurales, ampliar la capacidad portuaria y optimizar el sistema de transporte fluvial para reducir los costos logísticos que hoy duplican los de los principales competidores.
  • Política comercial: eliminar o al menos reducir los derechos de exportación (DEX), que restan competitividad a los productos argentinos frente a socios como Brasil, que no aplican retenciones.
  • Tecnología e innovación: cerrar las brechas de rendimiento mediante mayor adopción tecnológica, investigación aplicada y políticas de incentivo para productores.
  • Estabilidad y visión de largo plazo: asegurar un marco macroeconómico y regulatorio previsible, que permita inversiones privadas y planificación estratégica.

Beneficio para todos

Si Argentina lograra exportar 175 Mt en 2035, no solo duplicaría sus ingresos por ventas al exterior, sino que también ampliaría su red de mercados, generaría más empleo rural, estimularía el agregado de valor industrial y reduciría su vulnerabilidad ante crisis externas.

Además, un agro más competitivo permitiría una mayor resiliencia climática y económica, al promover tecnologías más eficientes y diversificar las fuentes de ingreso. Según la BCR, esta transformación también impactaría positivamente en la sostenibilidad ambiental, al facilitar la modernización de procesos logísticos y productivos.

Conclusión

La próxima década será clave para definir el lugar de Argentina en el mapa agroexportador global. El potencial está, pero su realización dependerá de decisiones concretas: políticas activas, inversión en infraestructura, impulso tecnológico y una mirada estratégica que supere los ciclos políticos.

El agro argentino no parte de cero. Cuenta con recursos, conocimiento y talento. Lo que falta es alinear las condiciones para que ese potencial se traduzca en crecimiento sostenido, más desarrollo territorial y una inserción internacional a la altura de lo que el país puede dar.