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El cultivo que desafió el peor año del agro argentino

A pesar de la peor sequía de los últimos 60 años, el girasol cerró la campaña 2022/23 con las cifras más altas de la década.

En el transcurso del año 2023, el agro se enfrentó a complejos desafíos, marcados por la devastadora sequía que dejó una huella profunda en la producción. Este fenómeno, catalogado como la peor sequía en 60 años, y en 100 años si se considera el agregado de los 3 años consecutivos con lluvias por debajo de la media, afectó severamente numerosos cultivos, generando una magra producción. No obstante, en medio de este panorama desafiante, el girasol demostró guarismos muy favorables en cuanto a su producción, industrialización y comercialización. 

Si bien los precios internacionales no fueron tan favorables como en el año 2022, los principales indicadores de oferta y demanda apuntalan a la campaña 2022/23 como una de las más exitosas para este cultivo en años recientes.

La mayor producción registrada desde la campaña 1999/00: la campaña 2022/23 alcanzó una producción 4,7 millones de toneladas (Mt), siendo la producción más alta registrada desde la campaña 1999/00. Este récord productivo es el resultado de un incremento del área sembrada en 37 % con respecto al promedio de las últimas 5 campañas.

El crushing más alto de la década, y el segundo más alto en 20 años: la industria aceitera, por su parte, sufrió en 2023 un gran faltante de soja, por lo que el uso de girasol como insumo resultó superior a años anteriores. Según los datos informados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) los volúmenes de crushing del girasol de la campaña 2022/23 alcanzaron 3,9 Mt, el más alto de la década y el segundo más alto en 20 años.

En mayo de 2023 se negoció en la plaza local el mayor volumen de girasol en 6 años: el 2023 resultó el segundo año más alto en comercialización local de los últimos 6 años, por detrás del 2019, con más de 3,6 Mt operadas entre contratos y fijaciones, un 35 % más que lo comercializado en los últimos 3 años.

Se destaca que mayo de 2023 fue el con mayor volumen comercializado, alcanzando 788.353 toneladas, fenómeno explicado por la primera incorporación del girasol a un Programa de Incremento Exportador, que permitía liquidar exportaciones agrícolas a un tipo de cambio diferencial.

Las toneladas exportadas del complejo alcanzaron el mayor valor de la década: en base al Indec, las exportaciones del complejo girasol alcanzaron 2,22 Mt, el mayor volumen registrado desde la campaña 2005/06. Sin embargo, medidas en millones de dólares, las exportaciones del complejo (incluyendo semilla, pellets y aceites) cayeron un 26 % en 2023 respecto al año anterior, debido al desplome de los precios. De todos modos, los 1.488 millones de dólares exportados de girasol en la campaña 2022/23 aún representan el segundo monto más alto de la década.

En efecto, los precios de exportación del aceite de girasol argentino comenzaron relativamente altos el 2023, pero luego descendieron significativamente con respecto al año anterior. En 2022, el conflicto armado entre Rusia y Ucrania había disparado las cotizaciones internacionales, siendo la región del Mar Negro la principal abastecedora global de este tipo de aceites. Sin embargo, la caída de los ingresos mundiales, la menor actividad económica, la apreciación del dólar y la suba de la tasa corta de interés, propiciaron la sustitución de aceites caros por otros más baratos, sustituyendo al girasol y la canola por productos como la palma. Además, el corredor seguro para la exportación desde la zona del conflicto menguó la incertidumbre global por las cadenas de suministro, sumando presión a la baja. 

Autores: Natalia Marín, Emilce Terré, Bolsa de Comercio de Rosario.

¿De dónde viene y dónde se consume?

Hay tres regiones en el país en las que se produce e industrializa el girasol.

Un documento de la Bolsa de Comercio de Rosario, de autoría de Tomás Rodríguez Zurro y Emilce Terré, da cuenta que la siembra de girasol 2023/24 alcanzaría un total de 1,88 millones de hectáreas (Mha), una caída del 25 % respecto de la campaña anterior, explicada por el recorte en el área en el norte del país, aunque en general todas las zonas vieron caídas.

Ante este panorama, y si las condiciones climáticas lo permiten, se esperaría una producción a nivel nacional de 3,85 Mt. Un, 20 % por detrás de la producción estimada para la campaña anterior. Sin embargo, algunas estimaciones privadas parten de una menor área sembrada ajustando por tanto la estimación de producción hasta un rango de 3,3 a 3,5 Mt.

“El análisis de la comercialización y producción de girasol por sectores permite conocer las necesidades de las diferentes regiones y visualizar faltantes o movimientos del insumo en la cadena a lo largo y a lo ancho del país. Para el análisis, se divide al país en tres regiones principales, en donde interviene la cercanía a los puertos, los modos de transporte y los patrones de comercialización. Para ello se agrupan las mencionadas regiones productivas de Asagir en tres grandes regiones: la Región Norte, que comprende al NEA y otras provincias del NOA y Corrientes; la Región Centro, que comprende al Centro, San Luis, Entre Ríos y al Centro de Buenos Aires; y la Región Sur, que incluye al Oeste, Sudeste y Sudoeste de Buenos Aires y a La Pampa”, detalla el documento. 

Para la campaña 2023/24, se vislumbra un aumento en el consumo global de aceite de girasol superior al incremento en la producción. Esto da pie a que, si bien en Argentina el crush caería entre campañas por la menor producción local de semilla, se mantenga por encima de los volúmenes alcanzados en años previos. De esta manera, se estima que un total de 3,6 Mt serán destinadas a la industria aceitera, un 8 % menos que en la campaña anterior pero 11 % por encima del promedio de los últimos 5 años. Asimismo, se prevé una exportación de semilla de 180.000 t para todo el ciclo.

Para la Región Sur, principal zona productiva de girasol a nivel país, se proyecta una producción de 2,68 Mt, el 70 % de la producción nacional. Aunque es la principal región en producción, es la segunda en industrialización, estimando que industrialice 1,3 Mt de la oleaginosa. Por otro lado, gran parte de las exportaciones de semilla de girasol se realizan desde esta zona, con una estimación de 160 mil toneladas. Así, el consumo de girasol calculado para la Región Sur es de 1,61 Mt, con un superávit regional de grano de 1,84 Mt. 

La Región Centro, que concentra la mayor capacidad de industrialización, tiene la mayor participación en el crush a nivel nacional. Se estima que obtendría 0,81 Mt (el 21 % de la producción nacional) y el crush se proyecta en 2,1 Mt, el 60 % de las 3,6 Mt que se estiman de crush total para el país.

Esta región consume mucho más girasol de lo que produce, ya que la molienda excede a la producción, por lo cual se espera un déficit regional de 1,12 Mt, el cuál será cubierto por la producción de la Región Sur y el excedente de la Región Norte. Las exportaciones desde la Región Centro se estiman en 20.000 toneladas.

Finalmente, el informe señala que la Región Norte del país obtendría una producción de 0,36 Mt, el 11 % de la producción nacional, con un crush de 0,2 Mt. El principal foco de consumo de esta región se ubica en el polo de Reconquista-Avellaneda, en el norte santafesino. Un estimado de 0,23 Mt de girasol excedente a las necesidades de consumo de la región bajará a Córdoba o a los puertos del Gran Rosario. Gran parte de este girasol ya está arribando a la Región Centro alimentando a las fábricas para la producción de aceite de girasol bruto. Este último será exportado o refinado para luego ser distribuido en el mercado interno.