La heredabilidad del consumo residual es suficientemente alta como para incluirla en programas de selección genética.
Maximizar la eficiencia y el potencial de crecimiento del ganado de carne requiere no solamente de una selección genética, sino que, además, una adecuada nutrición a lo largo de todas las etapas de crecimiento y desarrollo.
Recientemente, se definió el consumo residual (RFI), una medida de eficiencia alimenticia que es independiente del peso corporal y la ganancia media diaria (GMD).
¿Qué es el consumo residual? No se trata, como muchos pensarán, de lo que queda en los comederos tras el paso de los animales. El RFI (residual feed income) es la eficiencia neta de conversión, es decir, la eficiencia de conversión corregida por crecimiento y tamaño del animal, y sirve para medir la variación en el consumo de alimento más allá del requerido por un animal para mantenerse y crecer.
En promedio, los bovinos necesitan 7 kilos de alimento para producir un kilo de carne, pero hay algunos que necesitan un poco más y otros que necesitan un poco menos. Conocer esa variabilidad permite seleccionar a los que hacen una mejor conversión para reducir el consumo y mejorar la rentabilidad de las empresas.
La heredabilidad del consumo residual es suficientemente alta como para incluirla en programas de selección genética. Los animales con bajo RFI son más eficientes en la conversión de alimento. Probablemente hay cuestiones asociadas a la digestión, tienen procesos más eficientes de captura de energía -emiten menos metano-.
Si tenemos animales sanos y con mejor metabolismo proteico, probablemente tenemos animales más eficientes. La nutrición materna durante la gestación puede tener efectos permanentes en el crecimiento posnatal y el desarrollo, especialmente el desarrollo de las fibras musculares y la deposición de células grasas, lo que sugiere que el potencial de un animal para desarrollar características deseables de carne y carcasa es en gran parte determinado previo al nacimiento.
Así como aumentar el número de fibras musculares ocurre durante la gestación, aumentar la masa muscular, luego del nacimiento, es el resultado de la hipertrofia. De este modo, limitando el número de fibras musculares producidas durante la etapa fetal pueden significativamente limitar el potencial para el crecimiento muscular y, por lo tanto, el rendimiento de la canal o la producción de carne. (Meat Science 182 (2021)108637)
Un grupo de investigadores canadienses realizó un estudio sobre la descendencia de vacas con potencial genético alto o bajo de consumo residual, sometidas a una restricción alimentaria durante el desarrollo gestacional temprano a medio para determinar los efectos sobre las características de la canal de su descendencia.
Entre los resultados más sobresalientes obtenidos, se destaca que las características de la canal de la progenie de bajo consumo residual se vieron menos afectadas por la restricción alimentaria durante la gestación, en comparación con progenie de alto consumo residual. Es por ello por lo que se observó un menor rendimiento de canales en los novillos de alto consumo residual. Por otro lado, la carne de los novillos de alto consumo residual contenía un mayor porcentaje de grasa intramuscular.
Los investigadores concluyeron que la selección genética por consumo residual y diferencias moderadas en el plano de la nutrición prenatal temprana en bovinos de carne no tiene efectos sustanciales sobre las características de la canal medidas en la progenie de novillos Angus, aunque se observan diferencias más prominentes en el marmoleado.
Esto pone en evidencia el cuidado que se debe tener durante la selección de cría por consumo residual para asegurar el potencial genético. La nutrición prenatal presenta una oportunidad para asegurar o mejorar el crecimiento y desarrollo posnatal, y se requiere más investigación en esta área (Meale et al., 2021).
Por: M. V., M. Sc. Julieta Fernández Madero, directora Laboratorio Carnes del NOA, FCAyV – V. I+D – UCaSal.