La Mesa de Enlace pidió la intervención del Congreso antes el cierre del registro de exportaciones de los derivados de la soja y la inminente suba de retenciones para estos productos.
El cierre del registro de exportaciones de los derivados de la soja y la inminente suba de retenciones que se espera para estos productos pusieron en alerta al sector agropecuario. Mientras la Mesa de Enlace lanzó un duro comunicado en el que pidió directamente la intervención del Congreso, desde el sector de los productores autoconvocados prometen avanzar con medidas de fuerza que van desde movilización en las rutas hasta un fuerte cese de comercialización de granos y hacienda.
El campo en su conjunto salió a rechazar una posible suba de retenciones a las exportaciones de aceite y harina de soja que actualmente tributan el 31% y podrían elevarse hasta un máximo del 33%. Desde el Gobierno detallan que con esta medida podrían recaudarse poco más de u$s400 millones adicionales que serían directamente destinados a subsidiar los precios internos de productos farináceos, concretamente los fideos y el pan, entre otros.
Lo cierto es que este incremento del tributo sería, en la práctica, volver al esquema que fue instaurado por el Gobierno de Mauricio Macri cuando tanto el poroto como sus subproductos pagaban el mismo porcentaje. Incluso en aquel momento esa medida fue celebrada por las entidades del campo quienes detallaban que el diferencial actuaba como un traslado de recursos del sector productivo al industrial.
En tanto, el diferencial fue instaurado nuevamente en 2020 por el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el claro objetivo de que las empresas agroexportadoras sumen mayores divisas en la economía en un año complejo. Ahora, el razonamiento del oficialismo es que suba de las retenciones de los subproductos no afectaría al productor primario ya que el tributo para el poroto se mantendrá en 33% y que en cambio el dinero recaudado por el diferencial será aportado por la industria y será utilizado directamente para frenar incrementos de productos sensibles para el consumo doméstico como las pastas y el pan.
Más allá de las justificaciones oficiales y las reuniones de último momento entre el ministro Julián Domínguez y el presidente de la Nación, Alberto Fernández, para definir los pasos a seguir, por lo pronto el líder de Agricultura se mantendrá firme en su cargo y con su impronta dialoguista buscará en los próximos días calmar los ánimos del campo.
A su vez, desde la Mesa de Enlace, que ya venía fuertemente enemistada con la política agropecuaria del Gobierno nacional, emitieron en un duro comunicado. “Rechazamos totalmente el cierre del registro de exportaciones de harina y aceite de soja anunciados por el Gobierno. Efectivamente, la historia reciente marca que, después de este tipo de medidas, viene un nuevo esquema de retenciones. Por estas razones convocamos a las fuerzas políticas legislativas a poner un orden institucional sobre la legislación en materia de impuestos a la exportación. Este tipo de señales generan falta de confianza y de previsibilidad en todos los actores de la cadena. El Gobierno sigue generando incertidumbre en la economía y enviando pésimas señales a los productores. Sin reglas claras, y con mensajes contradictorios constantes, se hace muy difícil seguir trabajando para generar alimentos y sacar adelante a la Argentina”, según reza el escrito difundido ayer a los medios.
Por su parte, los productores autoconvocados, quizás la facción más dura del campo directamente amenaza con movilizaciones y protestas en las rutas. Por lo pronto, los líderes del movimiento no dudaron en afirmar que el cierre de exportaciones “se sintió como una declaración de guerra” y se esperan asambleas para definir medidas de fuerza.
En tanto, un conjunto de sociedades rurales del norte bonaerense ya convocó a una movilización en la Ruta 9 para el próximo viernes bajo el lema “Libres, no mendigos”.
Finalmente, en la vereda de enfrente la primordial preocupación del Gobierno hoy es la escalada de la inflación y el impacto que está teniendo la suba internacional de los commodities en la mesa de los argentinos. Es por ello que hablan de medidas “transitorias” para lograr un equilibrio en el mercado interno y el entendimiento del campo del complejo actual contexto.
Por: Yanina Otero
Fuente: Ámbito Financiero