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Diarrea neonatal: un enemigo que puede provocar pérdidas millonarias

Esta enfermedad representa un desafío significativo para la industria pecuaria en Argentina, impactando en el manejo y la productividad.

La diarrea neonatal del ternero es un complejo síndrome multifactorial que representa la principal causa de mortalidad en esta etapa. Se caracteriza por la interacción de diversos factores, incluyendo aspectos relacionados con el hospedador, el ambiente, el manejo y la microbiología.

Según la zona

Esta afección es una preocupación generalizada en la industria ganadera de Argentina, con prevalencias que varían según la región y el sistema de producción. En el sur de Buenos Aires, tanto en sistemas de tambos como en cría intensiva, la enfermedad afecta significativamente, siendo responsable del 70 % de las muertes en guacheras. La mortalidad oscila entre el 1 % y el 50 %, con una prevalencia del 60 % de terneros enfermos en un brote y una tasa de mortalidad del 20 % entre los afectados. En la zona norte de Buenos Aires y norte de La Pampa la prevalencia varía según el tipo de producción, con un rango entre el 40 % y el 50 %, influenciada por factores como el hacinamiento, la higiene y la alimentación en tambos, y el clima y el ambiente en sistemas de cría.

En Córdoba la prevalencia es alta, especialmente en la cuenca lechera de la provincia y en campos de cría de ganado de carne. En Mesopotamia, Entre Rios y Corrientes, aunque la prevalencia es baja (10 % – 20 %), se ha observado un aumento en los últimos años. En Santa Fe, principalmente en el sur, afecta al 20 % de los rodeos de cría y al 40 % de los lecheros, con causas que van desde infecciosas hasta nutricionales.

Impacto en cifras

Ante la consulta sobre la previsibilidad de las pérdidas económicas por causa de la diarrea neonatal, Axel Mauhourat, técnico veterinario del Laboratorio CDV de la zona de Buenos Aires Sur, afirmó: “Un plan sanitario que no incluya la prevención contra la diarrea neonatal puede acarrear graves consecuencias, tanto económicas como operativas. En ausencia de vacunación y ante la aparición de un brote de esta enfermedad, las pérdidas económicas pueden ser significativas, además del desafío que representa su tratamiento y manejo. En rodeos donde no se ha llevado a cabo la vacunación, la morbilidad puede superar el 60 %, lo que significa que más del 60 % de los terneros se verán afectados por la enfermedad. De estos terneros enfermos, más del 20 % enfrentarán altas probabilidades de mortalidad. La pérdida económica asociada a la falta de prevención puede ser notable. Considerando el valor de un ternero de 180-200 kg que se pierde, la pérdida económica estimada asciende a $ 380.000. Por otro lado, el tratamiento de un ternero enfermo, que incluye rehidratación y antibióticos, representa un costo adicional”.

Luego, Mauhourat realizó el cálculo que, con el valor equivalente al tratamiento de 10 kg de terneros, se podría cubrir el tratamiento a doble dosis de 10 vientres. “Además de las implicaciones financieras, es fundamental resaltar el impacto emocional y operativo que conlleva el manejo de terneros afectados por la diarrea neonatal. Este proceso resulta desafiante, tanto desde el punto de vista económico como en términos de gestión, por parte del personal encargado”, dijo.

Anticuerpos maternos

Uno de los puntos clave en la instancia de preparto son los anticuerpos maternos. Y aquí cabe la pregunta ¿por qué se vacunan a las madres y no a los terneros?

● El ternero nace inmunodeficiente ya que no hay paso de anticuerpos por la placenta.

● El sistema inmunológico es inmaduro para montar una respuesta.

● Los anticuerpos pasan de la madre al ternero por calostro (primera leche) que toma el ternero en sus primeras 6 a 10 horas de vida.

● Luego del nacimiento, los intestinos y pulmones sufren cambios ya que sus funciones eran realizadas por la placenta. Es por esto que los terneros son los más susceptibles a sufrir enfermedades.

Guillermo Fossatti, técnico veterinario de CDV en El Litoral, resumió las principales claves al momento de la prevención: “En los tambos, las medidas preventivas son fundamentales para evitar la propagación de la diarrea neonatal. Esto incluye la administración de vacunas durante el preparto, con aplicaciones a los 60 y 30 días previos al parto. Dado que los terneros dependen exclusivamente de los anticuerpos maternos a través del calostro, es crucial que reciban este alimento de manera oportuna y adecuada al nacer. Es esencial analizar la calidad del calostro antes de suministrarlo”.

Además, destacó que se recomienda cambiar el potrero del preparto siempre que sea posible, para prevenir contaminaciones y, que en el caso de la crianza artificial de terneros (CAT), el manejo adecuado es primordial. “La capacitación de los guacheros juega un papel crucial en la implementación efectiva de medidas preventivas. En ganado de cría también se recomienda la aplicación de vacunas durante el preparto, con las dos dosis correspondientes, y un refuerzo adicional al comienzo de la fase de parto. Es importante que los recorredores estén alerta para asistir en casos de partos distócicos, ya que estos eventos pueden afectar el momento en que los terneros reciben el calostro. Estas acciones son clave para reducir el riesgo de diarrea neonatal y proteger la salud del ganado”, comentó.

Medición y análisis

“Otro factor clave es la medición y análisis de resultados de años anteriores para aprender de experiencias pasadas y optimizar los procesos y resultados en base a esos registros”, añadió Emmanuel Reynoso, técnico veterinario de CDV zona Buenos Aires – La Pampa norte.

Fossatti sumó que el principal desafío se presenta en los establecimientos de cría, donde la reticencia a movilizar el ganado en preparto para vacunar es evidente. Esta resistencia se debe, en gran medida, a la falta de aplicación de buenas prácticas y bienestar animal en la manga durante el manejo.

“Garantizar un traslado tranquilo, sin estrés ni maltratos, es crucial para evitar abortos. Además, muchas explotaciones carecen de una temporada de servicio estacionada y no realizan tacto, lo que dificulta mejorar lo que no se mide. La falta de datos precisos sobre el inicio de la temporada de parición obstaculiza la aplicación oportuna de la vacunación”, dijo, y apuntó que también es muy importante en esta enfermedad contemplar las condiciones climáticas. Si la fecha de parición va a ser invierno y las condiciones climáticas van a ser desfavorables (lluvia, viento, barro), más allá de realizar la vacunación, se debe diseñar un correcto manejo de la parición. Los especialistas sugieren evitar que los terneros nazcan en lugares barrosos, evitar hacinamientos, realizar recorridas diarias y acceder a diagnósticos tempranos de la enfermedad, para brindar tratamiento de rehidratación de los terneros y luego del diagnóstico tratar con el antibiótico indicado.

Detección temprana y diagnóstico de precisión

El diagnóstico de laboratorio es el método que permite identificar con precisión el agente causal de la diarrea.

La detección temprana de la diarrea neonatal es crucial para combatirla eficazmente en el ganado. Solo a través de un diagnóstico de laboratorio se puede identificar con precisión el agente causal de la diarrea, lo que es fundamental para establecer medidas preventivas y tratamientos adecuados. Según los datos recopilados por el servicio de diagnóstico de Laboratorio CDV, se encontró que en el 50 % de las muestras de diarrea analizadas, estaba presente la Escherichia coli. A ésta le siguen los agentes virales, como el Rotavirus y el Coronavirus, presentes en un 10 % de los casos. La Salmonella, una bacteria conocida por su capacidad letal en los terneros, apareció en el 9 % de las muestras analizadas.

“Tomar muestras de materia fecal y enviarlas al laboratorio es un paso fundamental en este proceso. Los resultados obtenidos permiten definir el curso de acción más adecuado, especialmente dado que se ha observado resistencia a los fármacos comúnmente utilizados por el personal de campo. Por lo tanto, contar con información precisa sobre el agente patógeno presente en el rebaño es esencial para garantizar un tratamiento efectivo y prevenir la propagación de la enfermedad”, argumentó Diego Delseggio, técnico veterinario de CDV en la Mesopotamia.

“El principal desafío radica en concientizar al productor sobre la importancia de buscar asesoramiento profesional integral. Esto no solo garantiza mejoras en la implementación de un plan sanitario adecuado, sino que también nos permite abordar aspectos clave como el manejo y la nutrición en conjunto”, concluyó Santiago Córdoba, técnico veterinario de CDV en el NOA.