La muestra anual de la Sociedad Rural Salteña fue testigo del duro momento por el que atraviesa el sector, pero también de lo que el campo puede aportar para salir del mismo.
En una año especialmente difícil -debido a las consecutivas sequías, y la delicada situación económica y política del país- la Sociedad Rural Salteña (SRS) llevó adelante una nueva edición de su exposición anual, la Expo Rural Salta 2023. El evento, sin dudas, sorprendió a propios y ajenos, porque a pesar del contexto convocó a una gran cantidad de productores ganaderos, proveedores del sector y público en general.
Todos los días que duró la muestra, el predio de la entidad se vio colmado de gente, la respuesta comercial fue más que importante y los productores se hicieron presentes con los mejores frutos de su trabajo; incluso se sumaron razas nuevas, como fuel el caso de la San Ignacio.
Si bien las charlas que se dieron entre los presentes no dejaron de estar atravesadas por las preocupaciones que imponen estos días, también primó la sensación y casi el convencimiento que el sector agropecuario es uno de los pilares para que el país salga de la difícil situación en la que está inmerso.
La propuesta de la exposición fue amplia en especies, razas, oferta gastronómica y comercial para el sector, charlas técnicas y también de actualidad política.
“Es admirable el tesón de este sector”, dijo Joaquín Elizalde, presidente de la SRS, en el acto de inauguración de la muestra, dando testimonio de lo que hasta aquí describimos, y agregó que “a pesar de las dificultades, sigue, avanza y pone en evidencia como, a pesar de las circunstancias climáticas, los desaciertos políticos y el descontrol económico financiero, el sector no se detiene”.
Elizalde comentó que duele la grave situación por la que pasa el país, “golpeado por muchos factores externos, pero, sobre todo, por malas decisiones políticas que lo dejan en estas condiciones. Con una inflación difícil de calcular y, lo que más dele, con un 40 % de pobreza”. Pero a esta situación la contrastó con el hecho de que “en cada punto cardinal existen recursos en abundancia”, que “duele que no lo sepamos aprovechar”.
El ruralista enumeró la diversidad productiva de la provincia y reflexionó: “Conociendo esta realidad, es donde no podemos entender los niveles de pobreza, desnutrición y desocupación que sufren muchos salteños”.
“Es una realidad de muchos años, no es de ahora. Pero la política puede y debe atender estas necesidades”, remarcó.
El presidente de la SRS interpeló a los políticos pidiéndoles otra manera de hacer política, en la que hablen y demuestren sus virtudes, más que los defectos de los otros; en la que hagan más de lo que dicen. “Queremos una política y una administración que no se enrede en la burocracia y ponga palos en la rueda, donde al final todos perdemos y nos perjudicamos”, reclamó.
La sustentabilidad también fue uno de los ejes de Elizalde. Al respecto, subrayó que los productores son los principales interesados en el cuidado de sus campos. “Al final, nuestro bien más preciado es la tierra”, sostuvo. Pero en ese sentido advirtió de la injerencia de bloques de países que imponen barreras comerciales, basadas en supuestos de sustentabilidad, a los países productores. “Quieren imponer normas y reglas del primer mundo a un país que tiene 40 % de pobres, falta de infraestructura, educación y una inseguridad que crece todos los días”, dijo.
“Estamos convencidos que la actividad agropecuaria es parte de la solución a esta postergación histórica que sufre el Chaco Salteño”, afirmó y abogó por no tener miedo al avance de la frontera agropecuaria, sino más bien arbitrar los medios para que sea ordenado.
El ruralista remarcó el diálogo con los funcionarios provinciales y, dirigiéndose al gobernador Gustavo Sáenz dijo: “Queremos que le vaya bien, porque entendemos que, si a usted le va bien, a nosotros también, con diálogo, respeto y empatía podemos trabajar juntos”.
Socio desleal
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, expresó el hartazgo que manifiesta el sector por “convivir con un socio como lo es el Estado Nacional, desleal con el sector agropecuario, que no pregunta cómo nos fue, sino dame la mía y eso no lo queremos más. Ser productor agropecuario es una forma de vida, de generar arraigo y no vamos a negociar esa forma de vida”.
Pino dejó un dato inquietante en su discurso: “La sequía sigue en muchas zonas del país. Y para que quede bien claro, las pérdidas han sido muy grandes. A nivel país se han dejado de generar más de 25 mil millones de dólares. Y en especial, la ganadería perdió unos 3000 millones de dólares teniendo que vender nuestra producción forzosamente y a precios retardados. Y después se asustan cuando los precios de la hacienda recuperan su valor, que siempre está por debajo de la inflación”.
“Desde la Sociedad Rural Argentina estamos trabajando, mirando lejos, como lo es en el campo de la sostenibilidad de triple impacto, equilibrando el medio ambiente con lo económico y social para generar un desarrollo integral junto a instituciones públicas y privadas”, sostuvo Pino e instó a revisar el ordenamiento territorial, para cuidar el medio ambiente, pero con la inclusión de los recursos humanos.
Compromiso con la producción
En su discurso, el gobernado Gustavo Sáenz recordó que desde el Gobierno provincial se declaró el interés provincial la muestra, por lo que se otorgó la exención de sellos e ingresos brutos para todas las operaciones concretadas durante la misma y que, además, se dio un crédito de 700 millones de pesos del Ministerio de la Producción, a través el fondo provincial de inversiones, para la compra de reproductores.
“Me verán junto a ustedes reclamando para Salta y la región, dando todas las discusiones que debemos dar, restricciones, cepos, restricciones para importar y exportar, impuestos, tarifas, todo ello se traduce en asimetrías y mayores costos para nuestras producciones”, sostuvo Sáenz.
El gobernador reafirmó su “compromiso absoluto con la producción, con todas y cada una de las cadenas productivas que enriquecen nuestra provincia. Compartimos el entendimiento que, solo produciendo sustentablemente, más y mejor, vamos a salir adelante”.
Sáenz prometió la pronta revisión del ordenamiento territorial de nuestra provincia, con el foco en producir conservando o conservar produciendo, donde la ciencia, basada en datos permita confrontar con falsos relatos hasta en todas y cada una de las obras de infraestructura gestionadas por su gobierno y que están en marcha.
En este punto, el primer mandatario acotó que la Ley de Bosques -a la que se refirió irónicamente como la ley gomazo, no Bonasso- fue “votada y habilitada también por salteños”, por lo cual llamó a ser conscientes que en las próximas elecciones no solo se vota a presidente, sino también a diputados, “quienes deben anteponer a los intereses partidarios los intereses de la gente, de los salteños y de cada uno de los productores, y cortarse la mano antes de levantarla a favor de una ley que va a perjudicar a los salteños y al norte argentino”. El gobernador destacó que esto sucedió cuando en el 2007 se promulgó está ley y hoy tenemos que “andar mendigando para que nos paguen a los salteños la conservación de los bosques”, y agregó que su gobierno tiene las puertas abiertas para buscar un equilibrio entre el medio ambiente las necesidades de la gente.
“No queremos una gran reserva natural en Salta, lo que queremos es que ustedes puedan producir y generar trabajo genuino”, afirmó categórico
Luego, precisó que “Salta necesita más que nunca el apoyo de todos los sectores productivos y especialmente del campo como locomotora del desarrollo y generador de riqueza lo que implica más y mejor trabajo y, en definitiva, mejores condiciones de vida para cada salteño”.
“Tenemos un país desequilibrado en sus oportunidades y realidades económicas. Esta desigualdad genera reglas de juego injustas que derivan en situaciones de total inequidad para nuestros productores de Salta que debemos revertir”, así expresó su compromiso con continuar reclamando para Salta cuestiones relacionadas con las retenciones, cepos, restricciones para exportar e importar, impuestos, tarifas, entre otras reivindicaciones.