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Cómo potenciar el agregado de valor en el maíz en los próximos 10 años

Un documento de la Bolsa de Comercio de Rosario da cuenta que, entre el consumo animal, la molienda seca y húmeda, y el sector de la bioeconomía, el consumo de maíz podría incrementarse.

Argentina tiene una excelente oportunidad para hacer crecer sus producciones locales ya que cuenta con el cereal suficiente para incrementar el nivel de actividad de numerosos sectores tales como carne vacuna, porcina y aves, huevos, leche, alimentos balanceados, molienda húmeda y seca, etanol y alcohol etílico. Por otra parte, se abren excelentes perspectivas con el uso de maíz para la producción de bioplásticos. 

En el 2022 se consumieron en Argentina un estimado de 19,4 millones de toneladas (Mt) de maíz según la Secretaría de Agricultura de la Nación (SAGPyA). Esta estimación parte de los coeficientes de conversión a maíz en grano que publica la SAGPyA y volúmenes producidos de los productos que utilizan maíz como insumo. Asimismo, estos sectores generaron exportaciones por US$ 5.838 millones.

En base a estos coeficientes de conversión de maíz y considerando las proyecciones de producción, consumo y exportaciones a 10 años de los distintos sectores realizadas por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) el consumo interno de maíz podría situarse en 33,3 Mt en 2033, casi 14 Mt más que en la actualidad. Las exportaciones de los productos que utilizan maíz como insumo podría elevarse por lo menos hasta los US$ 13.700 millones.

Los supuestos sobre los cuales se basan estas proyecciones de consumo de la BCR para los distintos sectores son:

1. Consumo animal

a. Carne aviar: su producción requirió de un consumo de maíz de 4,2 Mt en 2022 y generó exportaciones por US$ 384 millones. Para el 2033, suponiendo un crecimiento de la producción de 2,2 % anual y un incremento en las toneladas exportadas de 5 % anual, el consumo de maíz del sector podría alcanzar 5,6 Mt, mientras que las exportaciones podrían totalizar US$ 657 millones. Se adoptó la estimación de crecimiento de la producción del Consejo Agroindustrial Argentino para su Plan Agroindustrial (CAA) 2023/2033.

b. Carne porcina: su producción requirió de un consumo de maíz de 1,8 Mt en 2022, generando exportaciones por US$ 11 millones. Para el 2033, en base a los datos del CAA, se proyecta llevar la producción de carne porcina a 1,8 Mt y generar exportaciones por US$ 1.150 millones, lo cual requerirá de un consumo de maíz de 4,4 Mt.

c. Carne bovina: su producción requirió de un consumo de maíz de 5,8 Mt en el 2022, mientras que generó exportaciones por US$ 3.458 millones. Según el CAA, para el 2033 se proyecta un incremento de 3,8 % anual, llevando el total a 4,75 Mt. En exportaciones, se proyecta un incremento anual de 6,3 % anual, con el objetivo de arribar a los US$ 6.700 millones en 10 años. En base a estas proyecciones, el consumo de maíz para el sector bovino en el 2033 alcanzaría 8,8 Mt.

d. Huevos: en el 2022 esta producción alcanzó cerca de 15.300 millones, generando exportaciones por un estimado de US$ 18 millones, requiriendo un consumo de maíz de 1,4 Mt. Para el 2033, de acuerdo con el CAA, se proyectan un crecimiento de la producción de 2,2 % anual en 10 años, con un crecimiento de las exportaciones de 650 % en 10 años, llevando las exportaciones al 15% del total producido. Esto requeriría 1,8 Mt de maíz.

e. Lácteos: el sector de producción de leche alcanzó en 2022 11.557 millones de litros y generó exportaciones por US$ 1.814 millones, consumiendo 2,7 Mt de maíz. Para el 2033, en base al plan del CAA, se propone un crecimiento de las exportaciones de 170 % en 10 años y se estima un consumo interno de leche que crece a 195 lts/hab/año. En base a estos supuestos, la producción de leche alcanzaría en el 2033 18.280 millones de litros, requiriendo un consumo de maíz de hasta 4,2 Mt.

2. Molienda

a. Molienda Húmeda: finalizó el 2022 con un total de 1,7 Mt del cereal procesadas. Para el 2033 se proyecta un crecimiento que acompañe el crecimiento vegetativo de la población, llevando el total a 1,8 Mt de maíz procesadas.

b. Molienda Seca: cerró el 2022 con un total de 0,2 Mt de maíz procesadas, registrando una capacidad ociosa del 53 %. Para el 2033 se proyecta un crecimiento que permita el uso de toda la capacidad instalada más un crecimiento que acompañe el crecimiento vegetativo de la población. Eso permitiría llevar el consumo de maíz para molienda seca a 0,4 Mt.

3. Bioeconomía

a. Etanol: el 2022 cerró con una producción de bioetanol de 700 mil m3, lo que requirió 1,8 Mt de maíz. Bajo el supuesto de que se eleve la tasa de corte al E25, armonizando las normas con Brasil y Paraguay, se requerirían aproximadamente 1.950.000 m3 para abastecer el mercado interno, lo que requeriría de 5 Mt de maíz.

b. Bioplásticos: hoy el consumo de maíz para la producción de bioplásticos es nulo. Para el 2033 se propone que del total de plástico consumido en el país (1,8 millones/t), el 30 % sea reemplazado por bioplástico de origen maíz (540.000 t). Dado que el rendimiento del maíz para la producción de bioplásticos es de 2,5 a 1, particularmente para producir PLA, que es un buen sustituto del PP, PE, PS y PET. De esta manera, bajo estos supuestos, el consumo de maíz para abastecer estas necesidades sumaría 1,4 Mt.

Perspectivas y oportunidades del bioplástico

Avanza el uso del polímero biodegradable como una alternativa a los convencionales.

El Polylactic Acid (PLA) es un polímero biodegradable que se ha utilizado como una alternativa a los polímeros convencionales, como el Polipropileno (PP), Polietileno (PE) y Poliestireno (PS), así como también el tereftalato de polietileno (PET). Una de las ventajas del PLA es su origen renovable, ya que se produce a partir de recursos naturales como el maíz, la caña de azúcar y otros cultivos. En comparación con los polímeros convencionales, el PLA es más fácilmente biodegradable y tiene un menor impacto ambiental.

Además, el PLA es un material versátil que se puede utilizar para una amplia gama de aplicaciones. Por ejemplo, se ha utilizado en la fabricación de envases para alimentos, bolsas de compras y piezas de automóviles. Debido a sus propiedades físicas y mecánicas, el PLA es comparable al PP, PE, PS y PET en términos de resistencia y rigidez.

El uso del PLA como sustituto del PP, PE, PS y PET puede tener un impacto significativo en el medio ambiente, ya que estos últimos son materiales no biodegradables y pueden tardar cientos de años en degradarse. El uso del PLA puede ayudar a reducir la cantidad de residuos plásticos que se acumulan en los vertederos y en el medio ambiente.

Según datos de la Cámara Argentina de la Industria Plástica (CAIP) para el 2021, el consumo aparente del PP, PE, PS y PET en Argentina totalizó 1.317.300 t, mientras que las exportaciones de estos polímeros sumaron 328.600 t. Es decir, el consumo más la exportación de estos cuatro polímeros sumó 1.645.900 t.

Suponiendo que para el 2033 el consumo y exportación de estos polímeros crece a la tasa de crecimiento vegetativo de la población argentina, la demanda total de estos podría alcanzar 1.800.000 t dentro de 10 años.

Dado que el rendimiento en la producción de PLA a base de maíz es de 1 kg de PLA por cada 2,5 kg de maíz, si se propone reemplazar el 30 % de las 1.800.000 t demandadas proyectadas para dentro de 10 años, la demanda de maíz para la producción de PLA totalizaría un estimado de 1.350.000 t anuales.

Esta estimación se basa fundamentalmente el supuesto de un reemplazo del consumo doméstico de polímeros tradicionales por polímeros biodegradables de base maíz. Según participantes del sector del plástico, existe un elevado interés por este producto, y la absorción interna de la producción de PLA puede ser elevada.

No obstante, cabe destacar que también existe un alto potencial en el mercado externo, con la exportación de pellets de bioplásticos como principal foco de demanda. Si bien el PLA puede resultar más costoso que los polímeros tradicionales de base petróleo, el cambio en las preferencias de los consumidores puede hacer elevar su precio y permitir un reemplazo en determinado segmento del mercado, particularmente de aquellos consumidores con mayor poder adquisitivo.

Del etileno de petróleo al de maíz

Según estimaciones de la National Corn Growers Association (La Asociación de productores de maíz de los EE. UU.), si se reemplazase todo el etileno de origen petrolero con etileno a base de azúcares de maíz, para producción de plásticos como botellas de agua y bolsas, el potencial del mercado a nivel mundial podría utilizar más de 250 millones de toneladas de maíz.

Autores: Francisco Rubies, Tomás Rodríguez Zurro, Julio Calzada, Bolsa de Comercio de Rosario