Investigadores de la UBA-Conicet recorrieron los Parques Nacionales de Salta, Jujuy y Tucumán en busca de nuevas especies fúngicas y cepas de interés biotecnológico.
Investigadores del Instituto de Micología y Botánica (Inmibo UBA-Conicet) estudian la diversidad de especies de hongos presentes en áreas protegidas del noroeste argentino con el fin de hallar nuevas especies fúngicas para la ciencia y obtener cepas de interés para usos biotecnológicos.
Para cumplir con esta tarea el equipo realiza recorridas en los Parques Nacionales Aconquija (Tucumán), Calilegua (Jujuy), Baritú y la Reserva Nacional El Nogalar de Los Toldos (Salta) durante los meses de enero y marzo, dado que la época posterior a las lluvias favorece su identificación en campo. En estas áreas recorren senderos y toman muestras de los cuerpos fructíferos de los hongos (estructuras reproductivas), registran su lugar de colecta, los fotografían y clasifican. Luego viene el secado y guardado de los ejemplares en sobres para su posterior análisis en el laboratorio.
Una vez ahí, se trabaja con las colecciones para determinar de qué especies se trata mediante microscopía, extracción y secuenciación de ADN y estudios filogenéticos; siendo finalmente ingresadas en el herbario de la Universidad de Buenos Aires. Además, en los casos de especies comestibles o de interés particular se intenta conservar sus genéticas para que luego puedan ser implementadas en distintos ensayos biotecnológicos de investigación.
Entre los resultados de estos trabajos se destaca el hallazgo de nuevas especies, ya sea para la ciencia en general, a nivel continente o país. Las especies estudiadas cumplen un rol ecológico de descomponedores de materia orgánica y desarrollan relaciones simbióticas con especies vegetales, coevolucionando en estos ecosistemas. Por ello, el estado de preservación de la flora y fauna nativas en estas áreas naturales se ve asociada a la diversidad de estos hongos.
Los Parques Nacionales del NOA resguardan una gran riqueza de hongos -muchos por descubrir-, por lo que resultan fundamentales para proteger la diversidad fúngica y profundizar los estudios sobre los integrantes de este reino. Además, desde las áreas protegidas se presta apoyo logístico y alojamiento a los investigadores para desarrollar sus tareas de muestreo.