En este tipo de aborto las causas tienen orígenes genéticos, nutricionales y ambientales, asegura el médico veterinario Emiliano Bertoni, director del Laboratorio de Diagnóstico Veterinario Centro Ganadero.
En general, el abordaje de los abortos que no tienen un origen infeccioso se inicia cuando los resultados de laboratorio no arrojaron ningún resultado positivo a los patógenos buscados comúnmente, lo cual ocurre con bastante frecuencia, o directamente se pasa por alto en la mayoría de los escenarios de diagnóstico. Dentro las causas no infecciosas relacionadas con fallas en la reproducción bovina pueden incluirse causas genéticas, nutricionales y ambientales.
Desde el punto de vista nutricional, indudablemente, ante la presencia de dietas pobres o desbalanceadas no podemos pretender obtener buenos índices productivos. Desbalances en el contenido de minerales, vitaminas, proteínas y energía, inciden directa o indirectamente en aumento de las pérdidas embrionarias, fetales y perinatales. Desde el punto de vista regional ya se han descripto carencias de cobre, fósforo, yodo, selenio y zinc en bovinos de cría, concluyendo que es necesaria la suplementación con sales minerales.
Deficiencia de yodo
Es necesario que realicemos una mención especial en relación al yodo. El norte de Argentina, por no recibir lluvias desde el mar, sufre de un déficit muy importante de este mineral, afectando a personas y animales. La deficiencia de yodo influye en la salud y la productividad de todas las especies porque es esencial para la producción de hormonas tiroideas que intervienen en el desarrollo fetal, la inmunidad y la reproducción.
Tradicionalmente es conocido que el bocio es un signo de deficiencia de yodo en rumiantes que puede evidenciarse a simple vista, sin embargo, en la actualidad conocemos que las deficiencias subclínicas o el entendimiento de otras formas clínicas forman parte del síndrome reproductivo por carencia de este mineral.
A su vez, la falta de selenio empeora los efectos de la deficiencia de yodo y ciertas plantas y elementos presentes en la ración pueden limitar la absorción de yodo por el organismo.
La intensidad de los trastornos por deficiencia de yodo varía según la especie, la edad y el entorno. La falta de yodo es inmunosupresora y aumenta la susceptibilidad a las infecciones, como así también aumentan los trastornos reproductivos (fertilidad, abortos, mortinatos, etc.). La normalización del estado de yodo restaura la fertilidad de animales deficientes. Es factible que la deficiencia de yodo se acompañe también de una falta de selenio, por lo tanto, es recomendable asegurar el aporte yodo y selenio simultáneamente.
Plantas tóxicas
Respecto a las plantas tóxicas vamos a realizar algunas breves referencias. El envenenamiento por nitrato/nitrito puede resultar en un brote de abortos. Las fuentes comunes de estos tóxicos pueden ser algunos fertilizantes o la presencia ciertas plantas. Es frecuente que se observen signos clínicos de falta de oxígeno en las vacas.
Por su parte, hay plantas que causan malformaciones, muchas veces incompatibles con la vida, cuando las mismas son consumidas durante el primer trimestre de gestación provocando deformidades en las extremidades, paladar hendido y anomalías en la columna vertebral.
Causas genéticas
Las causas genéticas, como defectos cromosómicos o mutaciones letales, causantes de mortalidad embrionaria temprana a menudo pasan desapercibidas. Si se sospechan problemas genéticos, deben asegurarse de que están tratando con animales de raza pura, descendientes de un solo toro o descendientes de toros muy relacionados.
Por otra parte, se recomienda tener precaución al usar la palabra “genética” demasiado pronto cuando se investigan malformaciones congénitas.
Causas ambientales
Dentro de los factores físicos que pueden ocasionar trastornos reproductivos debemos mencionar al estrés calórico fundamentalmente. Si la temperatura ambiente alcanza valores por encima de los 20 °C, para los animales de origen templado, y 26 °C, para los de origen tropical, en conjunto con el aumento de la humedad relativa, se produce una falla en los sistemas de termorregulación, aumenta la temperatura rectal y disminuye el consumo de alimento; disminuye la intensidad y duración del celo; se alteran la folículo-génesis, ovulación, función luteal e implantación embrionaria.
En rodeos afectados por el calor se observa la falta de concepción, muertes embrionarias tardías, abortos, disminución del peso del ternero al nacimiento, y reducción en la producción de leche posparto.
Los traumatismos o malos tratos a la vaca gestante, e inclusive solo los movimientos de hacienda con períodos de gestación en etapa embrionaria, pueden ocasionar la perdida de la gestación, por lo que no se recomienda realizar grandes movimientos de animales que se encuentren gestando o realizarlos con mucho cuidado.
Conclusión
Como comentario final y conclusión general, el estudio de las mermas debe ser abordado, desde un punto de vista global, teniendo en cuenta todos los factores que puedan estar interviniendo en el problema (ambiente, huésped y patógenos). A su vez, es aconsejable plantear una estrategia de trabajo por un periodo de tiempo que abarque desde el pre servicio, servicio gestación y parición, para aumentar las probabilidades de llegar un diagnóstico certero y establecer medidas preventivas.
Por: M. V. Dr. Emiliano Bertoni, director del Laboratorio de Diagnóstico Veterinario Centro Ganadero
Fuente: El Tribuno Campo