En el período enero-agosto, se registran incrementos interanuales en la producción y consumo de carnes bovina, aviar y porcina.
Esta nota analiza la evolución reciente del complejo cárnico argentino, considerando los sectores bovino, aviar y porcino, con foco en la producción, el consumo, el comercio exterior y los cambios recientes en el marco normativo.
Sector bovino
La producción de carne bovina se mantuvo en niveles elevados en los primeros 8 meses del año. Entre enero y agosto, se produjeron casi 2,1 millones de toneladas (MT), equivalente res con hueso. Este registro es el segundo más alto desde 2010, solo superado por la producción del 2023, de faena acelerada por la sequía. El nivel producido, en tanto, está en línea con el promedio de los últimos 5 años para el mismo período, un 0,5 % por encima.
Para lograr este nivel de producción, se faenaron en el período considerado 9 millones (M) de cabezas, a un peso promedio de 231 kg por res; un dato positivo, dado que el peso promedio por cabeza faenada en los últimos 5 años, para el mismo período, fue de 228 kg: una ganancia de productividad promedio de 3 kg por animal (1,3 % en comparación con el promedio). Si se analizan los datos mensualmente, en agosto pasado, el peso promedio de la res faenada ascendió a 234 kg., el mayor registro desde septiembre de 2022.
La mejora de la productividad es una condición necesaria para avanzar en la reconstrucción del stock ganadero. Un informe del Rosgan detalló las dificultades que los cambios normativos recientes podrían generar en la profundización de este sendero de expansión productiva. Según el Senasa, en la primera campaña de vacunación contra la aftosa el rodeo se encontraría en torno a los 49,4 M de cabezas. Si se contrasta con los datos de existencias anuales de SAGyP, se observa que éste es el menor registro desde fines de 2010, cuando se contabilizaban 48,8 M.
Por el lado de la demanda, el consumo aparente se recupera luego de un débil desempeño en 2024, como resultado de la recesión que golpeó al país hasta el primer trimestre de dicho año y la pérdida del poder adquisitivo por la inflación. En 2025, con un nivel de actividad económica que, de acuerdo con CICEc, en agosto presentó una tasa de crecimiento del 2 % interanual, el consumo de carne vacuna se encuentra por encima del año previo.
Entre enero y agosto, el consumo aparente de 2025 asciende a cerca de 1,6 Mt (equivalente res con hueso), presentando un aumento del 7 % con respecto al mismo período de 2024 y un 2 % por encima del promedio de los últimos 5 años.
Por el lado de las exportaciones, al volcarse un mayor volumen de producción al mercado interno, la cantidad de carne despachada al exterior en el período enero-agosto fue inferior a la del año previo. Con 539.000 t, retrocede un 12 % interanual y se ubica un 3 % por debajo del promedio de los últimos 5 años para el mismo lapso. Sin embargo, la gran fortaleza de la demanda a nivel internacional dio un gran impulso a los precios en 2025, siendo el fuerte recorte productivo de los EE. UU. uno de los principales drivers alcistas, ya que ese país cuenta con existencias bovinas en niveles históricamente bajos.
Gracias a ello, y a una demanda pujante también por parte de la Unión Europea, el valor exportado crece, a pesar de la caída en volumen, por un incremento de precios que promedia el 40 % interanual para todo el período. En los primeros 8 meses de 2025, las exportaciones de carne vacuna se valuaron en US$ 2.256 M, creciendo un 24 % interanual y un 20 % respecto al promedio de los últimos 5 años.
Sector aviar
Un aspecto muy destacado en los primeros 8 meses del año ha sido el incremento en el consumo de carne de pollo. Entre enero y agosto, el consumo aparente ascendió a 1,4 Mt, lo que representa un aumento del 2 % interanual y una mejora del 3 % con respecto al promedio de los últimos 5 años. Este es el registro más elevado en la serie de SAGyP, que inicia en 2016. Es decir, el consumo de pollo en los 8 primeros meses del año es el más elevado en, al menos, los últimos 10 años.
Por otra parte, la producción también se mantiene en torno a los niveles más elevados de la serie. Entre enero y agosto, se produjeron en Argentina 1,5 Mt de carne aviar, esto es un 0,5 % por encima del año previo y un 0,3 % superior al promedio de los últimos 5 años. El nivel de producción es prácticamente idéntico al de 2022, que fue el récord histórico.
En el frente externo, este año se destaca el fuerte crecimiento de las importaciones de carne aviar de Brasil. Agosto de 2025 fue un récord mensual de importaciones, tanto en volumen (4.360 t) como en valor (US$ 11,6 M). En el acumulado enero-agosto, se registran importaciones de carne de pollo por 44.000 t, el máximo nivel registrado para dicho período. Esto representa un crecimiento interanual del 680 % y del 333 % en comparación con el promedio de 5 años.
En tanto, las exportaciones también se mantuvieron sólidas, creciendo por segundo año consecutivo luego de tocar un mínimo relativo en 2023, cuando se habían interrumpido los despachos a China. La reapertura de este mercado en marzo pasado fue fundamental para dinamizar los despachos de carne avícola. Entre enero y agosto de 2025, se registraron exportaciones por 112.000 t, por un valor de US$ 155 M, siendo el gigante asiático el principal comprador de estos productos (aproximadamente el 28 % del total exportado, según el Indec).
Como las importaciones en el período considerado crecieron más que proporcionalmente en comparación con las exportaciones, la balanza comercial viene manifestando un deterioro: arroja un superávit de US$ 110 M, lo que refleja una caída del 20 % interanual, y del 37 % en comparación con el promedio de los últimos 5 años.
Decreto 685/2025
Un aspecto relevante para las exportaciones del complejo de carne bovina y aviar es la publicación del Decreto 685/625, que estableció una alícuota de derechos de exportación (DEX) del 0 % para una serie de productos de los complejos de carnes animales, vigente hasta el 31 de octubre de 2025 inclusive.
Se estipuló que quienes exporten dichas mercaderías deberán liquidar al menos el 90 % de las divisas en un plazo de hasta tres días hábiles luego de oficializado el permiso de embarque correspondiente.
Sector porcino
Entre enero y agosto de 2025, el complejo porcino faenó 5,5 M de cabezas y se produjeron más de 526.000 t res con hueso. La producción porcina viene creciendo de manera ininterrumpida desde el año 2011 y, con los datos provisorios, 2025 parecería encaminarse hacia el decimoquinto año consecutivo de crecimiento.
En paralelo, el consumo aparente alcanzó un máximo de 573.000 t en el período considerado, marcando un crecimiento interanual del 8,5 % y consolidando aún más al cerdo como la tercera fuente de proteína animal.
Recuperación del consumo
Con la recuperación en los tres tipos de proteína animal considerados, el consumo per cápita se estima para el año 2025 en 49,6 kg de carne bovina, 45,5 kg de carne aviar y 17,7 kg de carne porcina. De esta manera, el consumo total de carnes rondaría los 113 kg por habitante en 2025, recuperándose un 3 % interanual y realineándose con el promedio de los últimos años.
Por: Franco Ramseyer, Julio Calzada, Bolsa de Comercio de Rosario.