Con la venta de 319 reproductores Brangus y Braford, la empresa reafirmó su posicionamiento en el norte argentino. En paralelo, concretó una nueva colocación de Obligaciones Negociables por US$ 30 millones.
Con gran concurrencia de compradores de distintas provincias y una fuerte demanda por genética de calidad, Cabaña Juramento concretó con éxito su primer remate anual, realizado el viernes 3 de octubre en Joaquín V. González, Salta, en el que actuó como consignataria Colombo y Magliano.
La subasta incluyó 319 reproductores de las razas Brangus y Braford, entre toros, vaquillas de elite preñadas, vaquillonas de genética avanzada y terneras. “La calidad de la genética controlada del rodeo que ofrecimos se tradujo en precios competitivos y un gran dinamismo en la pista”, señaló Rafael Aguilar, CEO de Juramento.
Resultados firmes y demanda sostenida
Desde el inicio se registró una firme puja por los toros, con los Brangus promediando $ 10 millones y alcanzando máximos de $ 25,5 millones, mientras que los Braford se comercializaron en torno a los $ 8 millones, con picos de $ 11 millones.
En hembras, la categoría Elite concentró el mayor interés: las vaquillonas Brangus preñadas promediaron $ 11 millones con un récord de $ 60 millones, y las Braford preñadas se ubicaron en $ 7,2 millones, con máximos de $ 13,5 millones. Las vaquillonas de genética avanzada oscilaron entre $ 2,1 y $4 millones, y las terneras, en torno a $ 1 millón, confirmando la solidez de la demanda.
“El nivel de interés que vimos en la pista demuestra que la genética argentina tiene un valor creciente y que el norte del país puede ofrecer animales de altísima calidad. Cada lote se defendió con entusiasmo y los precios reflejaron la confianza de los productores en nuestro trabajo”, añadió Aguilar.
En total participaron 46 compradores y cinco vendedores, ratificando el interés del mercado por la propuesta genética de la compañía.
Producción sustentable y bosques tangibles
Durante el remate, la empresa también destacó su compromiso ambiental mediante el modelo “Bosques tangibles”, que integra ganadería, conservación y empleo local. Este esquema combina buenas prácticas agropecuarias con manejo silvopastoril, conservación del bosque nativo y reforestación con especies autóctonas.
Entre sus principales acciones se destacan:
– 15.000 hectáreas de reserva de bosque nativo.
– 1.000 hectáreas/año de reforestación silvopastoril con algarrobo.
– Vivero propio con capacidad para 450.000 plantines anuales.
“Creemos que la producción de carne bajo un esquema silvopastoril combina rentabilidad con sustentabilidad a largo plazo”, sostuvo Aguilar.
Con más de 35 años de trayectoria, Juramento se consolida como una de las empresas ganaderas más integradas del país, con operaciones que abarcan desde la cría y recría a campo hasta la faena y comercialización bajo sus marcas Cabaña Juramento y Bermejo.
Colocación de Obligaciones Negociables
En línea con su plan de expansión, la compañía concretó una colocación de Obligaciones Negociables por US$ 30 millones, a dos años de plazo y con una tasa del 9 % anual, operación que recibió 1.185 órdenes de inversión de los segmentos minorista e institucional.
Los fondos serán destinados a capital de trabajo, renovación de compromisos financieros y fortalecimiento de la estructura operativa. “Estos recursos nos permiten dar un paso importante en nuestro plan de crecimiento sostenido, garantizando una estructura de financiamiento eficiente y de largo plazo”, señaló Aguilar.
En septiembre, la empresa había adquirido un campo de 24.000 hectáreas y 16.000 cabezas de ganado, por US$ 56 millones, y avanza con un proyecto sustentable que combina producción forestal y ganadera, con la plantación de 100 mil algarrobos nativos.
Juramento concentra sus actividades en 114.000 hectáreas en Salta, con un rodeo de 86.000 cabezas, una planta industrial y un equipo de 800 colaboradores. Además, ejecuta un plan de reconversión industrial de US$ 15 millones para ampliar exportaciones de carne premium hacia Estados Unidos, Asia e Israel.