Recomiendan tomar medidas ni bien aparece la plaga en el lote, ya que si está presentes no parará de multiplicarse.
En los últimos años, la superficie con cultivos de servicio en Argentina está creciendo a una tasa del 15 % anual aproximadamente. Lo que implica que lotes que permanecían desnudos o con un largo barbecho pasaron a acumular una gran cantidad de cobertura. “Estas coberturas traen un cambio en el tipo de plagas y algunas se ven más favorecidas que otras, los bichos bolita son los más destacados”, aseguró el ingeniero agrónomo Roberto Peralta, especialista en Protección y Sanidad Vegetal y docente de la Universidad Nacional de Córdoba.
Alertados sobre el avance de esta plaga en nuevas zonas en las que se están introduciendo cultivos de servicios, Peralta recordó que “los bichos bolita aparecieron en siembra directa cuando se introdujeron las rotaciones con gramíneas. Inicialmente con el monocultivo de soja no se generaba la condición para la plaga, no había suficiente cobertura. Luego, al generarse más rastrojos empezaron a crecer las poblaciones”. En ese sentido, sería esperable que “seguramente si en los próximos años siguen creciendo las coberturas, se favorecerá a esta plaga en nuevas zonas”.
Buscando estrategias para enfrentar estas plagas y realizar el mejor control, Peralta sostiene que “por la movilidad que tienen los bichos bolita, el monitoreo ideal debe ser en distintas etapas del año para entender la dinámica poblacional. Generalmente es estable durante el año, hay una generación importante en primavera. Por eso es fundamental estar atentos en primavera antes de la quema del cultivo de servicio o trilla del cultivo de invierno, ya que después, se dificulta el muestreo”. Una vez realizado el monitoreo, los controles más eficientes de bichos bolita son con cebos.
Una vez que se empieza a ver los primeros bichos bolita en el lote, es suficiente alerta; aunque en ese momento no sea plaga. Una vez que comienzan a desarrollarse bajo condiciones favorables, no se detienen. “La velocidad de crecimiento es variable, en algunos campos tarda seis años en hacer daños y en otros a la segunda campaña ya se ven daños¨, aclara Peralta. El control con cebos debe realizarse cuando la plaga sobrepasa el umbral de 60 bichos bolita por metro cuadrado para soja, y así lograr frenar el crecimiento poblacional.
Se sabe que hay plagas que tienen enemigos naturales, pero se desconocen en este caso. Aún no existen ni entomopatógenos, ni parasitoides que afecten fuertemente a esta población. Por eso es viable concluir que los cebos específicos recomendados en el mercado no afecten negativamente a los organismos benéficos.
Fuente: Rizobacter